Patañjalayogaśāstravivaraṇa I.32

Comentarios sobre el pātañjalayogaśāstra de Patanjali, por Śaṅkara

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Actualizado: septiembre, 2025

Pātañjalayogaśāstra I.32

 

Para prevenirlas, hay que practicar en un principio

 

Para evitar las perturbaciones, hay que practicar la meditación concentrando la mente en un principio.

 

Se ha dicho que solo pueden inhibirse mediante el desapego y la práctica; el primero ha sido descrito, y ahora se ocupa de la práctica. Para evitarlas, estas perturbaciones hay que practicar en un principio, en una sola verdad.

 

(Oponente) Ese principio no puede ser el objeto de la práctica de meditación, porque se trata de algo real, y no podemos ni siquiera hablar de la integridad de las cosas reales como el yo (ātman). Están establecidas en su propia grandeza y no son simplemente mentales. El comentarista niega además que tales cosas reales tengan alguna dependencia de la mente, por ejemplo, en el sūtra IV.16, un objeto no depende de una sola mente.

 

(Respuesta) Con esta duda en mente, el comentarista dice, hay que practicar la meditación concentrando la mente en un principio. Aquí está mostrando cómo entender lo que el sūtra dice acerca de la práctica basada en un principio.

 

Pero para aquel que (como los budistas) sostiene que la mente es algo impermanente, que solo es una sucesión de ideas determinadas sucesivamente por cada objeto, para él la mente debe permanecer siempre concentrada en un punto, la mente nunca puede estar perturbada.

 

(Oponente) No existe una mente estable que pueda sostener una idea basada en un solo principio. La mente es sencillamente una colección de ideas, cada una determinada por un objeto a su vez y cada una de ellas desapareciendo a cada momento. En la idea de "yo" no puede percibirse ninguna estabilidad y la mente no puede ser concebida como el receptor permanente de las ideas, al margen de las ideas mismas. La propia idea del "yo" es nada más que una relación de semejanza, pues solo es un flujo (de ideas). Es como la llama de una lámpara, que no es más que los pelos de la mecha.

 

(Respuesta) Esto significaría que el poseedor de las nociones sucesivas del yo sería en cada caso uno distinto, puesto que tendría que identificarse con las sucesivas ideas, que son absolutamente distintas unas de otras. Aunque, en cada caso, el poseedor de esas ideas tuviera presente como objeto la idea de un "yo", sería diferente de los poseedores de las sucesivas nociones de "yo" pasadas y futuras, puesto que tendrían otras nociones de sus "yoes" diferentes entre sí, igual que una jarra o cualquier otra cosa presente en este momento es diferente a una jarra que ya se ha roto o que todavía no se ha fabricado. Todas las ideas de "yo" serían objetos mentales distintos, puesto que serían ideas como las de una jarra, un vestido u otras cosas.

Señala, además, que esta visión rebatiría las propias escrituras budistas.: para quien sostiene que la mente es algo impermanente... la mente debe permanecer siempre concentrada en un punto, simplemente porque allí no puede haber perturbaciones. Y puesto que la mente sólo puede estar concentrada y sin perturbaciones, la enseñanza de las escrituras (budistas) acerca de eliminar las perturbaciones carecería de sentido. Está la enseñanza (también en las escrituras budistas) de la meditación sobre la amistad, etcétera, para entrenar la mente, y sostener que la mente es como afirma, desmentiría las escrituras.

 

(Oponente) Tampoco hay perturbaciones si aceptamos tu teoría de algo que posee las ideas sucesivas (vṛtti), porque no está separado de ellas; por lo tanto, la enseñanza sobre cómo eliminar las perturbaciones tampoco tendría sentido para ti.

 

(Respuesta) No es así, nosotros mantenemos que esa mente posee una idea detrás de otra. Si, en efecto, las ideas se produjeran separadamente unas de otras, independientes y absolutamente separadas de su poseedor, y determinadas cada una por su objeto, existiría esta dificultad. Pero no lo admitimos.

¿Cuál es entonces nuestra posición? En su naturaleza de poseedora de las ideas, la mente es una unidad que tiene muchos objetos; (la mente) existe independientemente de sus objetos, las ideas, y es algo permanente, puesto que nosotros no aceptamos que su ser sea algo ilusorio, como existente y no existente al mismo tiempo. Y así el comentarista demuestra que la teoría del yo (ātman) es correcta.

 

Pero es un hecho cierto (incluso entre los budistas) que cuando la mente se abstrae de todas las cosas y entra en samādhi sobre un objeto queda concentrada en un solo punto. De esto se deduce que no es algo determinado por objetos sucesivos.

