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Actualizado:
diciembre, 2023
Pātañjalayogaśāstra
(nirvicāravaiśāradye ‘dhyātmaprasādaḥ)
51.
La claridad del ser interior aparece en la
transparencia de la fusión mental sin asociaciones sutiles. Cuando la pureza del intelecto, cuya naturaleza es luz, se libera de
la actividad y la estabilidad, y tiene un discurrir puro y firme, sin ninguna
contaminación o impureza que la oculte, esto es la transparencia sin
asociaciones sutiles. Cuando surge esta transparencia más allá del conocimiento,
el yogui logra una firme paz interior que se transforma en la luz más brillante
y luminosa de conocimiento instantáneo acerca del objeto en su auténtica
naturaleza, es decir, sin secuencia temporal y en todos sus aspectos. En este
sentido, se ha afirmado: “igual que la persona que ha subido la montaña
contempla a los que se encuentran en el valle, el yogui que ha logrado la paz
interior y permanece libre del dolor, contempla el sufrimiento de los demás
seres”.
निर्विचारवैशारद्येऽध्यात्मप्रसादः॥४७॥
nirvicāravaiśāradye ’dhyātmaprasādaḥ
||47||
(Traducción propia)
(Otras traducciones)
Vyaas
Houston |
La claridad del sí-mismo más
elevado se da en la lucidez del nirvicāra samāpatti (samāpatti
más allá de la reflexión sutil) |
Georg Feuerstein |
Cuando
hay lucidez (vaiśāradya) en el [tipo de éxtasis]
suprarreflexivo, [entonces ésta se denomina] “del ser interior” (adhyātma-prasāda). |
Christopher Chapple
y Yogi Ananda Viraj |
Con
el dominio de nirvicāra, surge la claridad del auténtico sí mismo
|
P. V. Karambelkar |
En
la perfección del estado nirvicāra (pensamiento trascendente)
surge la maravillosa serenidad espiritual |
James Haughton
Woods |
Cuando
hay claridad del [estado equilibrado] súper-reflexivo, [el yogui logra]
imperturbable calma interior |
Pandit Usharbudh
Arya |
Tras
alcanzar la pureza y competencia de nirvicāra, el yogui gana
claridad espiritual |
Fernando Tola y Carmen Dragonetti |
En
la transparencia (vaiśāradya) de (la) samāpatti sin análisis de objeto sutil (nirvicāra)
(se da) la quietud (prasāda) interior (adhyātma) |
Emilio García Buendía |
En
la claridad (del estado de identidad sobre objetos sutiles) sin análisis (se
alcanza) la serenidad interna |
Oscar Pujol |
Cuando
la “absorción sutil no discursiva” alcanza su grado máximo de pureza, surge
la transparencia del alma |
Shriram Lele |
Adquiriendo
habilidad o destreza en lograr un estado mental más allá de los pensamientos,
se desarrolla pureza y lucidez en los instrumentos internos del intelecto. |
Chip Hartranft |
En
la lucidez de la contemplación fusionada sin reflexión, se percibe con
claridad la naturaleza del yo |
Vocabulario
nirvicāra-vaiśāradye
adhyātma-prasādaḥ
adhyātma-prasādaḥ (la claridad del ser interior) nirvicāra-vaiśāradye (en la transparencia sin asociaciones sutiles)
nirvicāra-: ultrarreflexivo,
sin
argumentación sobre objeto sutil, sin asociaciones mentales sutiles (opuesto a savicāra).
vaiśāradya (vaiśāradye): (m, loc, sg) en la infalibilidad, claridad
intelectual, transparencia, pureza o lucidez; 1) en la
claridad otoñal, propia del cielo del Norte de la India en dicha estación.
—Esta palabra (vaiśāradya) se
refiere a aquel estado de la mente en el cual, en un acto de conocimiento
intuitivo, capta integral y simultáneamente todo el objeto en toda su verdad,
sin que entre el objeto y la mente se interpongan las palabras y los vikalpas y, por eso mismo, sin que la mente lleve a cabo
ningún acto de conocimiento normal, necesariamente parcial, superficial e
impuro por la intromisión de las palabras y de los vikalpas (Tola
y Dragonetti, "Yogasutras de Patañjali").
—En la cima de la identificación
ultrarreflexiva con objeto sutil la conciencia logra la más elevada lucidez. Patañjali compara este estado con el
brillo del cielo otoñal del Norte de
adhyātma-: el ser interior; 1) se asimila al
si-mismo-esencial (puruṣa), al observador o sujeto de las experiencias (draṣṭā), a la esencia de lo
real (ātman) y a la
conciencia-energía o poder que subyace a la conciencia (citiśakti).
prasāda
(prasādaḥ): (m,
nom, sg) 1) estabilización, pacificación; 2) la claridad, el estado de paz, la
serenidad perfecta.
—Esta palabra (prasāda) se
refiere a la quietud, calma, inactividad en que la mente se encuentra sumida,
una vez posesionada de la samāpatti sin vicāra.
