Yoga Sūtras
Aforismos sobre Yoga de Patañjali
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Actualizado:
noviembre 2024
Pātañjalayogaśāstra
(jātilakṣaṇadeśair anyatānavacchedāt
tulyayos tataḥ pratipattiḥ)
171.
A continuación se describen los aspectos concretos de los objetos de
éste conocimiento. De la sabiduría que nace del discernimiento se deriva el “conocimiento-de-la-diferencia” entre objetos similares, ya que su diferencia no es discernible
por medio del condicionamiento externo, las características sujetas al paso del
tiempo y la posición en el espacio.
172.
Si dos objetos se asemejan en su localización espacial y en sus
características temporales, los distinguiremos mediante la diferencia en su
condicionamiento externo, como por ejemplo: “esto es una vaca y esto otro es una yegua”.
171. Cuando los condicionamientos
externos y su localización espacial son los mismos, se diferencian por sus
características: “esta vaca
posee ojos negros y aquella otra manchas en la piel”.
En el caso de dos frutos iguales, con el mismo condicionamiento externo y las
mismas características, se pueden diferenciar por su distinta posición: “éste es el de delante y aquél el de detrás”.
Pero si el fruto de delante se traslada a la
posición de atrás mientras el observador esta distraído con otra cosa, entonces
no se puede determinar correctamente cual es cual; tal
discriminación debería efectuarse por medio de un infalible conocimiento de la
verdad, y así se ha establecido en este aforismo: de ahí —es decir, del conocimiento que nace de la
discriminación— se deriva el conocimiento correcto de
los dos frutos.
¿Cómo es posible conocer su
diferenciación? Su posición en el momento de encontrarse delante es distinta de
su posición cuando se encuentra detrás. Los dos frutos son distintos en base a
sus respectivas experiencias en sus localizaciones instantáneas.
173. La diferencia entre ellos se basa
en estas distintas experiencias en Su posición en el momento de encontrarse
delante es distinta de su posición cuando se encuentra detrás. Los dos frutos
son distintos en base a sus respectivas experiencias en sus localizaciones
instantáneas. Este ejemplo ilustra como un yogui experto puede, a
partir de la diferencia entre sus distintos deśas instantáneos, obtener la idea de diferencia incluso
entre dos átomos, a partir de la percepción directa de la localización
instantánea del átomo de delante, aunque sea idéntico en condicionamiento
externo y características temporales al otro átomo; cuando el de atrás se
coloca en la posición delantera, experimenta esta nueva posición en un momento
distinto. En el caso del Ser Supremo y el yogui, el conocimiento de la
distinción entre dos átomos surge a partir de la diferencia entre instantes. En este punto, sin embargo, hay otras opiniones que mantienen que la
idea de distinción se efectúa en último caso en base a sus particularidades
concretas. Son distinciones de localización y características, y distinciones
de forma, distancia y clase lo que causa la diferencia. Al respecto, Vārṣagaṇya dice: “dado que no existe diferencia de forma o distancia
en la causa primera, no existen distinciones en el fundamento”.
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya (s. V.)
3.53(171): tasya viṣaya-viśeṣa
upakṣipyate—
A continuación se describen los aspectos concretos
de los objetos (de éste conocimiento).
जातिलक्षणदेशैरन्यतानवच्छेदात्तुल्ययोस्ततः
प्रतिपत्तिः॥५३॥
jātilakṣaṇadeśair
anyatānavacchedāt tulyayos tataḥ pratipattiḥ ||53||
De ahí (de esa sabiduría), se deriva
el “conocimiento-de-la-diferencia” entre objetos similares, ya que su diferencia no es discernible
por medio del condicionamiento externo, las características [sujetas al paso
del tiempo] y la posición [en el espacio]
(Traducción propia)
(Otras traducciones)
Vyaas
Houston |
De éste, la constatación de la diferencia entre similares (no distinguibles normalmente), debido a no estar restringido en su diferencia por medio de categoría, potencial y posición |
Georg
Feuerstein |
Entonces [surge para él] la conciencia de [la diferencia entre] similares que normalmente no pueden distinguirse debido a la indeterminación en su distinción por especies, apariencia y posición |
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
De ahí, hay constatación de dos cosas que son similares, debido a que no están limitadas (separadas) por diferencias de nacimiento, designación y lugar |
P.
