Yoga Sūtras
Aforismos
sobre Yoga de Patañjali
Inicio-Home | Āsanas | Prāṇāyāma | Meditación | YOGA SŪTRAS | Darśana
Samādhi
Pāda | Sādhana Pāda
| Vibhūti Pāda
| KAIVALYA PĀDA | Vocabulario | Bibliografía
Actualizado: junio, 2024
Pātañjalayogaśāstra
(prasaṃkhyāne ’py akusīdasya sarvathā vivekakhyāter
dharmameghaḥ samādhiḥ)
201.
Cuando la mente posee conocimiento discriminatorio y actúa
siempre con total desinterés, incluso con respecto a la comprensión más
profunda, alcanza el samādhi denominado
“abundancia de virtud”.
202.
Ese brāhmin no se ha aferrado a su elevada
comprensión y no desea nada, ni siquiera esto. La persona desapegada de esta
forma es únicamente conocimiento discriminativo por doquier. Ahora no le surgen
ya nuevas ideas, pues las semillas de las impresiones latentes han sido
destruidas. Entonces, en esa persona, surge el samādhi denominado
“abundancia de virtud”.
प्रसङ्ख्यानेऽप्यकुसीदस्य सर्वथा
विवेकख्यातेर्धर्ममेघः
समाधिः॥२९॥
prasaṃkhyāne ’py
akusīdasya sarvathā vivekakhyāter dharmameghaḥ
samādhiḥ
Cuando [la mente] posee conocimiento discriminatorio y actúa
[siempre] con total desinterés, incluso con respecto a la comprensión más
profunda, [alcanza] la interiorización completa [denominada] “abundancia de
virtud”
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas
Houston |
Respecto a la (citta) que siempre posee vivekakhyāti-identificación de discernimiento (entre sattva y puruṣa), que es totalmente desinteresada incluso respecto al estado elevado, hay dharma-megha-samādhi-absorción en la nube del dharma |
Georg
Feuerstein |
Para [el yogui que esta] siempre desinteresado incluso en [el estado de elevación, sigue], a través de la visión de discernimiento, el éxtasis denominado “nube de dharma” (dharma-megha) |
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
Además, en [ese estado de] reflexión, quien posee conocimiento
discriminativo y siempre es desinteresado, entra en el samādhi de la nube del dharma
|
P.
V. Karambelkar |
(El estado de samādhi) de un (yogui), que espera interés alguno (o beneficio) incluso con prasaṃkhyāna (=total y completo conocimiento último) (y posee) toda forma de vivekakhyāti (=realización de la más clara distinción entre puruṣa y todo prakṛtika, incluido citta) (se denomina) dharmamegha-samādhi |
James
Haughton Woods |
Para quien es desinteresado incluso con respecto a la Elevación, se sigue en todo caso como resultado del discernimiento discriminativo la concentración [denominada] nube lluviosa de objetos [de conocimiento] |
Emilio
García Buendía |
En efecto, (aquél que está) en meditación totalmente desinteresado de la percepción discriminativa (alcanza) el samādhi “nube de virtud” |
Oscar
Pujol |
La contemplación la “Nube del Dharma” se produce en el caso de aquella persona que, tras conseguir la plenitud de la intelección discriminativa, no se apega ni tan siquiera al conocimiento |
Chip Hartranft |
Aquel que considera incluso los estados más elevados desapasionadamente, discerniendo continuamente la pura conciencia del mundo fenoménico, entra en la etapa final de la integración, en la que la naturaleza se percibe como una nube de formas de experiencias irreducibles |
Vocabulario
prasaṃkhyāne api
akusīdasya sarvathā viveka-khyāteḥ dharma-meghaḥ
samādhiḥ
viveka-khyāteḥ (a partir del conocimiento discriminatorio) sarvathā (totalmente) akusīdasya (desinteresado), prasaṃkhyāne apy (incluso con respecto a la comprensión más profunda), samādhiḥ (se da la interiorización completa) dharma-meghaḥ (denominada “abundancia de virtudes”)
prasaṃkhyāna (prasaṃkhyāne): (m, loc. sg)
en estado de elevación, meditación o reflexión; 1) en el más elevado conocimiento, es decir,
en el conocimiento de la diferencia (vivekakhyāti).