Además de la quietud intelectual, se da asimismo una quietud de carácter
emocional. De ahí que la serenidad sea una característica del yogui sumergido
en una meditación intensa (Tola y Dragonetti, "Yogasutras de
Patañjali" pag 224).
—Prasāda puede
significar "claridad" y "tranquilidad", además de
"gracia"; en el sentido de claridad o tranquilidad, se incluye a
veces en yama.
Aquí, la claridad del ser interior (adhyātmaprasāda) se dice que
resulta de la lucidez suprarreflexiva (nirvicāravaiśāradya), un
elevado nivel de experiencia enstática. Así, prasāda es contemplada a veces como uno de los
"signos" (indicadores de los estados internos, o posibilidades) (cihna)
(Feuerstein, George "Encyclopedic Dictionary of
Yoga").
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya (s. V.)
1.47(51): aśuddhyāvaraṇa-malāpetasya prakāśātmano
buddhi-sattvasya rajas-tamobhyāmanabhibhūtaḥ
svacchaḥ sthiti-pravāho
vaiśāradyam |
Cuando la pureza (sattva) del
intelecto, cuya naturaleza es luz, se libera de la actividad (rajas) y la
estabilidad (tamas), y tiene un
discurrir puro y firme, sin ninguna contaminación o impureza que la oculte, eso
es la transparencia sin asociaciones sutiles (del nirvicārasamāpatti).
—Nirvicāravaiśāradya (lucidez suprarreflexiva) es la culminación
del nirvicārasamāpatti y se da junto al estado de claridad perfecta
del ser interior (adhyātmaprasāda) (Feuerstein, George "Encyclopedic
Dictionary of Yoga").
1.47(51): yadā nivicārasya
samādhervaiśāradyam-idaṃ jāyate tadā yogino
bhavaty-adhy-ātma-prasādo
bhūtārtha-viṣayaḥ kramānanurodhī sphuṭaḥ prajñā-lokaḥ |
Cuando surge esta transparencia más allá del
conocimiento (en el nirvicārasamāpatti), el yogui logra una firme paz interior que se
transforma en la luz más brillante y luminosa de conocimiento instantáneo
acerca del objeto en su auténtica naturaleza, es decir, sin secuencia temporal
y en todos sus aspectos.
—Este sūtra nos
dice que el último logro se alcanza con la perfección en nirvicārasamāpatti y se
define ahora como adhyātmaprasāda.
Encontramos la palabra prasâda unos
pocos sūtras
antes, donde se presentaba cittaprasāda, la
serenidad de la mente, como una alternativa a cittavikṣepā, la
dispersión de los procesos mentales. El término adhyātma se encuentra en el
Bhagavadgītā y en los Upaniṣads, pero de forma más
significativa en los debates del Mahābhārata sobre Sāṃkhya,
donde el conocimiento del ātman, el
ser auténtico, se designa como la ciencia de adhyātma. Aquí, entonces, podríamos
asumir que adhyātmaprasāda
indica la absoluta serenidad que se adquiere mediante la realización de ātman (Sutton, Nicholas "The Yoga Sutras: A new Translation and Study Guide", pag. 58-59).
—Vyāsa parafrasea esta condición enstática como
bhūtārtha-viṣayaḥ
kramānanurodhī sphuṭaḥ prajñā-lokaḥ o
'el destello de la gnosis completa (sphuṭa), no
conforme a [la ley de] secuencia [y teniendo como sus] objetos las cosas en sí
mismas'. En esta culminación del proceso estático de involución, no quedan pratyayas o "ideas presentadas"
específicas. Simplemente hay una conciencia genérica de la esencia del objeto
pretendido. Todos los actos noéticos de tipo supracognitivo (por ejemplo, vitarka, etc.) están suspendidos.
Patañjali ni siquiera menciona la presencia de ānanda (meta-dicha) o asmita (meta-subjetividad) en este estado, aunque ello no
implica necesariamente su ausencia real. Se dice que la iluminación gnóstica
que ocurre en esta etapa culminante no tiene desarrollo. Es, como dice
Vācaspati Miśra (1.47), "simultáneo" (yugapad), un conocimiento atemporal que
tiene como característica esencial que es "portador de la verdad" (ṛtaṃ-bhara). En
otras palabras, si se recuerdan los matices arcaicos del concepto de ṛta, es un reflejo del orden y la
armonía universales. Este elevado estado enstático se compara con la claridad
del cielo otoñal tan típico del norte de la India (Feuerstein, Georg "The
Philosophy of Classical Yoga", pag. 92).
1.47(51): tathā coktam
– prajñā-prasādam-āruhya
aśocyaḥ śocato
janān | bhūmiṣṭhān-iva
śailasthaḥ sarvān-prājño'nupaśyati
||47||
En este sentido, se ha afirmado: “igual que la
persona que ha subido la montaña contempla a los que se encuentran en el valle
(bhūmiṣṭhā), el yogui que ha logrado la paz interior y permanece
libre del dolor, contempla el sufrimiento de los demás seres”.
