Yoga
Sūtras
Aforismos sobre Yoga de Patañjali
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Actualizado:
septiembre, 2025
Śaṅkara —
Patañjalayogaśāstravivaraṇa I.15
Pātañjalayogaśāstra:
Yogasūtra + Yogabhāṣya
दृष्टानुश्रविकविषयवितृष्णस्य वशीकारसञ्ज्ञा
वैराग्यम्॥१५॥
dṛṣṭānuśravikaviṣayavitṛṣṇasya
vaśīkārasaṃjñā vairāgyam ||15||
El desapego consiste en
ser consciente del control de estar libre de deseo hacia [todas] las cosas,
sean o no perceptibles
(Traducción propia)
(Otras traducciones)
Vyaas
Houston |
Vairāgya-no-apego
es el conocimiento completo (declaración) del dominio (del propio-veedor)
(con respecto a quien) no se apega a los viṣaya-objetos,
(ya) experimentados o descritos (por otros) |
Georg
Feuerstein |
La ausencia de pasión (vairāgya)
es la certeza de dominio de [el yogin que esta] sin deseo por los
objetos visibles y revelados [o invisibles]. |
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
La ausencia de pasión es el
conocimiento de dominio en quien no desea circunstancias vistas u oídas |
P.
V. Karambelkar |
El vairāgya (desapego) de uno (quien está) desinteresado de
todos los sujetos (u objetos) vistos (u) oídos indirectamente, se denomina vaśīkāra |
James
Haughton Woods |
Ausencia de pasión es la conciencia
de dominio del aspecto de uno mismo que se ha liberado de deseo tanto por los
objetos vistos como por los revelados |
Pandit
Usharbudh Arya |
El dominio establecido por quien ha
perdido toda ansia por cuestiones de experiencia o diversión, ya se perciban
físicamente por los sentidos o se escuchen en la tradición o en las
escrituras (como palabras sutiles), se denomina ausencia de pasión |
Fernando
Tola y Carmen Dragonetti |
El desapego (vairāgya) es la conciencia (saṃjñā) de dominio que tiene aquel que se ha liberado
del deseo por los objetos vistos u oídos |
Emilio
García Buendía |
El desapego (es) el ser consciente
del control de estar libre de deseo hacia las cosas vistas y oídas |
Oscar
Pujol |
El desapego es la conciencia de
autodominio que tiene una persona cuando no está apegada ni a los objetos de
este mundo ni a los del más allá |
Shriram Lele |
La rendición, lograda a través de la
fe y la persistencia de la falta de deseo por los objetos de experiencia
percibidos a través de los cinco sentidos o escuchados de los demás,
incluidos los entendidos en las Escrituras, se conoce como vairāgya o desapego |
Chip Hartranft |
En cuanto a la no reacción, uno
reconoce que la ha alcanzado por completo cuando no se apega a nada, tanto si
se trata de algo percibido directamente como de algo aprendido |
Vocabulario
dṛṣṭa-ānuśravika-viṣaya-vitṛṣṇasya
vaśīkāra-saṃjñā vairāgyam
vairāgyam (el desapego es) vaśīkāra-saṃjñā (ser consciente del control) dṛṣṭa-ānuśravika-viṣaya-vitṛṣṇasya (de estar libre de deseo por ningún objeto visto o revelado)
dṛṣṭa-: visto; 1) lo visible, lo visto, lo
contemplado, lo conocido; 2) el objeto (por extensión se aplica a la
naturaleza, prakṛti).
ānuśravika-: conforme con lo oído, basado en la tradición, revelado;
1) conocimiento revelado, tradicional; 2) representa aquello que se transmite
por medio de la tradición oral o a través del conocimiento revelado.
viṣaya-: dominio, campo o esfera de la actividad, objeto de los
sentidos; 1) cualquier objeto del conocimiento perceptivo, sensorial o mental,
lo que se muestra al disfrute de los sentidos, lo que se experimenta a través
de los sentidos, 2) el objeto de "atracción", el objeto que atrae, el
objeto con toda su "sensualidad".
vitṛṣṇa
(vitṛṣṇasya):
(masculino, genitivo, singular) de quien no tiene deseo, para quien no tiene
sed, del que es indiferente a algo; 1) forma más débil de vaitṛṣṇya.
vaśīkāra-: dominio;
1) acción de someter, de subyugar, de
poner bajo yugo; 2) control, poder dominador; 3) alcance, territorio.
