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Actualizado: abril 2024
Pātañjalayogaśāstra
(pratyayasya paracittajñānam)
146.
A través de la contemplación del pensamiento que surge en el yogui cuando observa a otra persona, se obtiene
la comprensión de su mente. Mediante la contemplación del pensamiento que surge sobre
otro, éste se llega a percibir directamente y, en consecuencia, surge el
conocimiento de la otra mente.
प्रत्ययस्य परचित्तज्ञानम्॥१९॥
pratyayasya
paracittajñānam ||19||
A
través [de la contemplación]
del pensamiento que surge [en el yogui cuando observa a otra persona], [se
obtiene] la comprensión de su mente
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas
Houston |
(Mediante la percepción directa) de un pratyaya-conocimiento del citta de otro |
Georg
Feuerstein |
[A través de la percepción directa] de las ideas [de otra
persona] [en la conciencia], [se obtiene] conocimiento de la otra conciencia |
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
[De forma similar, a partir de la percepción] de la idea
[de otro], hay conocimiento de otra mente |
P.
V. Karambelkar |
(Efectuando saṃyama)
en el contenido de citta (o mente)
se alcanza el conocimiento del otro citta
(o mente) |
James
Haughton Woods |
[Como resultado de la restricción] sobre una idea que
surge [aparece] el conocimiento [intuitivo] del complejo mental sobre otro |
47. Phulgenda
Sinha |
Mediante la percepción de la imagen que surge (de otra
persona), se adquiere conocimiento sobre la mente de la otra (persona) |
Emilio
García Buendía |
(Por saṃyama)
sobre el contenido mental (surge) el conocimiento de otras mentes |
Oscar
Pujol |
[Gracias a la actualización] de la percepción, el conocimiento
de las mentes ajenas |
Chip Hartranft |
Concentrarse con la perfecta disciplina en las
percepciones de otro conduce a percibir la mente de esa persona |
Vocabulario
pratyayasya paracittajñānam
pratyayasya (del pensamiento que surge), paracittajñānam (comprensión de la mente de otro)
pratyaya (pratyayasya): (m, gen, sg)
de la noción, intención o idea presente; 1) de la representación o
conocimiento; 2) del pensamiento que surge, aparece o se muestra, es decir, de
aquello que viene al encuentro de la conciencia; 3) desde cualquier contenido
de la conciencia, incluyendo las modificaciones mentales (vṛtti) y el
conocimiento trascendente (prajñā).
para-: masculino)
supremo, superior, profundo, elevado 1) otro, diferente, siguiente; 2) indica
la idea de ir más allá.
citta-: (neutro)
mente, razón, inteligencia, conciencia; 1) sensación, aquello que es percibido,
aquello sobre lo que la mente se fija; 2) mente o conciencia en su totalidad,
como conjunto de todas sus actividades y funciones; 3) la sede, el órgano, el
conjunto de las funciones, actividades, procesos intelectivos, volitivos y
emocionales del individuo; 4) se compone de intelecto (buddhi, asmitāmātra), conciencia
de existencia individual (asmitā, ahaṃkāra) y mente sensible (manas); 5) es similar al concepto de
instrumento interno (antaḥkaraṇa) en el sāṃkhya y el vedānta).
jñāna
(jñānam): (n, nom, sg) 1) conocimiento, comprensión, experiencia;
2) intuición; 3) gnosis; 4) estado en que se conoce algo.
Vyāsa —
Yoga-Bhāṣya (s. V.)
3.19(146): pratyaye saṃyamāt pratyayasya sākṣāt-karaṇāt
tataḥ para-citta-jñānam ||19||
Mediante la contemplación (saṃyama) del
pensamiento que surge sobre otro, éste se llega a percibir directamente y, en
consecuencia, surge el conocimiento de la otra mente.
—Practicar saṃyama sobre los cambios que sobrevienen en la mente de una
persona y sus consecuencias desarrolla en nosotros la capacidad de observar con
agudeza el estado mental de los demás (Desikachar, TKV “Yoga-sūtra de
Patañjali”).
—El yogui que dirige saṃyama hacia una experiencia que tiene de otros hombres, a través
de lo que dicen, hacen o parecen, adquiere el conocimiento de lo que hay en sus
mentes (Desphande, P.Y. “El auténtico Yoga”).