api: y, también, además, incluso,
aunque, pero, aun cuando, a su vez; 1) (a menudo se utiliza para expresar énfasis, en el sentido de)
incluso, también, muy.
akusīda (akusīdasya): (m, gen, sg)
desde el total
desinterés, con completo desapego.
sarvathā: (indecl) de cualquier forma, por
cualquier medio, en todo momento, siempre.
viveka-:
discriminación, discernimiento, facultad de distinguir con claridad.
khyāti (khyāteḥ): (f, gen, sg)
desde el discernimiento, desde la visión, de la contemplación, del
conocimiento; 1) de la aceptación permanente de la presencia o existencia de
algo.
vivekakhyāti
(vivekakhyāteḥ): (f, gen, sg) desde el conocimiento
discriminatorio; 1) mediante el conocimiento (khyāti) de la diferencia (viveka)
entre el si-mismo-esencial (puruṣa) y el aspecto más puro de la mente (sattva); 2) a partir de la percepción altamente
refinada, denominada también visión de “otroidad” (anyatākhyāti), sabiduría nacida del discernimiento (vivekajajñāna) y conocimiento trascendente o
“liberador” (tārakajñāna).
dharma-: 1) virtud, mérito; 2) deber, justicia, ley
natural, religión, orden establecido, costumbre, institución, obligación
individual o colectiva (física, moral o espiritual).
—No
está claro cuál es aquí el significado preciso del término dharma.
Algunos lo han traducido como “virtud”, pero a este nivel de realización
extática, tiene poco sentido hablar del yogui como virtuoso o no virtuoso. Ha
trascendido las categorías morales de la vida ordinaria. De forma más
apropiada, dharma podría entenderse, como en algunos contextos budistas,
refiriéndose a la Realidad fundamental. En otras palabras, en la consumación de
la visión de discernimiento, el yogui está, como si dijéramos, envuelto por el
Sí mismo. Este éxtasis es una fase pasajera que elimina toda la ignorancia
espiritual y por tanto todas sus repercusiones negativas (como el karma y el
sufrimiento), y es seguida inmediatamente por el acontecimiento de la
liberación (Feuerstein, Georg “The
Yoga-Sūtra of Patañjali”).
megha (meghaḥ): (m, nom, sg)
nube; 1) nube cargada de lluvia.
—Megha no debe traducirse como nube (tal como se hace
usualmente), sino como “campo” en el sentido de la física moderna. Se trataría
entonces de una condición en la cual los dharmas, que se perciben en un nivel
inferior de conciencia, como diferenciados en un gran número de dharmas
específicos, se perciben ahora en su carácter-dharma (unificado): como un “campo”
que rodea la realidad última más bien que como una “cosa” (Klostermaier, Klaus
K. “Time in Patanjali's
Yogasutra”, trad. El concepto de tiempo en los
Yoga Sūtras de Patañjali).
dharmamegha (dharmameghaḥ): (m, nom, sg)
nube cargada de virtud, abundancia de
virtudes, santidad.
samādhi
(samādhiḥ): (m, nom, sg) absorción,
concentración, poner uno al lado del otro, unión, totalidad; 1) estado de yoga; 2) estado de interiorización completa; 3) estado mental en el que
pueden surgir poderes extraordinarios (siddhi); 4) estado de interiorización completa que
se logra plenamente a través de la devoción al ser supremo (īśvarapraṇidhāna); 5) estado de
interiorización completa, énstasis o meditación profunda en que la mente se “vacía”
aparentemente de su naturaleza como pensamiento y
solo brilla el objeto de concentración; 6) octavo miembro del yoga de ocho pasos (aṣṭāṅga).
dharmameghasamādhi
(dharmameghasamādhiḥ): (m, nom,
sg)
interiorización completa con abundancia de virtud.