—Cuando por medio
del conocimiento discriminativo se es consciente del poder de los objetos
comunes para engendrar los tres tipos de dolor, se aprende que el placer que
pueden proporcionar estos objetos es (tan efímero) como verse chamuscado por el
fuego. La diferencia entre aprender el desmerecimiento de las cosas, únicamente
por medio del estudio y la reflexión, y aprenderlo mediante la sabiduría
obtenida con el conocimiento discriminativo es como la diferencia que existe
entre oír que el fuego quema y sentirse quemado. Cuando se logra este
conocimiento acerca de la ausencia de valor de todas las cosas, predomina en la
mente un estado de completo desapego (vairāgya),
denominado técnicamente vaśīkāra.
El estado mental vaśīkāra
no se alcanza de forma súbita. Hay tres condiciones mentales de desapego
previas: 1. yatamāna,
2. vyatireka,
3. ekendriya.
El desapego yatamāna
consiste en intentar que no progrese la atracción por los objetos de los
sentidos. Si, de alguna manera se tiene éxito, es decir cuando desaparece el
apego hacia algo concreto y se debilita respecto a otros objetos, entonces,
mediante un proceso de eliminación, se puede mantener parcialmente un estado de
renunciación conocido como vyatireka.
Una vez dominado este estado mediante la correspondiente práctica, con los
órganos de los sentidos libres de atracción y solo con una tendencia de apego
latente en la mente, se alcanza ekendriya. Más adelante,
cuando el yogui no tiene que controlar ya su tendencia al apego, cuando de
forma natural su mente y sentidos permanecen libres de atracción tanto por los
objetos físicos como por los espirituales, entra en el estado de vaśīkāra,
que es el completo desapego o vairāgya.
Éste es un estado de completa indiferencia ante las cosas del mundo
(Hariharānanda Āranya, Swami "Yoga philosophy of Patañjali").
—Vaśīkāra significa
“tener el control o dominio derivado de la voluntad”. El desapego tiene su base
en que los objetos propios de nuestros sentidos no generen alteración alguna en
la mente del que los percibe pero no sólo eso, sino que dicho alejamiento
consiste en que uno es consciente del control que se tiene al respecto o, en
otros palabras, que dicho “desapego” es vaśīkāra
(García Buendía, Emilio
"El yoga como sistema filosófico”, pag. 221).
saṃjñā: (femenino, nominativo, singular) conocimiento,
entendimiento claro; 1) conciencia
completa, comprensión, entendimiento; 2) experiencia o conocimiento de las
cosas en su totalidad.
—La
palabra vaśīkārasaṃjñā, usada para definir vairāgya, establece claramente que vairāgya es una función de la facultad
cognoscitiva. Vairāgya
es una clase de jñāna (es de naturaleza reflexiva). La
palabra saṃjñā,
aquí, significa "conocer" (sam + raíz jñā + sufijo en el sentido de bhāva). Cuando un aspirante asume que cada
objeto esta desprovisto de valor intrínseco, o cuando es capaz de darse cuenta
de que no puede sentirse ilusionado o superado por cualquier objeto (interno o
externo), entonces, está firme convicción se denomina vaśīkārasaṃjñā. o vaśīkārasaṃjñāna. Una persona que puede adquirir tal
conocimiento (jñāna) no puede ser molestada o afectada
por los objetos. En el intelecto de tal persona, los objetos no aparecen como upādeya (capaces de ser aceptados), o como heya (capaces de ser ignorados).
Permaneciendo en el estado conocido como madhyastha,
se utiliza toda clase de objetos con el fin de alcanzar el objetivo o ideal. Un
madhyastha acepta o rechaza algo, o se complace
en una acción sin ser influenciado por factores externos. En tal estado, el
aspirante es capaz de subyugar los saṃskāra de aquellas acciones que esté
realizando. La persona que posea el antedicho vaśīkārasaṃjñā transciende tṛṣṇā (el deseo). A tan excelso ser, viṣaya aparece como sin atractivo y se ayuda
de toda clase de objetos para su propósito específico. Es innecesario decir que
tal propósito es ni más ni menos que fomentar un desarrollo de sattva en la sociedad. Cuando una persona
cesa de actuar, es decir, cuando no actúa influido por los vāsanā, se puede decir que es un tyāgin. Tyāga
(renunciación) puede ser una expresión externa de vairāgya, pero no debería presuponerse la
existencia de vairāgya
necesariamente. Si tyāga
tiene su origen en vaśīkārasaṃjñā, entonces y solo entonces, tyāga puede mantener su carácter con éxito;
en otro caso, tyāga
se volverá un medio para el libre divertimento. Tal divertimento se encuentra a
veces en estado inconsciente. Vaśīkārasaṃjñā indica que el conocedor de objetos
es, de alguna forma, más importante que el objeto conocido. Sin el conocedor
todo lo conocible pierde sentido. El conocimiento de que el conocedor es
absolutamente diferente de los objetos conocidos lleva a un extremo vitṛṣṇā (ausencia de deseos). Cuando un
aspirante realiza que el conocimiento absoluto es inmutable e infinito,
entonces el antedicho vairāgya
se nutre con el conocimiento divino de la conciencia absoluta (citiśakti).
