Yoga Sūtras
Aforismos sobre Yoga de Patañjali
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Actualizado:
abril 2024
Pātañjalayogaśāstra
(tāsām anāditvaṃ cāśiṣo nityatvāt)
182.
Y tales impulsos potenciales no tienen comienzo, a causa de la
eternidad del deseo primario que generan. Estos impulsos potenciales no tienen principio, dado que el deseo
primario se observa por todas partes, bajo cualquier forma, con deseos como “que no llegue la muerte”
o “tengo que sobrevivir”. No
es algo que tenga una causa. ¿Cómo es que existe
miedo a la muerte, causado por el recuerdo de su rechazo o de su dolor, en un
cuerpo recién nacido que nunca ha experimentado la muerte? Si es espontáneo no
necesitaría una causa.
183.
En consecuencia, esta mente se halla impregnada de impulsos
potenciales sin comienzo. La mente entra en actividad bajo el impulso de una
causa específica que actualiza un impulso potencial concreto para experiencia
del puruṣa. Otros mantienen que la mente se adapta al cuerpo, igual que la luz de
una lámpara se contrae cuando se introduce en un jarrón y se expande cuando
está encima de un estante; por tanto, esto explicaría la existencia de un
estado intermedio entre la vida y la muerte. Este supuesto flujo de la vida es
lo verdadero, piensan ellos.
184.
Pero los maestros dicen que es solo la actividad del la omnipenetrante
mente y no la mente misma, lo que se contrae y se expande. Y esta mente necesita causas para contraerse y expandirse, tales como
una actitud virtuosa; las causas son de dos tipos: externas e internas. Las externas requieren medios tales como el cuerpo y acciones tales
como la adoración, los ritos, etc. Las internas son aquellas que, como la fe,
se relacionan con el ser interior.
184185. En este sentido, se afirma que “para el meditador, las meditaciones sobre la amabilidad,
etc. que son esencialmente independientes de los medios externos, generan un
mérito excelente”.
185. De las dos, la causa mental es la
más poderosa.
186. Pues, después de todo, ¿cómo podría superarse el desapego del
conocimiento? Excepto por el poder mental, ¿quién
podría devastar el bosque Daṇḍaka, o secar el océano como hizo
Agastya?
तासामनादित्वं चाशिषो
नित्यत्वात्॥१०॥
tāsām anāditvaṃ
cāśiṣo nityatvāt ||10||
Y tales (impulsos potenciales) no
tienen comienzo, a causa de la eternidad del deseo primario [que generan]
(Traducción propia)
(Otras traducciones)
Vyaas Houston |
Y la eternidad de
éstos (vāsanā-rastros
subliminales) es consecuencia de la eternidad del deseo de vivir
|
Georg
Feuerstein |
Y éstos [activadores
en las profundidades de la conciencia] son sin comienzo a causa de la
perpetuidad del deseo primordial [inherente en la naturaleza]
|
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
Y no hay comienzo de
éstos debido a la perpetuidad del deseo
|
P.
V. Karambelkar |
Y (es) sin comienzo
de éstos (es decir, de smṛti
y saṃskāra) a causa de la eternidad del deseo de vivir
|
James
Haughton Woods |
Además, las
[impresiones subconscientes] no tienen comienzo [que podamos fijar en el
tiempo], puesto que el deseo es permanente
|
Emilio
García Buendía |
Y la ausencia de
comienzo de éstas (se debe) a la eternidad del deseo
|
Oscar
Pujol |
[Las impresiones
latentes] no tienen principio, ya que el deseo es infinito
|
Chip Hartranft |
Siempre han
existido, porque el deseo de existir es eterno
|
—En este sūtra se expone una de las realidades que según esta escuela es eterna, el
deseo (āśiṣ). Debido a ello las tendencias subconscientes (vāsanā) que nos impulsan a la acción no finalizan nunca, impulsando al ser
humano eternamente a actuar, si bien, en el sūtra
siguiente, se aclarará la forma de salir
de dicho flujo eterno. De este modo, dichas tendencias subconscientes
enraizadas en el deseo serían la causa de todos los nacimientos sucesivos y
repetidos de manera indefinida. De todas las tendencia inconscientes, el deseo
de vivir sería la básica y primordial (García Buendía, Emilio “El yoga como sistema filosófico”, pág. 440).
