Yogadarshana
Prāṇāyāma:
fisiología sutil
Inicio-Home | Āsanas | PRĀṆĀYĀMA
| Meditación | Yoga Sūtras | Darśana
Pūraka-Kumbhaka-Recaka
| Haṭha Yoga Pradīpikā
| Gheraṇḍa Saṃhitā
Fisiología
|
FISIOLOGÍA SUTIL | Introducción | Respiración completa
| Kumbhaka | Ritmos | Bandhas | Prāṇāyāmas
menores
Ujjāyī
| Kapālabhātī
| Bhastrikā | Sūryabheda | Candrabheda | Nāḍiśodhana
| Viloma | Anuloma
| Pratiloma | Bhrāmarī | Práctica progresiva
Los
siguientes conceptos relativos al cuerpo sutil son oscuros y se analizan
someramente para explicar su significado relacionado con la práctica del prāṇāyāma.
PRĀṆA
Por el término
sánscrito prāṇāyāma, se conoce un extenso conjunto
de técnicas para controlar el prāṇa, concepto que significa a
la vez energía y vida. Prāṇa es un término sánscrito para
denominar la energía esencial del universo, y es concepto intraducible en toda
su profundidad a nuestro idioma. Por otro lado, ayāma significa
controlar y expandir o alargar. De ahí nace el término para denominar el
conjunto de técnicas de control de la respiración, prāṇāyāma:
control o expansión del prāṇa, de la energía universal que
recorre nuestro cuerpo.
El prāṇa
se encuentra impregnando de vida, fuerza o actividad todo lo que de por si es
inerte, inactivo. En la cultura científica, sus formas más conocidas son las
distintas energías que contempla la ciencia: electricidad, magnetismo, energía
atómica, etc. Sin embargo, tradicionalmente, el prāṇa es el
motor evolutivo que podemos encontrar en los cinco elementos de la naturaleza:
tierra, agua, aire, luz y espacio vacío. Dada su gran variedad de manifestaciones,
el prāṇa podemos encontrarlo en todo aquello que nos
proporciona fuerza y salud: luz solar, aire, agua y alimentos puros. Pero no
solo en cosas concretas, también se halla en las emociones positivas (alegría,
amor, serenidad), las acciones puras y el comportamiento correcto. El prāṇa
se halla íntimamente conectado con nuestros aspectos mental y espiritual. Por
eso mismo, la concentración durante la ejecución de los ejercicios es
fundamental.
Con todo, la
fuente más importante del prāṇa es la atmósfera. Por medio
del prāṇāyāma regulamos el prāṇa
en nuestro interior, a través de ciertos ejercicios respiratorios. De esta
forma podemos influir en su adquisición del exterior y en su distribución
dentro del cuerpo.
El objetivo es
doble: 1) cargarnos de energía vital que nos mejore la salud física, y 2)
activar ciertas energías latentes en nuestro interior que nos puedan conectar
con otra dimensión más profunda, con otra forma de “ver” la realidad.
El prāṇa
dentro del cuerpo se divide a su vez en cinco categorías distintas (vāyus,
aires), dependiendo de sus funciones principales:
— prāṇa
vāyu
es la función de apropiación de energía y se asocia principalmente con la
inspiración. Reside en el tórax.
— samāna vāyu, es la
función de asimilación de la energía; se asocia principalmente con los procesos
digestivos. Reside en el vientre.
— vyāna
vāyu es la función de distribución de la energía; se asocia con la
circulación sanguínea y linfática, así como con el sistema nervioso. Se halla
en todo el cuerpo.
— apāna vāyu
es la función de eliminación de la energía, asociada con la espiración y con
todas las funciones excretoras del organismo. Reside en el ano.
— udāna vāyu
es la función de expresión de la la energía; se
asocia con el habla y reside en la garganta.
El
funcionamiento equilibrado de prāṇa y apāna
condiciona y asegura casi automáticamente el funcionamiento correcto de samāna
y vyāna. Pero, además, durante
el prāṇāyāma, se efectúa un esfuerzo especial para
invertir la corriente de energía apāna, por lo general dirigida
hacia abajo, para atraerla hacia arriba y llevarla al encuentro de prāṇa.
Se considera que la unión de prāṇa y apāna
proporciona resultados de particular importancia para la experiencia última del
yoga.
