Yoga Sūtras
Aforismos sobre Yoga de Patañjali
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Actualizado:
abril, 2025
Pātañjalayogaśāstra (tadā sarvāvaraṇamalāpetasya
jñānasyānantyāj jñeyam alpam)
203. Entonces, a causa de la
inmensidad del conocimiento alcanzado, que ha eliminado todo obstáculo e
impureza, poco queda por conocer. El
conocimiento que resulta totalmente liberado de las causas de aflicción y del karma,
se vuelve inmenso. Cuando domina tamas, el conocimiento infinito
que es sattva, queda oscurecido, pero puede percibirse parcialmente
cuando se activa rajas. Entonces, cuando se libera de
todas las impurezas que lo cubren, deviene infinito. Con
la infinitud del conocimiento, lo que queda por conocer resulta insignificante,
como una luciérnaga en el inmenso cielo.
203204.
Al respecto, se ha dicho que si el liberado en vida tuviese que renacer sería
tan absurdo como afirmar que: “el ciego
taladra la piedra preciosa; el manco la ensarta con un hilo; la luce quien no
posee cuello; la alaba el mudo”.
तदा सर्वावरणमलापेतस्य
ज्ञानस्यानन्त्याज्ज्ञेयमल्पम्॥३१॥
tadā sarvāvaraṇamalāpetasya
jñānasyānantyāj jñeyam alpam
Entonces, a causa
de la inmensidad del conocimiento [alcanzado], que ha eliminado todo
obstáculo e impureza, poco queda por conocer
(Traducción propia)
(Otras traducciones)
Vyaas
Houston |
Entonces, a causa de la infinitud del conocimiento, que ha eliminado el sedimento de todas las coberturas, poco queda por conocer |
Georg
Feuerstein |
Entonces, [si] se eliminan todas las coberturas de imperfección, poco [queda] por conocer a causa de la infinitud de la sabiduría [resultante] |
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
Entonces, poco queda por conocer debido a la inmensidad del conocimiento que está libre de toda impureza |
P.
V. Karambelkar |
Entonces, a causa del ilimitado conocimiento de éste (yogui), que se ha liberado de todas las envolturas (es decir, factores oscurecedores) (e) impurezas, se da (es decir, queda) poco (es decir, nada más) merecedor de conocimiento |
James
Haughton Woods |
Entonces, a causa de la infinitud del conocimiento que ha destruido todos los impedimentos limitadores, es poco lo que queda por conocer |
Emilio
García Buendía |
Entonces, a causa de la infinitud del conocimiento libre de toda cobertura de impureza, lo que tiene que ser conocido (es) poco |
Oscar
Pujol |
Entonces, el objeto cognoscible se vuelve pequeño debido a la infinitud de un conocimiento depurado de todas las impurezas y desprovisto de todos los velos |
Chip Hartranft |
Una vez se han eliminado todas las capas e imperfecciones que encubrían la verdad, se manifiesta una infinita clara visión que prácticamente lo percibe todo |
Vocabulario
tadā sarva-āvaraṇa-mala-apetasya
jñānasya ānantyāt jñeyam alpam
tadā (entonces), jñānasya-ānantyāt (a causa de la inmensidad del conocimiento), sarva-āvaraṇa-mala-apetasya (que ha eliminado todo obstáculo e impureza), jñeyam alpam (poco queda por conocer)
tadā: (indecl) entonces, en ese caso, en ese momento, de
esta forma, de acuerdo a algo, además; 1) hace referencia a algo anteriormente
citado.
sarva-: todo, cada uno, entero,
completo.
āvaraṇa-: cobertor, velo, barrera, impedimento, obstáculo.
mala-: impureza, imperfección,
corrupción.
apeta
(apetasya): (n, gen,
sg) de lo que se ha eliminado, destruido o liberado.
jñāna
(jñānasya): (n, gen,
sg) 1) del conocimiento, de la comprensión o experiencia; 2) de la intuición;
3) de la gnosis; 4) del estado en que se conoce algo.
ānantya
(ānantyāt): (n,
abl, sg) a causa de la inmensidad, debido a la
infinitud.
jña
(jñeyaṃ): (n, nom, sg) conocimiento, sabiduría, inteligencia.
—Desde el punto de vista
gramatical es interesante resaltar el gerundivo que aparece en este sūtra con la palabra jñeyam y ello porque al gerundivo se le designa también
como participio de necesidad por lo que se quiere transmitir por parte del
autor una idea de necesidad. Es “necesario y posible” obtener dicho conocimiento del que se habla aquí (Emilio García Buendía, Emilio “El
yoga como sistema filosófico”, pag.
470).
alpa
(alpam): (n, nom, sg) poco, insignificante.
Otras variaciones del texto original:
tadā sarvāvaraṇamalāpetasya
jñānasyanaṃnyājjñeyamalpam
tadā sarvāvaraṇamalāpetasya
jñānasya’a’nantyājjñeyamalpam
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya (s. V.)
4.31(203):
sarvaiḥ kleśa-karmāvaraṇair
vimuktasya jñānasyānantyaṃ
bhavati |
El conocimiento que
resulta totalmente liberado de las causas de aflicción y del karma, se vuelve inmenso.