—Gracias al saṃyama referente a las nociones, el yogui efectúa en forma
completa la serie infinita de los estados psicomentales de sus semejantes; pues
a partir del momento en que “domina desde adentro” a una noción, el yogui ve
como en una pantalla todos los estados de conciencia que esa noción es
susceptible de originar en el alma de los demás hombres. Ve una infinidad de
situaciones que esta noción puede engendrar, pues ha asimilado no solamente el contenido
de la “noción”, sino que ha penetrado además en su dinamismo interior, ha hecho
suyo el destino humano que tuvo esa noción, etc. (Eliade, Mircea “Yoga,
inmortalidad y libertad”, pag. 93).
—Aunque no se afirma explícitamente, el yogui debe aplicar
este saṃyama en el contenido de su propio citta con el único deseo de conocer
el contenido de la mente de una persona concreta. De esta forma el citta del yogui funciona como un
reflector o espejo y automáticamente reproduce la imagen exacta de lo que está
presente en ese momento en la mente de la otra persona. Cuando el yogui
practica este saṃyama
con la intención de conocer el contenido
de otra mente, en la mente del yogui queda reservada la actividad y el espacio
(¿?) necesarios para dicho contenido. Así, la mente del yogui se vaciará de
todo contenido y se llenará con la reproducción del contenido de esa otra
persona. De esta forma funciona saṃyama para obtener conocimiento de otra mente (Karambelkar, Dr.
P.V. “Pātañjala Yoga Sūtra”, pag. 405).
—Entre las perfecciones que resultan de saṃyama —restricción, Patañjali
menciona también el reconocimiento de la mente de otra persona. En III.19-20
afirma: “pratyayasya
paracittajñānam, na ca tat sālambanaṃ tasyāviṣayībhūtatvāt —mediante la restricción sobre
un impulso, se logra conocer la mente de otra persona. Este conocimiento, sin
embargo, no se refiere a su fuente, al soporte de tal mente, puesto que la
fuente o soporte no se encuentran dentro del campo objetivo”. Se trata de una
especie de telepatía, de la lectura de los pensamientos de algún otro mediante
la restricción, sin reconocer el objeto sobre el cual se basa su conciencia,
sin reconocer su fuente. Por ejemplo, un impulso concreto puede hacer
referencia a un momento de odio, amor, enfermedad, etc., pero no sabremos cómo
se gestó ese estado… En este sentido, debemos entender pratyaya como un impulso que refleja la vida mental de la persona.
Este impulso concierne al color de la piel y a ciertos rasgos, como el brillo
de los ojos, etc., a partir de los cuales es posible reconocer el carácter de
la persona, sus pensamientos, sentimientos, etc. El carácter de la persona, su
temperamento, cada alteración de la mente y sus pensamientos se reflejan en el
exterior y de acuerdo a ciertos rasgos es posible clasificar a las personas
(Janacek, Adolf “The meaning of pratyaya in Patañjali's Yoga-Sutras”, pag. 246-247).
Bhoja — Rāja-Mārtanda (1018-1060)
||3.19||
pratyasya paracittasya kēnacinmukharāgādinā liṅgēna
gṛhītasya yadā saṅyamaṅ karōti tadā
parakīyacittasya jñānamutpadyatē sarāgamasya cittaṅ
virāgaṅ vēti. paracittagatānapi
dharmāñjānātītyarthaḥ.
La representación de las ideas se refiere a la aprehensión
de la mente de otros, mediante algún signo característico, como, por ejemplo,
los rasgos de la cara. Cuando se practica este saṃyama, entonces
surge el conocimiento acerca de la mente de otros. Conoce completamente las
formas constitutivas de la otra mente, sea que esa mente esté dominada por la
pasión o esté exenta de ella. Este es el sentido.
—Bhoja identifica pratyaya con jñāna, lo cual no puede aplicarse en
este sūtra.
Según Bhoja una cierta característica (liṅga) como los rasgos de la cara, se toma como fuente
y, por lo tanto, se convierte en el impulso (pratyaya) para la formación del conocimiento (jñāna). Bhoja en III.21, explica
que el cuerpo (kāyaḥ, śarīram)
tiene grāhyaśakti —la
capacidad de ser percibido. El Yogui puede detener esta capacidad, de modo que
no se produzca la conexión con el órgano de visión de otra persona. Si
aplicamos esta interpretación al sūtra
III.19, entonces pratyaya
hace referencia a algo que proviene del cuerpo de otra persona, es decir, śakti que se transforma en pratyaya —impulso. Solo a partir de un
impulso se puede desarrollar el conocimiento —jñāna (Janacek,
Adolf “The meaning
of pratyaya in Patañjali's
Yoga-Sutras”, pag. 248).
Śaṅkara — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. VIII-XIV?)
Objeción: pero si se perciben directamente las
ideas de otro, ¿ello no significará que el yogui estará alegre cuando lo está
el otro y desgraciado cuando el otro sufre?
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