V. Karambelkar |
De éste (del saṃyama recomendado en el sūtra precedente, III.52, o del vivekaja-jñāna que surge de él) (se vuelve posible) el conocimiento de la distinción entre dos cosas muy similares, que parecen idénticas puesto que no pueden diferenciarse por (los medios usuales de) sus especies, (especiales) características y lugares |
James
Haughton Woods |
Como resultado de esto surge el más profundo conocimiento de dos cosas similares que no pueden diferenciarse por razón de especie, marca característica o punto del espacio |
81. Phulgenda
Sinha |
De ello (del saṃyama sobre el período de tiempo más diminuto) el practicante adquiere conocimiento para distinguir entre cosas idénticas que no pueden diferenciarse sobre la base de clase, lugar de origen o características |
Emilio
García Buendía |
Por ello (se consigue) la distinción de dos (cosas) similares sin separación cuando no hay diferencia por su forma de existencia, sus atributos o su lugar (en el espacio) |
Oscar
Pujol |
Y a partir de esto la distinción de dos cosas idénticas, aunque no estén diferenciadas por la especie, las propiedades y el lugar |
Chip Hartranft |
Esta percepción permite distinguir las cosas que, a través de sus orígenes, características o posiciones similares, parecían ser continuas |
Vocabulario
jāti-lakṣaṇa-deśaiḥ anyatā
anavacchedāt tulyayoḥ tataḥ pratipattiḥ
tataḥ (de ahí), pratipattiḥ
(conocimiento) tulyayoḥ (entre similares), anyatā
anavacchedāt (ya que su
diferencia no es discernible) jāti-lakṣaṇa-deśaiḥ (por medio del condicionamiento externo, las
características y la posición)
jāti-: nacimiento, producción;
1) entorno social determinado, clase social; 2) especie, clase, categoría de
existencia o vida; 3) representa los condicionamientos externos, lo que vincula
a una persona con un ambiente determinado.
lakṣaṇa-: característica, marca, símbolo; 1) modo de existencia específica de un objeto, 2) característica
particular sujeta al paso del tiempo, 3) aparición en el tiempo.
deśa (deśaiḥ): (m, ins, pl) mediante el lugar,
posición, región, espacio o punto.
anyatā-: “otroidad”, diferencia, distinción.
anavaccheda (anavacchedāt): (m, abl,
sg) puesto que no está limitado, condicionado o
particularizado.
tulya
(tulyayoḥ): (m, gen,
du) de comparables, de similares.
tad
(tataḥ): (indecl) en consecuencia, de esta forma, de ahí, desde allí, desde entonces,
por eso, por lo tanto, por consiguiente, así, como, igual que.
pratipatti (pratipattiḥ): (f, nom, sg) obtención, ganancia, conocimiento, percepción,
constatación.
Otras
variaciones del texto original:
jātilakṣaṇadeśairanyatā’navacchedāttulyayostataḥ
pratipattiḥ
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya (s. V.)
3.53(172): tulyayosr deśa-lakṣaṇa-sārūpye
jāti-bhedo’nyatāyā hetur gaur iyaṃ baḍaveyam
iti |
Si dos
objetos se asemejan en su localización espacial y en sus características
temporales, los distinguiremos mediante la diferencia en su condicionamiento
externo, como por ejemplo: “esto es una vaca y esto otro es una yegua”.