Es el estado de paravairāgya. (Shankar Bhattacharya, Ram
"Yoga Institute Magazin").
—Apegarse
a los objetos de la experiencia es una propiedad natural de la mente, citta;
una razón es que los objetos existen para este propósito. Ellos deben
proporcionar experiencia al draṣṭuḥ, al observador. ¿Cómo se puede
escapar de esta situación? Patañjali sugiere un camino. Persuadir es también
una propiedad de citta. A veces, citta,
la mente, pierde interés en los objetos de la experiencia. Esta propiedad se
describe como vitṛṣṇa, falta de deseo. Esto podría deberse
a algo más interesante, más atractivo, más vinculante que atrae la atención de citta,
la mente. La mente necesita ser persuadida para que experimente este tipo de
experiencias. Esto se conoce como vaśīkāra, suave persuasión. El otro contexto
en el que se usa esta palabra, vaśīkāra, es amante. La palabra vaśīkāra se deriva del verbo raíz kṛ,
que significa hacer, vaśi, que significa someter por
encantamientos, derivada del verbo raíz vaś,
que significa encantar, embelesar; en inglés, la palabra vassal, sometido, dominado, se
deriva de esta misma raíz. Vaśīkāra significa sometido con medios
persuasivos. La palabra saṃjñā se deriva del verbo raíz jñā,
que significa conocer, comprender. El prefijo sam
denota juntos, amplitud. Saṃjñā por lo tanto significaría saber de
manera integral. Saṃjñā, como sustantivo, significaría
conocimiento o comprensión integral. Vaśīkāra saṃjñā significaría un conocimiento
exhaustivo sobre cómo se produce la subyugación, cómo se produce el dominio de
la falta de deseos (Lele, Shriram “Pātañjalayogasūtrani.
Translation with notes”,
pag 17).
vairāgya
(vairāgyam): (neutro,
nominativo, singular) desapego, indiferencia; 1) conciencia de dominio que
posee quien no tiene deseo por ningún objeto visto o revelado.
—La
decisión de observar la experiencia sin reaccionar ante ella (vairāgya) es el potencial que genera el sin
esfuerzo. Vairāgya significa literalmente “no agitarse”
y se refiere a la reacción que surge en el instante en que percibimos algo (Hartranft, Chip “Los
Yoga Sutra de Patañjali. La versión definitiva del libro del maestro”, pag 33).
1.15(19): striyo’nnaṃ pānam
aiśvaryam iti dṛṣṭa-viṣaye
vitṛṣṇasya svarga-vaidehya-prakṛti-layatva-prāptāv
ānuśravika-viṣaye vitṛṣṇasya,
divyādivya-viṣaya-samprayoge’pi
cittasya viṣaya-doṣa-darśinaḥ prasaṅkhyāna
abalād anābhogātmikā
heyopādeya-śūnyā
vaśīkāra-saṃjñā vairāgyam ||15||
El desapego (vairāgya)
es la conciencia de autodominio que posee quien no tiene deseo por ningún
objeto, sea o no perceptible. Es la conciencia de quien permanece inalterable ante objetos burdos o visibles, como objetos sexuales, alimentos, bebidas o
poder, y ante objetos o estados descritos o sutiles, como la obtención del paraíso, el estado de
los dioses o el de los que se absorben en prakṛti (naturaleza); se es íntimamente consciente de los defectos
de estos objetos gracias al logro del conocimiento discriminativo obtenido
mediante la meditación, y se permanece completamente libre de su influencia e
indiferente ante los pares de opuestos; esta conciencia de autodominio que no
acepta ni rechaza cosa alguna, es un estado mental libre de asociaciones
verbales que se denomina vaśīkārasaṃjñā y que constituye el desapego (vairāgya).