—En este sūtra se sostiene de nuevo que el conocimiento carece de límite alguno como
ya se afirmó previamente en el sūtra
54 del libro tercero basándose dicha afirmación en el
hecho de que quien conoce no es la mente humana sino la “consciencia pura” (puruṣa) la cual alcanza desde lo más ínfimo hasta lo más grande; se repite
la idea de la omnisciencia. Este aforismo es congruente con lo que se viene
afirmando en los anteriores pues si dicho conocimiento discriminativo elimina
las causas que producen aflicción siendo éstas las causantes de la ignorancia (avidyā), una vez eliminadas, se alcanza dicho conocimiento omnisciente (Emilio García Buendía, Emilio “El
yoga como sistema filosófico”, pag.
470).
4.31(203):
āvarakeṇa tamasābhibhūtam
āvṛta-jñāna-sattvaṃ
kvacid eva rajasā pravartitam udghāṭitaṃ
grahaṇa-samarthyaṃ bhavati |
Cuando domina tamas, el conocimiento infinito que es sattva, queda oscurecido, pero puede percibirse
parcialmente cuando se activa rajas.
4.31(203):
tatra yadā sarvair āvaraṇa-malair apagatam amalaṃ bhavati, tadā bhavaty asyānantyam
|
Entonces, cuando se
libera de todas las impurezas que lo cubren, deviene infinito.
—Hay tres cuestiones que son de
interés para todo el mundo: (i) ¿qué es lo que hay
dentro de mí?; (ii) ¿qué es
lo que hay fuera de mí?; (iii) ¿qué hay más allá? Pero ahora nada queda por conocer. La mente ya
no se nubla con los impulsos normales (von Romberg, Margo “https://sanskritdocuments.org/sites/athayoga/sutra_ch4phn.html“).
4.31(203):
jñānasyānantyāj jñeyam alpaṃ sampadyate, yathākāśe
khadyotaḥ |
Con la infinitud del
conocimiento, lo que queda por conocer resulta insignificante, como una
luciérnaga en el (inmenso) cielo.
—La finita conciencia empírica
puede conocer un solo aspecto de la realidad a cada momento, mientras que los
demás aspectos permanecen ocultos. Esto se debe a la impureza natural o
imperfección de la conciencia (atención selectiva). Sin embargo, cuando se
vacía de la actividad conceptualizadora, la conciencia refleja las cosas como
son en sí mismas. Paradójicamente, cuanto más se disminuye la actividad de la
conciencia más comprensible se vuelve el conocimiento o la esfera de la
conciencia. Gracias a la visión de discernimiento, la conciencia se vuelve
transparente y se aproxima a la omnisciencia de la conciencia del “si-mismo-esencial” (III.54)
(Feuerstein, Georg “The
Yoga-Sūtra of Patañjali”).
4.31(203204):
yatredam uktam—
4.31(203204):
andho maṇim avidhyat tam anaṅgukir āvayat | agrīvas taṃ pratyamuñcat tam ajihvo’bhyapūjayat || iti ||31||
“el ciego taladra la
piedra preciosa; el manco la ensarta con un hilo; la luce quien no posee
cuello; la alaba el mudo” (Tāitt. Āraṇyaka.I.11).
—Se da a entender que el yogin
no está lejos de la omnisciencia (sarva-jñāna) y en este sentido “lo que queda por saber es
poco” (jñeyam-alpam).
Sin embargo, Vācaspatimiśra ofrece una
lectura ligeramente diferente. Los rayos del sol en el otoño, ilustra, brillan
intensamente en todas direcciones cuando se revelan detrás de las nubes que
obstruyen. La luz del sol es tan abrumadora que las jarras de agua y otros
objetos iluminados por él se vuelven diminutos o insignificantes en comparación
con la luz misma. De la misma manera, el conocimiento revelado al yogin en este elevado estado meditativo sáttvico,
cuando se ha eliminado todo velo de impureza, supera lo cognoscible, es decir,
lo que puede ser conocido en su luz (Raveh, Daniel “Expolring The Yoga Sutras. Philosophy and Translation",
pag 146, nota 71).
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||4.31||
āvriyatē cittamēbhirityāvaraṇāni
klēśāsta ēva
malāstēbhyō.pētasya tadvirahitasya jñānasya śaradgagananibhasyā||nantyādanavacchēdāt jñēyamalpaṅ
gaṇanāspadaṅ na bhavatyaklēśēnaiva
sarvaṅ jñēyaṅ
jānātītyarthaḥ.
Las
imperfecciones naturales, por las cuales está recubierta la mente, son los
impedimentos y también los defectos. Estar despojado de ellos significa estar
exento de ellos. Debido a la infinitud o ausencia de delimitación del
conocimiento, semejante a un cielo sin nubes, lo que se puede conocer resulta
un asunto de poca monta, es decir, que se puede conocer todo sin dificultad.
Este es el sentido.
Śaṅkara — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa
(s. VIII-XIV?)
El conocimiento puro sattva, suprimida la impureza de rajas, es como un gran océano sin olas, aislado,
inmutable —¿cómo
podría percibir algo en ese estado? Igual que en la inmensidad del océano puede
soplar el viento, la mente en su estado más puro (sattva) es activada mediante rajas. No hay actividad en la mente como tal, pues la
capacidad para la acción deriva de rajas.
Aunque para el ciego resulta imposible taladrar la piedra preciosa, a través de
la ilusión se comprende que la perfore. De igual forma, la relación entre
conocimiento y conocido solo se mantiene en el estado de ilusión (viparyaya). Sin ilusión, los guṇas se vacían de todo
objetivo para puruṣa.
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