—Las “dos cosas que son similares” se refieren
a la forma inactiva o latente de prakṛti y a la pureza de puruṣa,
cuyas diferencias deben ser comprendidas… En
consecuencia, si leemos estos sūtras secuencialmente, el sūtra III:53, en lugar de ser una digresión en referencia
a un poder mundano, de hecho, es parte de una secuencia que llega a una
descripción del objetivo de la práctica del Yoga (Chappel, Christopher Key, "Interpretando a Patañjali sin
Vyāsa", págs. 21-22).
—El contenido
de este sūtra se
presta a una doble interpretación. Por un lado y dado el contexto de lo que se viene
tratando en los aforismos anteriores, cabe interpretar que lo que se trata de
diferenciar ahora como último paso para alcanzar la liberación es conseguir
discriminar y percibir la diferencia de dos entidades que prácticamente serían
idénticas a las que se denominan sattva de la mente y la consciencia pura o puruṣa. Pero por otro lado, cabría
considerar que de lo que se habla aquí tiene un carácter más general y que se
señala el modo de llegar a discernir, en general, entre dos cosas que son en
principio indiscernibles por compartir su forma externa, sus atributos y su
posición espacial (García Buendía, Emilio, "El yoga como sistema
filosófico", pág. 426).
—A medida que nos
acercamos al YS
3.55, que define kaivalya en
términos de similitud y diferencia entre sattva y puruṣa, diría que puruṣa y sattva son el
ejemplo más destacado de "cosas similares", que no pueden
distinguirse, excepto por un yogui perspicaz. Los comentaristas en su glosa
hablan de la mirada yóguica como capaz de ver diminutas diferencias entre
objetos similares en el mundo, que el ojo convencional no puede ver (Raveh, Daniel “Expolring The
Yoga Sutras. Philosophy and Translation", pag 144, nota 53).
3.53(171):
tulya-deśa-jātīyatve lakṣaṇam anyatva-karaṃ—kālākṣī
gauḥ, svastimatī gaur iti |
Cuando los
condicionamientos externos y su localización espacial son los mismos, se
diferencian por sus características (lakṣaṇa): “esta vaca posee ojos negros y aquella otra manchas en la piel”.
3.53(171): dvayor āmalakayor
jāti-lakṣaṇa-sārūpyād deśa-bhedo’nyatva-karaḥ—idaṃ pūrvam idam uttaram iti |
En el caso
de dos frutos iguales, con el mismo condicionamiento
externo y las mismas características, se pueden diferenciar por su distinta
posición: “éste es el de
delante y aquél el de detrás”.
3.53(171): yadā tu pūrvam
āmalakam anya-vyagrasya jñātur uttara-deśa upāvartyate,
tadā tulya-deśatve pūrvam etad uttaram etad iti
pravibhāgānupapattiḥ |
3.53(171): asandigdhena ca
tattva-jñānena bhavitavyam ity ata idam uktaṃ tataḥ
pratipattir vivekaja-jñānād iti |
tal
discriminación debería efectuarse por medio de un infalible conocimiento de la
verdad, y así se ha establecido (en este sūtra): de ahí —es decir, del conocimiento que nace de la discriminación— se deriva el conocimiento correcto (de los dos frutos).
3.53(171): kathaṃ?
pūrvāmalaka-sahakṣaṇo deśa uttarāmalaka-saha-kṣaṇa-deśād
bhinnaḥ | te cāmalake sva-deśa-kṣaṇānubhava-bhinne
|
¿Cómo (es
posible conocer su diferenciación)? Su posición en el momento
de encontrarse delante es distinta de su posición cuando se encuentra detrás.
Los dos frutos son distintos en base a sus respectivas experiencias en sus
localizaciones instantáneas.
3.53(173): anya-deśa-kṣaṇānubhavas
tu tayor anyatve hetur iti |
La
diferencia entre ellos se basa en estas distintas experiencias en sus
localizaciones instantáneas.