Vocabulario
tāsām anāditvaṃ ca āśiṣaḥ nityatvāt
ca (y) anāditvaṃ (el “no-inicio”) tāsām (de éstos) āśiṣaḥ nityatvāt (a causa de la eternidad del deseo primario)
tad (tāsām): (f, gen, pl) respecto a éstos, de éstos.
anāditva (anāditvaṃ): (n, nom, sg)
sin principio, sin comienzo, no inicio.
ca: 1) y, también, incluso; 2) realmente,
ciertamente; 3) nada más que; 4) pero.
āśis (āśiṣaḥ): (m, gen, sg) deseo básico o
fundamental, ruego; 1) deseo inherente a los impulsos potenciales (vāsanā); 2) instinto de supervivencia.
—Patañjali utiliza
un término relativamente raro (āśis)
para expresar el impulso primordial inherente en prakṛti el cual, por medio de las
configuraciones de vāsanā, conduce siempre hacia nuevas fenomenalizaciones. Posiblemente el
concepto de abhiniveśa
(II.9) es idéntico
a esta noción y puede contemplarse como la manifestación de āśis en la vida de un ser concreto (Feuerstein, Georg “The Philosophy of Classical Yoga”).
nityatva (nityatvāt): (n, abl, sg)
a causa de la eternidad, por la perpetuidad.
Otras
variaciones del texto original:
tāsāmanāditvaṃāśiṣo
nityatvāt
tāsāmanāditvaṃcāśiṣo
nityatvāt
tāsāmanāditvaṃ cā’a’śiṣo nityatvāt
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya (s. V.)
4.10(182): tāsāṃ
vāsanānām āśiṣo nityatvād anāditvam | yeyam ātmāśīr
mā na bhūvaṃ
bhūyāsam iti sarvasya
dṛśyate, sā na svābhāvikī
|
Estos
impulsos potenciales no tienen principio, dado que el deseo primario (el
instinto de conservación) (II.9) se observa por
todas partes, bajo cualquier forma, (con deseos) como “que no llegue la muerte”
o “tengo que sobrevivir”.
No es algo espontáneo (es decir, tiene una causa).
—El deseo
primordial es el dinamismo o “impulso” suprapersonal de la naturaleza, transformándose de forma
incesante para actualizar la inagotable potencialidad de miríadas de formas,
visibles e invisibles. No hay comienzo para este proceso alternado de
despliegue y repliegue de las estructuras del mundo y, por tanto, las
impresiones subliminales, consecuencia de la experiencia del mundo, son sin
principio (Feuerstein, Georg “The Yoga-Sūtra of Patañjali”).
—El deseo al cual se refiere el sūtra es el deseo de ser (āśis), de existir, la esperanza de vida, cuya cara
negativa es el miedo a la muerte. La mente nace ya con este deseo esencial
impreso en sus circuitos, y de este deseo brotan las impresiones latentes, a
pesar de que, como veremos en el sūtra siguiente,
la infinitud del deseo hace que no podamos conocer el origen de este magma de
impresiones latentes que constituye el caldo de la existencia. A pesar de que
no conocemos su origen, sí podemos provocar su final mediante la práctica del
yoga, tal como indica el aforismo siguiente (Pujol, Oscar “Yogasūtra”, pag. 350).