Según el Haṭha
Yoga, existen incontables canales sutiles o nāḍīs en
el cuerpo a través de los cuales prāṇa puede entrar y salir.
Hay muchos nāḍīs, pero en el contexto del prāṇāyāma
solo se consideran los tres más importantes: iḍā, piṅgalā
y suṣumṇā, que corren a lo largo de la columna
vertebral. Suṣumṇā corre en línea recta hacia arriba,
por el interior de la columna vertebral, mientras que iḍā y piṅgalā
cruzan de un lado a otro la columna varias veces (en algunas representaciones,
como la de la figura, estas dos nāḍīs no se cruzan y
corren paralelas a ambos lados de suṣumṇā).
Iḍā nāḍī
pasa por la fosa nasal izquierda y representa la energía fría de la luna y el
aspecto femenino del ser humano; piṅgalā pasa por la derecha
y representa la energía caliente del sol y el aspecto masculino.
De forma
ideal, prāṇa fluye sin obstáculos a lo largo de todos estos
canales, pero sólo cuando no están bloqueados por impurezas. Por lo general prāṇa
no puede alcanzar suṣumṇā y sólo fluye por iḍā
y piṅgalā y, en muchos casos, con dificultad. Cuando prāṇa
y apana, las energías masculina y femenina circulando por iḍā
y piṅgalā, se unen gracias a la práctica del prāṇāyāma,
entonces prāṇa penetra en suṣumṇā y
despierta a kuṇḍalinī.
El suṣumṇā
o nāḍī central se reconoce como el camino ideal para prāṇa.
Si prāṇa fluye por este canal, se concentra tanto en el
cuerpo que sus efectos se esparcen por todo el organismo de forma ideal. Cómo y
dónde fluya prāṇa en el organismo tiene una consecuencia
directa para nuestro estado mental
Los cakras,
literalmente “ruedas” o “lotos”, son centros sutiles donde se condensa la
energía primordial (prāṇa).
Aunque hay
numerosos cakras distribuidos por todo el cuerpo, siete son los
principales, y se localizan a lo largo de la columna vertebral.
— Sahasrāra
cakra (loto de los mil pétalos), se localiza en la cima de la cabeza. Se
trata de un centro psico energético de estructura luminosa compuesto de
innumerables filamentos que se extienden hasta el infinito. Se corresponde con
el nivel último de la realidad, por un lado, y con el cerebro por otro. En sahasrāra
reside Śiva (puruṣa), la conciencia suprema. Cuando Śakti
(prāṇa o kuṇḍalinī), la energía
divina, asciende a través de suṣumṇā, atravesando los
demás cakras y se une a Śiva, tiene lugar la iluminación, el
samādhi más profundo.
— Ājñā
cakra (loto del conocimiento), situado a la altura del entrecejo, detrás
del hueso frontal. Funciona como órgano sutil encargado de transmitir y recibir
comunicaciones telepáticas. Gracias a su actividad tiene lugar la clarividencia
y otras facultades paranormales. Se denomina popularmente “tercer ojo”.
— Viśuddha
cakra (loto de la pureza), se encuentra en la garganta, concretamente en la
faringe y las cuerdas vocales; se conecta con el quinto elemento, el espacio
vacío o ākāśa y, por tanto, con el sonido. Este cakra
controla udāna vāyu, especialmente a través de ujjāyī
prāṇāyāma.
— Anāhata
cakra (loto del sonido místico), localizado en la zona del corazón y
conocido también como hṛd padma o hṛdaya kamala.
Se asocia con el elemento aire; se conecta con las emociones y es preciso
activarlo lo antes posible para evitar problemas físicos y emocionales que
pueden surgir con la activación de los tres cakras inferiores. Con su
activación es posible oír el sonido místico denominado “nāda”.
— Maṇipūra
cakra (loto de la ciudad de las joyas) o nābhi cakra se
localiza en el ombligo. Se asocia con el elemento del fuego y con el proceso
digestivo a nivel físico. Se corresponde con el plexo solar.
— Svādhiṣṭhāna
cakra (loto establecido en si mismo). Se localiza
en los genitales y se asocia con el segundo elemento, el agua, y con el sentido
del gusto. Más que ningún otro cakra, éste se relaciona con el deseo y,
especialmente, con el deseo sexual.