3.53(173): etena dṛṣṭāntena
paramāṇos tulya-jāti-lakṣaṇa-deśasya
pūrva-paramāṇu-deśa-saha-lakṣaṇa-sākṣātkaraṇād
uttarasya paramāṇos tad-deśānupapattāv uttarasya
tad-deśānubhavo bhinnaḥ sahakṣaṇa-bhedāt tayor
īśvarasya yogino’nyatva-pratyayo bhavatīti |
Este ejemplo
ilustra como un yogui experto puede, a partir de la diferencia entre sus distintas
localizaciones instantáneas, obtener la idea de diferencia incluso entre dos
átomos, a partir de la percepción directa (sākṣātkaraṇa) de la localización instantánea del átomo de
delante, aunque sea idéntico en condicionamiento externo y características
temporales al otro átomo; cuando el de atrás se coloca en la posición
delantera, experimenta esta (nueva) posición en un momento distinto. En el caso
del Ser Supremo y el yogui, el conocimiento de la distinción (entre dos átomos)
surge a partir de la diferencia entre instantes.
—Si dos cosas
son exactamente similares y ocupan el mismo lugar, tienen que aparecer y
desaparecer alternadamente en esa posición y, en tales circunstancias, el
factor tiempo es lo único que puede diferenciarlas. Habría que someterlas a un
análisis de tiempo con un poder separador mayor que la frecuencia con que ellas
se reemplazan en la misma posición. Pero esta frecuencia tiene un límite, que
es la frecuencia con que los “momentos” se suceden uno a otro. Por tanto, el que pueda trascender el
proceso del tiempo, debería estar en situación de distinguir entre dos cosas
que estén en esas condiciones (Taimni, I.K. “La
ciencia de la Yoga”).
—Vyāsa
propone una fórmula simple para poner a prueba la omnisciencia del yogui.
Ponerle delante dos frutos idénticos del mirobálano y después, sin que se dé
cuenta, cambiarlos de posición y pedirle cuál es cuál. Según este sūtra,
el yogui será perfectamente capaz de distinguir entre los dos frutos, aunque
hayan cambiado de posición. Los verá literalmente diferentes, porque es capaz
de contemplar el instante y su secuencia y, por tanto, puede conocer la
posición secuencial del objeto, dónde estaba antes y dónde estará después, y no
solo su posición actual. De este modo, el yogui puede diferenciar entre dos
átomos idénticos, porque puede leer su posición secuencial. Para el yogui, cada
átomo tiene un código único que consiste en su posición en la secuencia de
instantes (Pujol, Oscar “Yogasūtra”, pág. 326).
3.53(173): apare tu varṇayanti—ye’ntyā viśeṣās te’nyatā-pratyayaṃ
kurvantīti | tatrāpi deśa-lakṣaṇa-bhedo
mūrti-vyavadhi-jāti-bhedaś cānyatva-hetuḥ |
En este
punto, sin embargo, hay otros (vaiśeṣikas) que mantienen que la idea de distinción se efectúa
en último caso en base a sus particularidades concretas. Son distinciones de
localización y características, y distinciones de forma, distancia y clase lo
que causa la diferencia.
3.53(173): kṣaṇa-bhedas tu
yogi-buddhi-gamya eveti | ata uktaṃ—
«mūrti-vyavadhi-jāti-bhedābhāvān nāsti
mūla-pṛthaktvaṃ» iti vārṣagaṇyaḥ ||53||
Al respecto,
Vārṣagaṇya
dice: “dado que no existe diferencia de
forma o distancia en la causa primera, no existen distinciones en el fundamento”.