—Vairāgya puede traducirse como “desapego”,
presentando un significado comparable a vitṛṣṇā (ausencia de sed), tyāga (abandono) y saṃyasa (renunciación). Se puede contemplar
como el polo “negativo” del yoga, en contraste con el polo “positivo” de abhyāsa. Mientras que esta última implica un
compromiso diligente en ciertas formas de actividad, con objeto de condicionar
la mente para intensificar la firmeza, vairāgya consiste en un sistemático
descondicionamiento mental, centrado en un desapego o desidentificación con las
distintas formas de existencia fenomenal (prakṛti). No es que se vuelva insensible o
que las emociones “se sequen”; al contrario, el yogui se vuelve más compasivo
al ver con más claridad que nadie la insatisfacción y el sufrimiento inherentes
en el saṃsāra (Burley, Mikel "Hatha-Yoga - Its Context, Theory and Practice").
—Vairāgya supone un acto de voluntad encaminado
a someter al deseo, y ese acto es consciente, como es consciente el
sometimiento del deseo que resulta de él. La ausencia de deseo, espontáneamente
producida por la vejez, por la enfermedad, o por la represión inconsciente no
es vairāgya. El vairāgya hace al yogui inmune ante los
estímulos exteriores e interiores que encadenan al hombre en condiciones
normales. Es obvio que la ausencia de deseos, el desapego ante todo, facilita
la obtención de la estabilidad emocional, de la serenidad de la mente, y que
permite a la mente concentrarse más fácilmente. A su vez, el abhyāsa necesariamente impide el ejercicio del
deseo, o atenúa su acción (Tola y Dragonetti, "Yogasutras de
Patañjali" pag. 82-84).
—Como
resulta evidente a partir de la expresión “conciencia de dominio”, el
desapasionamiento es más que un ocasional rechazo o un retiro fortuito;
representa el logro genuino firmemente anclado en las profundidades del propio
ser —no un simple escape del mundo sino la trascendencia del mundo; no un
neurótico auto-encierro, sino la conciencia de
equilibrio de toda la vida del individuo bajo la luz de los más elevados
ideales; la extinción del deseo por las cosas efímeras (Feuerstein, Georg
"The Yoga-Sūtra of Patañjali").
—El
desapego se explica en conexión con dos esferas distintas: los objetos vistos y
los objetos oídos. Estos términos tienen significados muy amplios.
Tradicionalmente, el término “visto” (dṛṣṭa) designa la esfera completa del mundo
visible, es decir, de lo que se percibe a través de los órganos de los
sentidos. Se trata del mundo profano, del mundo exterior. El término “oído” (ānuśravika) representa aquello que se transmite
por medio de la tradición oral o a través del conocimiento revelado. Es el
mundo interior, el mundo sagrado, el universo celestial (Bouanchaud, Bernard
"The essence of Yoga").
—Prasaṃkhyāna es el logro de vivekakhyāti o máximo
conocimiento discriminativo. Anābhoga es lo opuesto a ābhoga lo cual hace referencia a un estado
mental de completa inmersión en un asunto, por ejemplo, la mente en
concentración. La mente, en estado de distracción, se encuentra llena con las
preocupaciones diarias. El estado de ābhoga se posee respecto a objetos con los
cuales nos sentimos muy apegados o que nos acaparan especialmente. Cuando
desaparece el apego, la mente se libera de su influencia negativa. Entonces, en
raras ocasiones pensamos o nos sentimos atraídos por ellos (Hariharānanda
Āranya, Swami "Yoga philosophy of
Patañjali").
—El
desapego según lo definido por Patañjali no implica un simple apartamiento del
deseo y la indiferencia de forma impasible o supresora a través de alguna forma
de alejamiento intermitente; más bien, desapasionamiento significa una
conciencia (saṃjñā)
de dominio (vaśīkāra). El dominio —la liberación de la
tendencia a identificarse erróneamente con los vṛttis— es una parte esencial del desapego.
Si esto no fuera así, se podría pensar erróneamente que se había alcanzado el vairāgya cuando simplemente no se hubiera
tomado contacto con los objetos de deseo o se careciese de capacidad para
disfrutarlos. Visto aquí, la traducción aceptada normalmente de duḥkha como "sufrimiento", en
cierta forma, deja mucho que desear. En el presente contexto en discusión, duḥkha, que puede traducirse como
"insatisfacción", se refiere a la incapacidad para estar satisfecho.