 

Si esa mente deambula en ambas direcciones a causa del cambio de ideas, tanto para vosotros (los budistas), como para los seguidores del sāṃkhya y del yoga, se retira, se inhibe de todos los aspectos, de todos los objetos y se concentra en el samādhi, se afianza en un objeto tal como el ser (ātman), y entonces se concentra. La sensación es que esta es la verdadera meta final del esfuerzo humano.

Por lo tanto, la enseñanza de las escrituras sobre el entrenamiento de la mente es lógica. De ello se deduce que no es algo determinado por objetos sucesivos: de sus propias escrituras (budistas) sobre el entrenamiento de la mente, los defensores de la momentaneidad ya han asumido, como los seguidores del sāṃkhya y del yoga, que una mente que es una unidad pero con muchos objetos, y no está determinada por objetos sucesivos. De lo contrario, estarían contradiciendo sus propias escrituras.

 

Para quienes opinan (como los budistas) que la concentración de la mente en un punto es una corriente de pensamientos semejantes, entonces la corriente mental, al estar compuesta de instantes momentáneos, no puede ser una unidad.

 

(Oponente) Una corriente de pensamientos similares es una mente concentrada. Es una corriente de pensamientos que son similares, semejantes, y, por tanto, cuando forma series unitarias, la mente está concentrada en un punto. Lo contrario es una corriente de pensamientos diversos, es la distracción. La unicidad se logra descartando la distracción, y ese es el propósito de la enseñanza, entonces, ¿cómo se pueden hallar contradicciones en nuestras escrituras?

 

(Respuesta) Las hay, porque el budista no admite que una corriente mental sea algo determinado con cualidades concretas. (El budismo) no acepta una corriente mental que sea una cosa única con cualidades temporales. La corriente mental, si no es momentánea, no puede ser algo concreto que tenga la cualidad de la concentración en un punto. Como mucho, aceptan que las ideas se suceden inmediatamente unas a otras como una hilera de hormigas rojas.

 

(Oponente) Supongamos que, aunque no sea una sola cosa, puede haber una cualidad de unicidad de la totalidad de las ideas como corrientes de ideas similares, por así decirlo, la iluminación que consiste en todos los rayos de una lámpara.

 

(Respuesta) No es así; porque las cosas que aparecen y desaparecen en diferentes momentos no pueden formar una combinación. Y el ejemplo no demuestra este punto; La multiplicidad de rayos no forma una iluminación, porque son diferentes entre sí. La iluminación no es una cualidad única de los rayos.

 

Debe afirmarse que aunque proceda de una corriente mental, cada idea tiene la propiedad de establecerse en un punto; pero si la idea procede de una corriente de ideas, sean estas semejantes o diferentes, estará determinada por un objeto y, por tanto, podrá establecerse de forma concentrada y sin perturbaciones. Así pues, la mente tiene que permanecer estable, aunque con distintos objetos. ¿Cómo podrían producirse las ideas por sí mismas, sin estar vinculadas a una mente concreta? Si fuese este el caso, una idea podría recordar lo que ha visto otra idea, y tendría experiencias de acuerdo con los karma-s acumulados por otras ideas.

 

(Oponente) Debe afirmarse que aunque proceda de una corriente mental, cada idea tiene la propiedad de establecerse en un punto, igual que en la hilera de hormigas rojas, cada una de las hormigas es roja.

 

(Respuesta) Eso implica el mismo defecto que antes. Cada idea es un miembro de la corriente, ya se trate de ideas semejantes o diferentes, y debe concluirse que (la corriente mental) solo puede estar fija en un punto, puesto que está determinada por sus objetos (que son así); el resultado sería la inexistencia de la distracción y, por lo tanto, si la escritura prescribe el entrenamiento mental, debemos aceptar una mente permanente, aunque poseedora de objetos diversos.

¿ Cómo podrían producirse las ideas por sí mismas, sin estar vinculadas a una mente concreta como su causa? Debes responder a esto. Porque significaría que uno recordaría algo visto por otro, Yajñadatta estaría recordando lo que había sido visto por Devadatta.

Y una idea tendría experiencias de acuerdo con los karma-s acumulados por otras ideas. Un hijo no nacido no debe disfrutar de las consecuencias del karma acumulado por su padre (para sí mismo).

 

(Oponente) Para el propósito de la conciencia concreta del futuro hijo, la conciencia activa (del padre), a medida que se desvanece, establece algún saṃskāra en el depósito de la conciencia (ālaya-vijñāna).

