Yoga Sūtras
Aforismos sobre Yoga de Patañjali
Inicio-Home
| Āsanas | Prāṇāyāma | Meditación | YOGA
SŪTRAS | Darśana
Samādhi Pāda | Sādhana
Pāda | Vibhūti
Pāda | KAIVALYA PĀDA | Vocabulario | Bibliografía
Actualizado:
abril 2024
Pātañjalayogaśāstra
(taduparāgāpekṣitvāc cittasya vastu
jñātājñātam)
193. Un objeto es relativamente
conocido o desconocido según como dicho objeto influya en la modificación de la
mente. Los objetos son como imanes.
Atraen a la mente como si ésta fuese de hierro y la modifican. El objeto que modifica la mente resulta conocido, mientras que otros
distintos permanecen desconocidos. La mente tiene que ser modificable, puesto
que sus objetos tienen la propiedad tanto de ser conocidos como desconocidos.
तदुपरागापेक्षित्वाच्चित्तस्य
वस्तु ज्ञाताज्ञातम्॥१७॥
taduparāgāpekṣitvāc
cittasya vastu jñātājñātam
(Traducción propia)
(Otras traducciones)
Vyaas
Houston |
Un objeto es conocido o desconocido en razón de la condicionalidad de coloración de citta-el campo por ese (objeto) |
Georg
Feuerstein |
Un objeto es conocido o desconocido en razón de la requerida “coloración” (uparāga) de la conciencia por ese [objeto] |
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
Un objeto mental es conocido o desconocido debido a la posibilidad de que coloree (a la mente) |
P.
V. Karambelkar |
(I) (Para el conocimiento, es decir, para la cognición de un objeto) es preciso que haya coloración (es decir, asunción o captación de sus cualidades) de citta por ello (el objeto), como resultado de lo cual tal objeto se vuelve conocido, en otro caso (permanece) desconocido. (II) El objeto se vuelve (relativamente) conocido o desconocido en proporción al grado de coloración de citta por él |
James
Haughton Woods |
Un objeto es conocido o desconocido en virtud de su afectación [o no afectación] al complejo mental |
Emilio
García Buendía |
Una cosa (es) conocida o no conocida en función de la afección de la mente por ésta |
Oscar
Pujol |
Un objeto es conocido o desconocido según la mente se vea o no coloreada por él |
Chip Hartranft |
Un objeto solo es conocido por la mente que lo ha coloreado, de lo contrario no se conoce |
Vocabulario
tat-uparāga-apekṣitvāc cittasya vastu
jñāta-ajñātam
vastu (un objeto) jñāta-ajñātam (es conocido o desconocido) tat-uparāga-apekṣitvāc (según como influya en la coloración) cittasya (de la mente)
tad-: con este, por ese, mediante aquel.
uparāga-: afectación, coloración, influencia, modificación.
apekṣitva
(apekṣitvāt): (n, abl, sg) a causa de la anticipación, por medio de la expectación;
debido a la dependencia, mediante la condicionalidad, a causa de la
perspectividad.
citta
(cittasya): (n, gen,
sg) de o desde la mente, la razón, la inteligencia o la conciencia.
vastu: (n, nom, sg) cosa, objeto, artículo; 1) cosa,
substancia, objeto (independiente del sujeto que lo percibe y piensa), objeto “en su objetividad, tal como es en sí”; 2) punto, localización definida; 3) constancia.
jña (jñāta-): conocido, sabido.
ajñāta (ajñātam): (n, nom, sg) desconocido, ignorado.
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya (s. V.)
4.17(193): ayaskānta-maṇi-kalpā
viṣayā ayaḥ-sadharmakaṃ cittam abhisambadhyoparañjayanti
|
Los objetos son como imanes. Atraen a la mente como si (ésta) fuese de
hierro y la modifican.