En Yoga (y en Sāṃkhya, ver SK 23) tal estado de falta de capacidad o
impotencia se refiere a un estado de tamas.
Duḥkha es un estado de insatisfacción
generado por causas internas, psicológicas y subjetivas, al menos tanto como
por causas externas y objetivas. Tampoco podría vairāgya implicar un abandono superficial de
las propias aversiones (dveṣa) hacia el mundo, otras personas o
cosas. Cualquier rechazo literal (físico) de objetos que implique un modo
externo de renuncia a lo que es esencialmente una condición interior afligida
de la mente simplemente resultaría en la evitación o incapacidad de lidiar con
situaciones de la vida real, perpetuando así la aflicción original. Por
ejemplo, el hecho de estar unido a un estado de impotencia o desamparo (tamas), puede desarrollar fácilmente una
aversión o actitud negativa hacia el mundo que interiorice la ira o el dolor.
Por lo tanto, "el abandono" del mundo, tal vez incluyendo la familia
y las relaciones personales, significa simplemente que se ha desentendido de
trabajar a través del dolor profundamente arraigado. El mecanismo del ego se
cierra sobre sí mismo sin encontrar un responsable salvo el mundo. El resultado
de tal aversión o apego negativo puede adoptar la forma de una lucha compulsiva
para "rendirse" o escapar del mundo "practicando" el
apartamiento o la indiferencia hacia él. Pero el yoga no trata de cultivar
actitudes amorales, ni implica un escape de los propios saṃskāras, vāsanās y tendencias mentales-emocionales.
Retirarse del mundo por temor, ira, codicia u orgullo, o simplemente evitar la
interacción social con otros como si tales interacciones tuvieran poca o
ninguna importancia en el Yoga, es malinterpretar profundamente el significado
y el propósito del Yoga. Anestesiar nuestros sentimientos, dejar de ser
responsables o comprometidos con nuestras acciones, intenciones o actitudes
hacia los demás y el mundo, es un signo de arrogancia más que de iluminación (Whicher, Ian "Nirodha, yoga praxis and
the transformation of the mind", pag 26)
—Hay
cinco etapas en vairāgya: 1) Controlar los
sentidos y liberarlos de la atracción por los objetos se denomina yatamāna.
Como no es posible controlar todos los sentidos al mismo tiempo se debe
intentar de uno en uno hasta lograr dominarlos todos. 2) Mediante el control de
los pensamientos se queman los deseos que obstaculizan el movimiento de citta hacia el alma.
Esto es vyatireka.
3) Cuando los cinco sentidos de percepción y los cinco órganos de acción se han retirado de su contacto con
los objetos externos, aún permanece un mínimo deseo en estado causal que se
experimenta solo mentalmente: es ekendriya. La mente quiere
jugar un papel doble: cumplir los deseos sensuales y, al mismo tiempo,
experimentar la autorrealización. 4) Vaśīkāra
se alcanza cuando se superan todos los anhelos y se desarrolla la indiferencia
hacia todo tipo de apego, no-apego y desapego. Ahora, los once sentidos están
subyugados. 5) A continuación se desarrolla paravairāgya,
la forma suprema de renunciación: la liberación ante sattva, rajas
y tamas.
Estado de vairāgya |
Estado de
involución de |
|
1. yatamāna |
viśeṣa |
indriya |
2. vyatireka |
viśeṣa |
indriya |
3. ekendriya |
viśeṣa |
indriya |
4. vaśīkāra |
aviśeṣa |
tanmātra y asmitā |
liṅgamātra |
tanmātra y asmitā |
|
5. paravairāgya |
aliṅga |
(Iyengar, BKS "Light on the Yoga Sūtras
of Patañjali").
—Aislarse
del mundo o huir de las tentaciones, no ayuda a adquirir verdadero vairāgya, aunque pueda ser necesario en las
etapas primeras para adquirir el control de sí mismo. La verdadera arma que
debe usarse para adquirir vairāgya es la luz más penetrante de buddhi
que se expresa como viveka. Viveka y vairāgya
son dos aspectos del mismo proceso de disipación de ilusiones. A medida que
este proceso alcanza un nivel más profundo, se transforma más y más en
conocimiento (jñāna) y se hace casi indistinguible de él
(Taimni, I.K. "La ciencia de
© Yogadarshana – Yoga y
Meditación