 

(Respuesta) No es así; Porque el depósito de la conciencia y la conciencia activa son completamente distintas, y además no son reales (vastu).

Si la conciencia activa no es diferente del depósito de la conciencia, entonces son una y la misma cosa y sólo hay una diferencia en el nombre, por lo que no habría un recuerdo conectado con el establecimiento de un saṃskāra. Sin embargo, si son diferentes, en ese caso la conciencia activa separada, precisamente porque está separada, no se registrará como un saṃskāra en este particular depósito de la conciencia más que en el depósito de la conciencia de alguna otra corriente (mental).

Incluso si admitimos que establece un saṃskāra, aun así el depósito de la conciencia, habiendo establecido la conciencia activa los saṃskāra-s, no es relevante para otro lugar y tiempo. Y puesto que es aceptado (por los budistas) como momentáneo, en la medida en que perece instantáneamente, no puede servir para ayudar a ninguna otra conciencia. Si permitimos que pueda ayudar aunque esté separado por el tiempo y el espacio, entonces también tendrá que ayudar en la producción de otras series separadas.

Si permanece como está en otro tiempo, entonces se abandona la momentaneidad; Si se queda por un momento más, ¿por qué no debería quedarse por mucho tiempo?

 

(Oponente) el depósito de la conciencia se transforma en uno nuevo similar cada vez que se activa un saṃskāra en la conciencia activa futura.

 

(Respuesta) Eso tampoco. Porque no hay otro saṃskāra. Si lo hubiera, supondría una regresión infinita. Si no hay sustrato, entonces, ¿cómo puede la idea de un depósito de conciencia de la conciencia activa ayudar a establecer un saṃskāra? Si un depósito de conciencia ha de establecer el saṃskāra del depósito de conciencia que ha de surgir en el futuro y que aún no existe, la conciencia activa misma debe establecer el saṃskāra de la futura conciencia activa que ha de surgir, pero que aún no existe, sin tener en cuenta el depósito de conciencia.

No hay ningún ejemplo de algo que desaparezca dejando un saṃskāra de algo más que aún está en el futuro y no existe. Tampoco puede hacer un saṃskāra en lo que es meramente futuro. Es una contradicción decir que algo en el futuro está depositando un saṃskāra por algo anterior, y al mismo tiempo decir que es futuro. Si algo en el futuro, que no existía en ese momento, ha de quedar establecido, ¿qué sentido tendría hablar de series como si fueran iguales o no? Al no haber una conexión definida, cualquier cosa podía ser establecida por cualquiera otra.

No puede ser una desaparición simultánea de lo que desaparece y la aparición del futuro, porque eso implicaría una no momentaneidad.

Que sea como los extremos de una balanza: uno baja mientras el otro sube. Es una desaparición simultánea entre la anterior y el surgimiento de la siguiente, de dos cosas momentáneas (vastu).

 

(Respuesta) No, porque eso va en contra de vuestro argumento. Porque aquel que sostiene esta posición (budista, vaināśika) no acepta ninguna otra acción aparte del surgimiento y la desaparición.

Cuando la acción y el agente están separados, en la medida en que la producción de la acción por el agente tiene que ser algo duradero, la doctrina de la momentaneidad tiene que ser abandonada. Si no hay nada duradero, entonces el propósito de la acción, que es su motivo, se convertiría en un despropósito.

Si sólo la acción es la agencia, y el agente es la acción, entonces las palabras "acción" y "agente" serían sinónimos. Por el mismo razonamiento, dado que surge un brote y nace Devadatta, 'brote' y 'Devadatta' deberían ser sinónimos. Pues en ambos casos solo tendríamos la acción del nacimiento.

 

(Oponente) Una acción del nacimiento es particular de Devadatta, y la otra es particular del brote.

 

(Respuesta) Entonces se admite la distinción de agencia, porque no hay distinción en el hecho mismo.

 

(Oponente) Una acción de producción es en sí misma distinta de otra acción de producción, ya que las formas que las caracterizan son distintas.

 

(Respuesta) No, porque eso implicaría la unidad de la existencia y la no existencia. "Aquí nace algo y muere algo", lo que nace es lo que muere. En este caso, cuando se dice 'nacimiento' y 'muerte', nos referimos a algo que nace y algo que muere. Porque se dice que lo que surge es la acción o agente.

 

(Oponente) Sin embargo, la acción de surgir la muerte está separada de la acción de surgir el nacimiento.

 

(Respuesta) Entonces lo que nace sería permanente, porque la muerte es algo separado de ello.