—Patañjali
utiliza dos términos diferentes con el significado de “deseo de vivir”: āśiṣa y abhiniveśa (ver sūtras II.3
a 9). El primero es una fuerza benigna esencial para el mantenimiento de la
actividad ordinaria y también para el Yoga. Abhiniveśa es
un kleśa que causa problemas al asociarse con el egoísmo, asmitā, otro kleśa. Igual que existe una muy sutil diferencia entre el benigno asmitāmātra (solo pura conciencia de sí mismo, del sūtra IV.4)
y asmitā, un kleśa (egoísmo), también hay diferencia entre el benigno āśiṣa (simple deseo de vivir) y el problemático kleśa abhiniveśa (deseo de vivir que se manifiesta como una desagradable manera
dominante, mezclada y dominada por el egoísmo). Avidyā, el
primer y principal kleśa, es eterno (ver sūtras II.3 y ss.) y los otros cuatro kleśas, que son simples variaciones o aspectos, también duran casi toda la
vida. Igualmente, los saṃskāras y el karmāśaya, en donde se preservan, son eternos. Tal como se dijo (ver sūtra II.13),
la cuestión sobre cuál de ellos fue primero no tiene respuesta. Pero en este sūtra, aunque no se expresa explícitamente, se dice que āśiṣa es la causa y los saṃskāras, que son idénticos a los smṛti (recuerdos), los cuales originan los vāsanās
(despertar de los saṃskāras que llevan a más deseos), son las consecuencias. Por ello la
conversión: saṃskāra ® smṛti ® vāsanā ® deseo, se debe a āśiṣa (deseo de vivir) (Karambelkar,
Dr. P.V. “Pātañjala Yoga Sūtra”, pag. 529).
—Aquí
discute la noción de saṃskāra o “impresión kármica”, y
sostiene que “(los Saṃskāra-s) no tienen comienzo porque el
deseo de continuidad (āśiṣ), que los sustenta, es eterno”.
El término āśiṣ, usado aquí, es sinónimo de, o
al menos tiene un "parecido familiar" cercano a la noción de abhiniveśa. Vyāsa
en su glosa de āśiṣ emplea la misma frase en
primera persona que ha usado en YS-bhāṣya II.9 con respecto a abhiniveśa. También repite la narración
de maraṇa-trāsa, miedo a morir, causado por el “recuerdo del dolor y la aversión” (dveṣa-duḥkhānusmṛti) involucrado en anteriores
experiencias de muerte. Para él, los términos abhiniveśa y āśiṣ aluden al miedo “negativo” a
morir, no al aferramiento “positivo” a la vida. Curiosamente, siguiendo su
glosa de āśiṣ, la discusión de Vyāsa (como la discusión de los comentaristas después
de él) trata sobre diferentes nacimientos (o ciclos de vida) y la transición de
citta
(conciencia) entre nacimientos y cuerpos (Raveh,
Daniel “Expolring The Yoga Sutras. Philosophy and Translation", pag 55).
4.10(182): kasmāt? jāta-mātrasya
jantor ananubhūta-maraṇa-dharmakasya
dveṣo duḥkhānusmṛti-nimitto maraṇa-trāsaḥ
kathaṃ bhavet? na ca svābhāvikaṃ
vastu nimittam upādatte |
¿Por qué? ¿Cómo es que existe miedo a la muerte, causado por el recuerdo de
su rechazo o de su dolor, en un cuerpo animal (jantu) recién nacido que nunca ha experimentado la
muerte? Si es espontáneo no necesitaría una causa.
—Hay gran ansia de inmortalidad en todos los hombres
de todas las épocas. Por consiguiente, estas impresiones no pueden atribuirse a
una época particular (Desikachar, TKV “Yoga-sūtra de Patañjali”).
—El término āśis es un sinónimo o, al menos, presenta una clara familiaridad con la
noción de abhiniveśa. Vyāsa, en su comentario, reutiliza la frase en primera persona
que utilizó en YS-bhāṣya II.9 en relación
con abhiniveśa. Igualmente, repite su hipótesis con respecto a maraṇa-trāsa, como miedo a la muerte, causado por el “recuerdo del dolor y la aversión” (dveṣa-duḥkhānusmṛti) que conllevan anteriores episodios de muerte. A este respecto no
habla aquí de gusanos, sino de niños recién nacidos. Vācaspatimiśra
desarrolla este ejemplo e imagina un niño recién nacido, que resbala del regazo
de su madre y se agarra desesperadamente a su cuello, debido al reciente
recuerdo de su muerte anterior (Raveh, Daniel “Abhiniveśa: Pātañjala-Yoga on Death and Life” on Chappel, Christopher “Thinking with the Yoga Sutra of Patañjali”, pag. 172).