—Aun cuando el
objeto es independiente del observador, sólo se conoce en la medida en que “colorea” (uparāga) la mente de dicho observador. Hay pues una selectividad y una
apreciación que están del lado del sujeto. Además, el contenido de la mente, es
decir, las ideas, la memoria, los saṃskāra, las actividades, etc., constituye el proceso de comprensión (grahaṇa) y como tal debe estar subordinada a “aquel que
comprende” (grahītṛ). La prueba de ello es que la mente es a su vez, si llega el caso, un
objeto de comprensión y no puede ser al mismo tiempo instrumento y objeto de
comprensión (Geenens, Philippe “Viniyoga”).
4.17(193): yena ca viṣayeṇoparaktaṃ
cittaṃ sa viṣayo jñātas tato’nyaḥ punar
ajñātaḥ | vastuno jñātājñāta-svarūpatvāt
pariṇāmi cittam ||17||
El objeto que modifica la mente resulta conocido, mientras que otros
(distintos) permanecen desconocidos. La mente tiene que ser modificable, puesto
que sus objetos tienen la propiedad tanto de ser conocidos como desconocidos.
—Que un objeto resulte o no percibido, depende tanto de su
accesibilidad como de la motivación de la persona. El objeto debe existir, debe
ser observable, debe motivar al observador y estimular un deseo de verlo
(Desikachar, TKV “Yoga-sūtra de Patañjali”).
—La idea que
se recoge en este sūtra es
que el conocimiento o no de una cosa del mundo externo (vastu) depende del modo y manera en que dicha cosa afecta a la mente
consciente. En este sentido se indica explícitamente que la perspectiva desde
la que se conoce cualquier cosa afecta o impresiona la mente consciente (citta) precisamente desde un ángulo y no otro adoptándose una postura
perspectivista de la realidad lo cual no implica la asunción de ningún tipo de
idealismo. De hecho se sigue argumentando en contra del idealismo al afirmar
precisamente que una cosa es conocida o no es conocida dependiendo que afecte o
no a la substancia mental por lo que nunca dicho objeto puede ser un producto
de la propia mente sino perteneciente al mundo externo (García Buendía, Emilio “El yoga como sistema filosófico”, pag. 450).
—En este
pasaje, los Yogasutras confirma la doctrina del satkāryavāda del Sāṃkhya, que afirma que el mundo que percibimos es
real. Podemos tener una percepción defectuosa del mismo, pero cada objeto posee
una realidad objetiva. El sūtra IV.14
lo deja muy claro. A pesar de las transformaciones ocasionadas por el paso del
tiempo, el objeto retiene una identidad única y, por tanto, vastutattvam, el objeto es real tal como se percibe. A continuación se considera
el significado de la percepción en relación con la realidad, a diferencia de
quienes mantienen que la realidad y naturaleza del objeto son contingentes con
su percepción. Patañjali no acepta esta perspectiva idealista. Diferentes
personas pueden tener diferentes percepciones de un mismo objeto, pero el
objeto en sí retiene una identidad objetiva que trasciende su percepción. Este
punto se demuestra en los sūtras IV.16-17.
Si la naturaleza del objeto fuese contingente con su percepción, se plantea la
siguiente pregunta retórica: ¿cuál sería la naturaleza del
objeto si se apartase del ámbito de la percepción? Los objetos unas veces se
perciben y otras no, pero ciertamente no podemos afirmar que dejen de existir
cuando no estén dentro del ámbito de la percepción mental. De esta forma,
Patañjali rechaza la idea de una pura realidad subjetiva e insiste en que el
mundo posee una realidad objetiva independiente de la percepción (Sutton,
Nicholas "The Yoga Sutras: A
new Translation and Study Guide", pag. 119-120).