—Esta es una
metáfora popular que se encuentra en el Mahābhārata (XII.17.19; cf.
Versión Bengalí 151.11), el Dhammapada (28), el Mahāvagga (I.5, 7), el
Milinda-Pañha (387) y el Ahirbudhnya-Saṃhitā (XV.71-72) (Feuerstein, Georg "The Philosophy of
Classical Yoga", pag. 93).
—Según
Vyāsa, la claridad (prasāda) en discusión revela las cosas “tal como son” (bhūtārtha). Para dilucidar su afirmación, cita un dicho que
asemeja esta claridad a la visión lúcida desde lo alto de una montaña. Desde la
cima de su colina (interior), explica el Bhāṣya-kāra, el yogui aśocya (libre de sufrimiento) está en posición de ver a
aquellos que todavía están "allá abajo" como sufriendo (śocya). Por lo tanto, adhyātma-prasāda (claridad que emana del yo interior) se presenta
como una perspectiva “desde arriba”, o como la mirada de un yogui que ya no
está involucrado ni determinado por la experiencia fenoménica o mundana. Es una
perspectiva que revela el reino fenoménico “tal como es”, es decir,
entremezclado con śoka o
sufrimiento. Vācaspatimiśra aclara que adhyātma-prasāda no tiene al yo (ātman) como su objeto (viṣaya), sino como su sustrato o base (ādhāra). Por lo tanto, no es la claridad lo que revela el
ser, es decir a puruṣa, sino la
claridad de la que puruṣa es la
fuente. El Vivaraṇa-kāra y Vijñānabhikṣu sugieren que es
claridad con respecto a la distinción entre puruṣa y prakṛti, o puruṣa-prakṛti-viveka como dice este último. Es decir que ver a prakṛti “tal como es”, es verlo como diferente de, o no
esencialmente entrelazado con puruṣa. Prajñā, entonces, es un tipo especial de conocimiento
facilitado por la claridad que emana de puruṣa. Lo que estoy tratando de sugerir es que, dado que puruṣa siempre está ahí como núcleo interno de la persona
humana y como "origen de la conciencia", ya sea reconocido o no,
cubierto por nubes de avidyā o revelado
a través del proceso yóguico; la claridad o prasāda que se origina en él también está ahí, disponible, “esperando”
ser revelada. El mismo Patañjali habla del proceso del yoga en términos de prakāśa
āvaraṇa-kṣaya, o “eliminación
del velo que oculta la luz interior”. Los comentaristas de Patañjali, como
veremos, retratan a ṛtam-bharā prajñā como para-pratyakṣa o “percepción superior”. Mi argumento es que el prajñā “portador de la verdad” está implícito en todos los
casos de pratyakṣa ordinario; que es una capa más profunda de
percepción, comúnmente invisible o no puesta en práctica. Como tal, está “presente
en su ausencia” o “acompañando en silencio” cada acto de percepción, para ser
desvelado a medida que se “libera” la luz del yo interior (Raveh,
Daniel “Expolring The Yoga Sutras. Philosophy and Translation", pag 63).
Bhoja —
Rāja-Mārtanda (1018-1060)
||1.47|| nirvicāratvaṅ
vyākhyātam. vaiśāradyaṅ
nairmalyam. savitarkāṅ
sthūlaviṣayāmapēkṣya nirvitarkāyāḥ prādhānyam.
tatō.pi sūkṣmaviṣayāyāḥ
savicārāyāḥ, tatō.pi
nirvikalparūpāyā nirvicārāyāḥ
tasyāstu nirvicārāyāḥ
prakṛṣṭābhyāsavaśādvaiśāradyē
nairmalyē satyadhyātmaprasādaḥ
samupajāyatē. cittaṅ klēśavāsanārahitaṅ sthitipravāha yōgyaṅ
bhavati. ētadēva cittasya vaiśāradyaṅ yatsthitau
dārḍhyam.
Lo carente
de asociaciones sobre objeto sutil ha sido ya explicado. La madurez o pureza es
la ausencia de imperfecciones. El estado contemplativo sin asociaciones
verbales es superior al que tiene asociaciones; superior al estado sin
asociaciones verbales es el que tiene asociaciones con un objeto sutil; y
superior a éste es el que carece de asociaciones sutiles, cuya forma propia es
la carencia absoluta de asociaciones. Del dominio obtenido mediante el notable
ejercitamiento con respecto de este estado contemplativo carente de actividad
asociativa, al darse la madurez o pureza, que es ausencia de imperfecciones,
surge la serena claridad del “sí-mismo-esencial”. La mente, libre de
imperfecciones naturales y de impresiones residuales, se vuelve apta para
mantener un curso constante. Esta es la madurez de la mente, que es firmeza en
lo ya establecido.
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