4.10(183): tasmād
anādi-vāsanānuviddham idaṃ cittaṃ
nimitta-vaśāt kaścid
eva vāsanāḥ pratilabhya
puruṣasya bhogāyopavartata iti |
—Los vāsanās no tienen principio ni fin, porque detrás de ellos está el deseo de
sobrevivir, de vivir, de poseer (y por consiguiente, a un nivel básico somos
inseguros). El deseo de vivir motiva nuestras acciones. Los vāsanās nos incitan a actuar. La forma de actuar es un saṃskāra = el hábito (la práctica de yoga, por ejemplo, es un saṃskāra para preparar la mente). No se pueden cambiar los vāsanās, pero se puede imponer un saṃskāra por encima de otro(s) que no se
desee. La actitud no es nada más que actitud. Si se cambia de actitud, se
deposita otro saṃskāra. La mente aprende a través de los hábitos. Así, cambiando los hábitos
se puede cambiar la mente. El yoga es una manera de dar los pasos que motivan
el cambio. Es una preparación (von
Romberg, Margo
“https://sanskritdocuments.org/sites/athayoga/sutra_ch4phn.html“).
4.10(183):
ghaṭa-prāsāda-pradīpa-kalpaṃ saṅkoca-vikāśi
cittaṃ śarīra-parimāṇākāra-mātram
ity apare pratipannāḥ | tathā cāntarābhāvaḥ saṃsāraś
ca yukta iti |
Otros mantienen
que la mente se adapta al cuerpo, igual que la luz de una lámpara se contrae
cuando se introduce en un jarrón y se expande cuando está encima de un estante;
por tanto, (esto explicaría) la existencia de un estado intermedio (entre la
vida y la muerte). Este (supuesto) flujo de la vida (saṃsāra) es lo verdadero (piensan ellos).
4.10(184): vṛttir evāsya
vibhunaś cittasya saṅkoca-vikāśinīty
ācāryaḥ |
Pero los maestros (ācārya) dicen que
es solo la actividad de la omnipenetrante mente (y no la mente misma) lo que se
contrae y se expande.
4.10(184): tac ca dharmādi-nimittāpekṣam
| nimittaṃ ca dvividhaṃ—bāhyam ādhyātmikaṃ ca |
Y esta
(mente) necesita causas (para contraerse y expandirse) tales como una actitud
virtuosa (dharma); las
causas son de dos tipos: externas e internas.
4.10(184): śarīrādi-sādhanāpekṣaṃ
bāhyaṃ stuti-dānābhivādanādi
| citta-mātrādhīnaṃ śraddhādy ādhyātmikam
|
Las externas
requieren medios tales como el cuerpo y acciones tales como la adoración, los
ritos, etc. (Las internas son) aquellas que, como la fe, se relacionan con el
ser interior.
4.10(184185): tathā coktaṃ—ye ceite
maitry-ādayo dhyāyināṃ
vihārās te bāhya-sādhana-niranugrahātmaḥ prakṛṣṭaṃ
dharmam abhinivartayanti |
En este
sentido, se afirma que “para el
meditador, las meditaciones sobre la amabilidad, etc. (I.33), que son esencialmente
independientes de los medios externos, generan un mérito excelente (dharma)”.
4.10(185): tayor mānasaṃ
balīyaḥ |
De las dos, la (causa) mental es la más poderosa.
4.10(185): kathaṃ? jñāna-vairāgye kenātiśayyete?
daṇḍakāraṇyaṃ ca
citta-bala-vyatirekeṇa kaḥ
śarīreṇa karmaṇā
śūnyaṃ kartum utsaheta,
samudram agastyavad vā
pibet ||10||
¿Por qué?
(Porque, después de todo) ¿cómo podría superarse el
desapego del conocimiento? Excepto por el poder mental, ¿quién podría devastar el bosque Daṇḍaka, o secar el océano como hizo Agastya?
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||4.10|| tāsāṅ
vāsanānāmanāditvaṅ -- na vidyata ādiryasya tasya bhāvastattvaṅ, tāsā
mādirnāstītyarthaḥ. kuta ityata āha
-- 'āśiṣō nityatvāt.' yēyamāśīrmahāmōharūpā
sadaiva sukhasādhanāni
mē bhūyāsurmā
kadācana tairmē viyōgō bhūditi yaḥ
saṅkalpaviśēṣō vāsanānāṅ kāraṇaṅ
tasya nityatvādanāditvādityarthaḥ.