— Mūlādhāra
cakra (loto raíz). Se localiza en la base de la columna y es el polo
opuesto del loto de los mil pétalos. Si éste último representa la
trascendencia, la omnipresencia divina y la liberación, el mūlādhāra
cakra simboliza la inmanencia, la limitación física y las ataduras. Es la
base y el soporte de los otros cakras porque en él reside la energía
divina denominada kuṇḍalinī śakti.
KUṆḌALINĪ
En los
sistemas tántricos, la energía divina (Śakti) se polariza en dos
formas: una potencial o estática (denominada kuṇḍalinī)
y otra dinámica (denominada prāṇa). Prāṇa
es la responsable de mantener todos los procesos vitales, mientras que kuṇḍalinī
es la reserva ilimitada de energía que permanece enrollada en forma potencial
en la base de la columna, en el cakra inferior.
Tradicionalmente,
se identifica a kuṇḍalinī con el dinamismo, la fuerza
evolutiva de la especie humana, aletargada en cada individuo. Es muy activa
hasta la edad adulta, y luego se adormece, se hace latente. Por eso a kuṇḍalinī
se la representa en forma de serpiente, que simboliza la fuerza de la especie,
situada en el cakra mūlādhāra, debajo de los genitales.
Esta serpiente se enrolla tres veces y media alrededor del liṅga,
el signo de Śiva, el falo sagrado, encerrado en un triángulo con la
punta hacia abajo, que simboliza el sexo femenino. Mas kuṇḍalinī
no es la sexualidad, ni el encuentro de los sexos, aunque está ligada a la
sexualidad y se expresa a través de ella.
El despertar y
la activación de esta fuerza es uno de los elementos esenciales del prāṇāyāma.
Mediante la
práctica constante, generalmente de años de esfuerzos, mediante el conocimiento
y práctica de técnicas muy secretas, aplicadas bajo la vigilancia personal y
continua de un guru, kuṇḍalinī despierta y
asciende por la columna vertebral, dirigiéndose al encuentro de la fuerza del
individuo, del “yo real” (puruṣa) situado en la cima de la cabeza,
en el cakra sahasrāra. Cuando llega a su encuentro se produce un
acontecimiento cósmico: el samādhi más profundo. En todos los
cuerpos yace dormida la misma energía, como un centro estático.
En casos muy
raros y aislados, kuṇḍalinī puede despertar
accidentalmente en forma espectacular y trasmutar todo el ser humano. Este
despertar puede ser muy peligroso porque no es controlable por quien lo sufre.
Muy diferente es su despertar parcial y progresivo, el cual no ofrece peligro
para el que aplica las técnicas del yoga. El que practica prāṇāyāma
no sólo asegura el control de las energías pránicas que penetran en él, se
hace capaz de acumularlas y dirigirlas a voluntad, sino que puede beneficiarse
de este dinamismo evolutivo y desarrollar su “creatividad” real.
Kuṇḍalinī es un
concepto que está rodeado de mucho misterio y superstición. Una interpretación
más racional sobre kuṇḍalinī
identifica esta fuerza con la ignorancia esencial (avidyā) que
reside en todo ser humano. Más que una fuerza cósmica a desarrollar, se
trataría entonces del principal obstáculo psicológico residente en nuestro
interior y que podemos eliminar dirigiendo prāṇa a su
encuentro. En este caso, es prāṇa la energía que penetra en suṣumṇā,
la que “quema” la ignorancia, eliminando los obstáculos que impiden su libre
circulación a través del nāḍī central. De esta forma, el
momento en que se quema kuṇḍalinī es el mismo en que avidyā
deja de existir. Entonces prāṇa puede entrar en suṣumṇā
y lentamente moverse hacia arriba, hacia el encuentro con puruṣa,
profundizando el samādhi.
En muchos
casos, prāṇa elimina a kuṇḍalinī poco
a poco y aunque puede circular por suṣumṇā, lo hace con
dificultad debido a los bloqueos que aún existen. Esto significa que la mente
oscila entre estados como dhyāna y samādhi regresando
de nuevo a estados de distracción.
Fisiología | FISIOLOGÍA SUTIL | Introducción | Respiración completa
| Kumbhaka | Ritmos | Bandhas | Prāṇāyāmas
menores
Ujjāyī | Kapālabhātī
| Bhastrikā | Sūryabheda | Candrabheda | Nāḍiśodhana
| Viloma | Anuloma
| Pratiloma | Bhrāmarī | Práctica progresiva
©
Yogadarshana – Yoga y Meditación