 

(Oponente) Puede ser una combinación entre destrucción y producción.

 

(Respuesta) Eso significaría que algo inexistente podría ser una combinación. ¿Por qué? En vuestra teoría, no hay agente aparte de la acción misma; La destrucción misma tiene nacimiento y destrucción, y el nacimiento mismo tiene nacimiento y destrucción. Ese inexistente (albedrío) no puede tener atributos como ser una combinación, porque lo que es inexistente no tiene atributos; De este modo, difuminas la distinción entre lo existente y lo no existente, y tu suposición no puede justificarse mediante la percepción o la inferencia.

En cuanto al ejemplo de la subida y bajada respectivamente de los dos extremos de una balanza de pesaje, los dos extremos de la balanza están ahí al mismo tiempo, y la caída de uno se debe a la adición de otra cosa, un peso, y así es el aumento del otro. Pero aquí se trata de la destrucción y producción de dos conciencias, una presente y otra futura, y como en el caso de la causa del movimiento de la balanza, a menos que haya alguna tercera cosa como causa externa, no sucederán al mismo tiempo. No se puede decir que lo que es meramente perecer produzca una conciencia similar a sí mismo; sería absurdo que Devadatta, en el acto de morir, engendrara con su muerte un hijo como él.

 

(Oponente) Así como el trozo de arcilla desaparece causando la producción de una vasija, así aquí.

 

(Respuesta) No, porque se trata simplemente de las partes de la arcilla que cambian a la forma de la vasija. Es como algo mágico que posee muchas cualidades al mismo tiempo, de trozo de barro, de jarra y de otras.

En cuanto al caso en que las semillas han creado un impulso potencial (vāsanā) de otra cosa, la conformidad entre aquello que deja la impresión y la impresión misma no es todavía un caso de causalidad, porque tanto la impresión como lo que deja la impresión son perdurables. Porque sólo las cosas duraderas, como los surgimientos de las semillas, son impresas por las impresiones dinámicas de las semillas. También hay partes sutiles de la sustancia que impresiona que no entran en absoluto en el proceso. Por lo tanto, es lógico que sólo los surgimientos actualmente existentes, etcétera, sean impresionados por las impresiones dinámicas de las semillas. Porque no hay producción de cosas inexistentes como los cuernos de una liebre. Si se tratara de una cosa inexistente que se produce, entonces, puesto que tanto la impresión como lo que la deja habrían perecido, y lo que no existe actualmente no tiene nada que lo distinga, no se conformaría con la sustancia que impresiona y no surgiría. O bien, podría resultar ser otra cosa, como una mano.

O si se ha de producir la inexistencia absoluta, como el cuerno de una liebre, entonces algo definido como inexistente en los tres períodos de tiempo tendría que estar en la semilla impresa. Por lo tanto, tenemos que admitir un agente permanente, en conjunción con los diversos procesos mentales del presente y del futuro.

 

Para intentar rebatir este argumento se puede poner el ejemplo del estiércol y el cuenco de leche que, aunque ambos sean productos de la misma fuente (la vaca), no son lo mismo.

Y suponer que la mente es una corriente de elementos diferentes sería tanto como negar nuestra propia experiencia. Cuando se dice: "estoy tocando lo que veo" y "estoy viendo lo que toco", aunque existe diferencia en las mismas ideas, no hay diferencia en la noción del "yo", como el mismo sujeto que tienen ambas. Ese sujeto común, la noción de "yo", tiene la función de ser el receptor único de esas ideas; ¿cómo podríamos referirnos a un receptor único que solo consiste en la mera semejanza de unas mentes completamente distintas? La idea de este "yo" idéntico se percibe, pues, en nuestra propia experiencia.

 

El hombre que trata de sostener lo contrario, es decir, que la mente no es otra cosa que un puñado de ideas momentáneas, ejemplifica el argumento falaz del estiércol y el cuenco de leche que, aunque ambos sean productos de la misma fuente (la vaca), no son lo mismo. Por el contrario, se puede argumentar con toda seguridad y por innumerables razones que, igual que el hecho de ser el estiércol y la leche, producto de la vaca, del mismo modo que no se puede fabricar leche con estiércol, tampoco se podría obtener la memoria y otras características de la mente, si ésta solo consistiera en un agregado de diferentes momentos.

Suponer que la mente es una corriente de elementos diferentes sería tanto como negar nuestra propia experiencia, si la mente no es otra cosa que las ideas, habría que negar la propia experiencia, puesto que no recordamos lo que han visto otros.