ētaduktaṅ bhavati -- kāraṇasya
saṅnihitatvādanubhavasaṅskārādīnāṅ
kāryāṇāṅ pravṛttiḥ
kēna vāryatē,
anubhavasaṅskārādyanuviddhaṅ saṅkōcavikāśadharmi cittaṅ tattadabhivyañjakavipākalābhāttattatphalarūpatayā
pariṇamata ityarthaḥ.
Ellas, es decir, las impresiones residuales. El hecho de ser sin principio (en el tiempo) consiste en la naturaleza esencial de aquello de lo cual no se conoce un comienzo. El sentido es que ellas no tienen un comienzo. ¿Cómo así? En razón de la eternidad del deseo de vivir (āśis). Este deseo de vivir, que tiene por característica el ser una gran ilusión (moha) consiste en desear: “Ojalá obtenga yo siempre los medios para realizar el placer; ojalá no me separe nunca de ellos”. Este tipo especial de voluntad de deseo (saṃkalpa) es la causa de las impresiones residuales. Y en razón de su eternidad se le considera sin comienzo. Este es el sentido. Lo que se ha querido decir es lo siguiente. Puesto que se presentan en tanto que causa, ¿por quién podría ser impedida la puesta en marcha de los efectos, es decir, de las impresiones latentes en su manifestación? La mente, cuya característica esencial (dharmin) es la contracción y la expansión, queda invadida por las impresiones latentes en manifestación, y por el hecho de obtener la maduración resultante de tal o cual fruto, se modifica en conformidad con tal fruto. Este es el sentido.
Śaṅkara — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. VIII-XIV?)
Nunca
asaltará a nadie el recuerdo de un objeto, deseado o no, que no haya sido
experimentado antes. Incluso cuando se ha experimentado algo placentero, no se
lo desea a menos que surja primero su recuerdo; además, ningún rechazo o miedo
tiene fundamento respecto a una experiencia desagradable si no se recuerda
primero. Sin embargo, en cualquier cuerpo recién nacido, se observa
inmediatamente el instinto de conservación. Puesto que éste deseo es eterno,
hay que deducir que existe experiencia sobre la terminación de una vida
anterior. Y, antes de ésta, de una previa, y así sucesivamente. Por tanto, se
infiere el no comienzo de los recuerdos-saṃskāras y sus causas, las experiencias de vida y muerte.
Por ello, es cierto que los seres vivos sufren muchas concepciones y, en
consecuencia, los grupos de saṃskāras resultan muy difíciles de eliminar; no pueden
evitarse. Aunque la mente es omnipenetrante, su pasividad y actividad, que son
cambios, tienen lugar gracias a los sentidos; y en el estado de Yoga, donde no
hay actividad sensorial, existe la omnisciencia propia de su naturaleza
omnipenetrante. La idea ilusoria de algo no experimentado trascendiendo el
cuerpo, no es un conocimiento válido, no más que el cuerno de una liebre. Un
texto sagrado dice: “mientras se
permanece en el cuerpo, no hay liberación del placer y el dolor” (Chānd.VIII.12.1),
y otro texto: “quien los adora como infinito (obtiene
un mundo infinito)” (Brhad.I.5.13), demuestra que los sentidos son omnipenetrantes.
El poder mental y no el físico, es el único poder real. El texto sagrado dice: “por tanto, el mental es el superior” (Mahānā.79.12) y el Señor ha
dicho también: “superior a todo sacrifico material es
el sacrificio de la sabiduría, oh perseguidor de tus enemigos. Todos los actos,
sin excepción, están contenidos en el conocimiento” (Gītā.IV.33). Entonces, ¿cómo se destruyen los grupos de saṃskāras?
Objeción: han aparecido desde siempre, por lo que su
destrucción no es ni remotamente factible. Incluso aunque fuesen destruidos, el
aislamiento trascendental no podría lograrse.
© Yogadarshana – Yoga y Meditación