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||3.53|| padārthānāṅ
bhēdahētavō jātilakṣaṇadēśā
bhavanti. kvacidbhēdahēturjātiḥ, yathā gauriyaṅ
mahiṣī.yamiti. jātyā tulyayōrlakṣaṇaṅ
bhēdahētuḥ, iyaṅ karburēyamaruṇēti.
jātyā lakṣaṇēna
cābhinnayōrbhēdahēturdēśō dṛṣṭaḥ,
yathā tulyaparimāṇayōrāmalakayōrbhinna
dēśasthitayōḥ. yatra punarbhēdō.vadhārayituṅ
na śakyatē yathaikadēśasthitayōḥ
śuklayōḥ pārthivayōḥ paramāṇvōstathāvidhē
viṣayē bhēdāya kṛtasaṅyamasya
bhēdēna jñānamutpadyatē tadā
tadabhyāsātsūkṣmāṇyapi tattvāni
bhēdēna pratipadyatē. ētaduktaṅ bhavati -- yatra
kēnacidupāyēna bhēdō nāvadhārayituṅ
śakyastatra saṅyamādbhavatyēva bhēdapratipattiḥ.
La especie, la característica y el lugar son la
razón para la diferenciación de las cosas (padārtha). A veces, es la especie la razón de la diferenciación, como cuando
se dice que ésta es una vaca y éste un búfalo. En el caso de dos cosas
semejantes por su especie, la razón de la diferenciación puede residir en la
característica, como cuando se dice que una (vaca) tiene manchas y otra es
rojiza. En el caso de dos cosas no diferenciadas por la especie y la
característica, la razón de la diferenciación puede residir en el lugar en que
se ven, como en el caso de dos frutos del mirobálano, de igual tamaño, pero que
se encuentran en dos lugares diferentes. No se puede establecer una distinción,
sin embargo, en el caso de dos átomos de tierra pura ubicados en un mismo
lugar. Cuando surge el conocimiento acerca de su diferenciación, al practicar
el saṃyama para diferenciar tales objetos, entonces, del ejercitamiento en torno
a esto, es posible percibir distintamente incluso los principios esenciales (tattva) sutiles. Con esto se quiere decir que, cuando no es posible
establecer una diferenciación con otros medios, se logra la diferenciación de
los principios esenciales sutiles justamente por medio del saṃyama.
Śaṅkara — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. VIII-XIV?)
Hay quienes
mantienen que son los mínimos detalles, los átomos, quienes marcan
efectivamente la distinción, de tal forma que el saṃyama en los instantes y sus sucesiones resulta irrelevante. Igual que los
pormenores que forman una jarra establecen la idea de su diferencia (con otras
jarras), de la misma forma, son los detalles entre los diminutos átomos los que
proporcionan la idea de su existencia y la idea de diferencia respecto a
aquello en lo que se encuentran (āśraya). Al respecto, se dice: lo que causa la diferencia son las
distinciones en la localización y las características, así como en la forma,
distancia y clase. Esto se establece en realidad respecto a los objetos físicos
(visibles), pues, desde luego, los diminutos átomos se encuentran en constante
cambio. Si la última partícula fuese estable, la diferencia podría
determinarse, pero esto no podría aplicarse a los objetos en continuo
movimiento. Cuando el átomo de delante cambia a la posición de atrás, y el de
atrás a la de delante, los detalles últimos no son entonces fijos, por lo que
el conocimiento de la distinción entre ellos (entre los átomos) no podría
alcanzarse en base a su conocimiento. Entonces, necesariamente, el conocimiento
de la diferencia está producido solo por saṃyama sobre el instante y su sucesión. Se afirma que los diminutos átomos
no son entidades permanentes y de ahí que la discriminación entre instantes
solo pueda ser deducida por la mente del yogui. Se demuestra la realidad de la
transitoriedad de los átomos citando la opinión de otro ācārya. Proponer una pluralidad de pradhāna, una para cada campo de conocedor (kṣetrajñā), en base a que deberían existir numerosas pradhāna separadas para que cada una fuese el objeto de un
único puruṣa, sería
contrario a la razón puesto que no podría existir diferencia en forma,
distancia o clase. Así, no puede suponerse ninguna separatividad ni incluso a
nivel del último átomo. De esto, la conclusión es: una única raíz. Pues no es
correcto que las distinciones entre átomos sean constantes, ya que tienen
formas, colores, etc., por lo que solo pueden ser pasajeras, como en una jarra.
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