Si preguntamos a un observador (budista): ‘¿qué has visto?, tendría que decirnos: "no he visto nada", porque en esta teoría, lo visto ha sido visto por otro. ¿Cómo se puede sostener algo tan contrario a la experiencia? estoy tocando lo que veo yo mismo; estoy viendo lo que toco ese mismo yo. Solo si el sujeto de la idea y de la memoria es el mismo es posible conocer una jarra como "esto es tal cosa"; de otro modo tendríamos que pensar: "lo que ha visto alguien junto a mí, es lo que estoy viendo yo, que ahora estoy junto a él". La idea de "yo" está presente en cada persona como un objeto único de la memoria y de las ideas; se percibe inmediatamente como el único sujeto en pensamientos como "yo estoy buscando", "yo estoy viendo", o "yo estoy recordando"; es el mismo receptor para todas ellas.

 

(Oponente) El objeto de una idea es completamente diferente del recuerdo de ella, y aun en lo que se refiere a la misma cosa, el yo del pensamiento no sería el yo del recuerdo, por el simple hecho de que las palabras "pensador" y "persona que recuerda" son diferentes.

 

(Respuesta) No, porque lo vemos directamente, como él lo muestra: La idea de este "yo" idéntico percibe, pues, en nuestra propia experiencia.

 

La garantía de la percepción directa no puede ser contrastada por otros medios de conocimiento correcto, porque es sólo en virtud de la percepción directa que encuentran alguna aplicación.

 

(Oponente) "Quien piensa" y "quien recuerda" son conceptos diferentes e ideas diferentes, por lo que se debe inferir que la noción del yo se aplica a cosas diferentes.

 

(Respuesta) La garantía de la percepción directa, su autoridad, como lo que está ante los mismos ojos, no puede ser contrastada, no puede ser impugnada desde el lado de la inferencia.

Esta idea del "yo" es objeto de conocimiento cierto (pramāṇa) por medio de la percepción directa (pratyakṣa), no algo existente como un sujeto único debido a semejanzas de inferencia. Si lo que está probado por percepción directa tuviera que ser contrastado por la inferencia, entonces la propia inferencia habría perdido su validez, porque ella misma se fundamenta en la percepción directa. De modo que señala que es sólo en virtud de la percepción directa que otros medios de conocimiento correcto encuentran su aplicación como tales. El oponente, por su negación de la percepción directa, con la (consecuente) negación de la inferencia, está expuesto a la falacia de socavar su propia posición.

Quien sostiene (ādhāra) el saṃskāra de la idea del momento presente no es diferente de quien sostiene los saṃskāra-s de las ideas pasadas y futuras; posee esta idea como si brotara de su misma naturaleza, de forma inseparable como la misma corriente mental.

El sustrato (āśraya) del saṃskāra de la idea del momento presente no es diferente del sustrato que sostiene los saṃskāra-s de las ideas pasadas y futuras; Hay algo que los ilumina, desde su naturaleza de ser, como pertenecientes a la misma corriente mental.

El actual poseedor de la noción del yo no está separado de los poseedores pasados y futuros de ella; Tienen la idea como por su propia naturaleza, estando unidos a la misma corriente.

La idea ahora presente no está separada de los poseedores de la idea en el pasado y en el futuro, porque hay algo que los ilumina, el yo que las ilumina de forma natural, como si perteneciera a la misma corriente mental.

El actual poseedor de la idea no está separado de las ideas pasadas y futuras, porque hay algo que las ilumina, como si pertenecieran a la misma corriente mental.

Puesto que no es evidente que corrientes mentales separadas confundan mutuamente sus recuerdos, y dado que la memoria sólo se observa en la corriente mental de cada uno, es cierto que hay un solo sujeto en cada una. Se sabe que es así por la prueba de la percepción directa, de todas las pruebas la de mayor peso, por lo que no queda nada que demostrar por inferencia. Nadie toma un espejo para mirar una marca en la palma de su mano.

Aun así, algunos que no aceptan el derrumbe de las inferencias presentadas por los budistas vaināśika, todavía poseen algunas inferencias contrarias que resultan aceptables, y así argumentan: por lo tanto, la mente es algo perdurable, una y con muchos objetos, y es para tal mente duradera que la enseñanza (śāstra) prescribe el entrenamiento (parikarman). Se demuestra así que la enseñanza es significativa.

 

Por lo tanto, debe establecerse que la mente es una, aunque los objetos pensados sean numerosos. El método de entrenamiento de esta mente se va a determinar a continuación.

 

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Pātañjalayogaśāstra I.32

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