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||4.17||
tasyārthasyōparāgādākārasamarpaṇāccittē
bāhyaṅ vastu jñātamajñātaṅ ca bhavati. ayamarthaḥ
-- sarvaḥ padārtha ātmalābhē cittaṅ
sāmagrīmapēkṣatē. nīlādijñānaṅ
cōpajāyamānamindriyaṇāṅlikayā
samāgatamarthōparāgaṅ sahakārikāraṇatvēnāpēkṣatē,
vyatiriktasyārthasya saṅbandhābhāvādgrahītumaśakyatvāt.
tataśca yēnaivārthēnāsya jñānasya
svarūpōparāgaḥ kṛtastamēvārtha jñānaṅ
vyavahārayōgyatāṅ nayati, tataśca sō.rthō
jñāta ityucyatē, yēna cā||kārō na samarpitaḥ
sō.jñātatvēna vyavahriyatē yasmiṅścānubhūtē.rthē
sādṛśyādiḥ arthaḥ saṅskāramudbōdhayansahakārikāraṇatāṅ
pratipadyatē tasminnēvārtē smṛtirupajāyatē
iti na sarvatra jñānaṅ nāpi sarvatra smṛtiriti na
kaścidvirōdhaḥ.
Un objeto (vastu) exterior es conocido o no conocido en la mente, debido al hecho de que ésta está teñida por él, es decir, por el hecho de que el objeto (artha) le transmite una información. El sentido es el siguiente. Todo objeto existente (padārtha) depende de un conjunto (de factores) para lograr obtener su naturaleza propia (svātman). El conocimiento del color azul, por ejemplo, depende para producirse de una coloración en el objeto, la cual es recogida a través del canal de los sentidos, que actúan en calidad de causa accesoria, ya que no sería posible la aprehensión de un objeto diferente por falta de esta relación. Por eso, la naturaleza propia de la coloración del conocimiento efectuada con intervención de un objeto, conduce, justamente, a ese objeto, a su conocimiento, a su manera propia de actuar. Y así, se dice que este objeto es conocido. Y el que no se hace manifiesto bajo una determinada forma (ākāra), es considerado como no conocido. Con respecto de un objeto ya experimentado, es un objeto similar el que, despertando una impresión latente, pone en marcha una causalidad accesoria, y es con respecto de este objeto que surge la memoria. Cuando se dice que el conocimiento no se da en todo tiempo y lugar, y que tampoco se da en todo tiempo y lugar la memoria, no hay en esto ninguna contradicción.
yadyēvaṅ
pramātā.pi puruṣō yasminkālē nīlaṅ
vēdayatē na tasminkālē pītamatastasyāpi
kadācitkatvaṅ grahītṛrūpatvādākāragrahaṇē
pariṇāmitvaṅ prāptamityāśaṅkāṅ
parihartumāha --
Si esto es así, sin embargo, cuando el “sí-mismo-esencial”, que es el que conoce, percibe el color azul en un determinado momento, no percibe en este momento el color amarillo, y parecería ser que la mente, a veces, por el hecho de que su naturaleza se basa en su capacidad para conocer, sufra una transformación al percibir una determinada forma. A esta objeción responde.
Śaṅkara — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa
(s. VIII-XIV?)
Tal afectación corresponde a una modificación mental. La mente toma
otra forma distinta cuando se une con el objeto a través del canal de los
sentidos. Aquí también, para quien opina que el objeto depende de forma
absoluta de la mente, o incluso que es la mente misma, se fuerza a su
omnisciencia o a su total desconocimiento de los objetos. Pues sin conocimiento
la mente no existiría. Pero este no es el caso; más bien, se trata de que los
objetos sean conocidos o desconocidos. Por tanto debe haber modificaciones
mentales, pues los objetos no se encuentran en un estado fijo y, en otro caso,
la relación con ellos no sería factible. Para puruṣa, el objeto es la mente
con sus propios objetos conocidos y desconocidos bajo la apariencia de un proceso
mental, pues la mente con sus procesos mentales inhibidos no sería un objeto.
© Yogadarshana – Yoga y Meditación