—El dharmameghasamādhi, la “nube
del dharma “, se identifica con el asmitānugata; es un término técnico de
difícil traducción pero que parece referirse a una abundancia (“lluvia”) de
virtudes que colman al yogui inmediatamente. Éste experimenta simultáneamente
un sentimiento de saturación y de ruptura con respecto al mundo; un sentimiento
de “¡basta ya!”, con respecto a todo conocimiento y conciencia; y este
renunciamiento total lo lleva a la asaṃprajñātasamādhi, a
la énstasis indiferenciada (Eliade, Mircea “Yoga, inmortalidad y libertad”).
—Dharma: “ley natural”, “orden natural”, es decir, el modo en que
deben estar las cosas; megha: “nube de lluvia”; por tanto, dharmameghasamādhi
debe
entenderse como un estado de existencia en el cual el yogui es una “nube de dharma“ —está en armonía con el orden universal e irradiando
virtud por todas partes (Burley, Mikel “Hatha-Yoga - Its Context, Theory and Practice”).
—La
palabra akusīda
describe al adepto que se aplica a la más elevada forma de desapego, o paravairāgya, por
medio del cual se alcanza el énstasis más allá del conocimiento (asaṃprajñātasamādhi). El término dharmameghasamādhi
puede tomarse directamente como un sinónimo de asaṃprajñātasamādhi o, también, como la
culminación de éste (Feuerstein, Georg “The
Philosophy of Classical Yoga”).
—Una
vez que el yogui alcanza el escalón más elevado del ser, su único objetivo es
mantener la conciencia en la misma condición translúcida, renunciando incluso a
las mínimas apetencias mundanas. Esto es lo que se conoce como completo
desapego (I.16). La recompensa de esta negación total
de la existencia de prakṛti per
se es el
énstasis de la nube de dharma. No está claro lo que significa la palabra dharma en
este contexto. Cualquiera que sea su significado concreto, tal énstasis
representa definitivamente la consumación del asaṃprajñātasamādhi y precede inmediatamente a la
autorrealización, o aislamiento del poder de la observación (Feuerstein, Georg “The Yoga-Sūtra of
Patañjali”).
—El término dharma-megha proviene de la literatura budista, donde indica, como
aquí, un grado de contemplación inmediatamente anterior a la liberación. Las
connotaciones del término en el budismo parecen indicar que, en este estado, el
bodhisattva es como una
nube que llueve la virtud del dharma sobre los
seres que todavía están atormentados por el deseo y la ignorancia. Vyāsa
no explica el significado del término, quizás porque su origen budista era
todavía demasiado evidente. Vācaspati Miśra interpreta la palabra
como una nube que llueve sobre todas las cosas cognoscibles. Bhoja, no
obstante, afirma que se denomina Nube del Dharma porque es como una nube que
llueve el dharma de las
acciones que no son ni blancas ni negras y que conducen a la liberación
definitiva. La diferencia principal entre la versión budista y la versión
yóguica del término es que en el budismo la nube llueve para los demás,
mientras que en el yoga el beneficio de la lluvia dhármica acontece para el
mismo yogui y produce, como veremos en el siguiente aforismo, el fin de las
aflicciones y del karma (Pujol,
Oscar "Yogasūtra" pag. 381) (Comparar
con Wujastyk,
Dominik “Some Problematic
Yoga Sutras and their Buddhist Background”, trad. Algunos yoga sūtras
problemáticos y sus antecedentes budistas).
—La frontera entre el dharmameghasamādhi y el kaivalya del Yoga, o entre la condición de Bodhisattva y la de Buda en la etapa de dharmamegha del budismo, es virtualmente imperceptible: es solo una cuestión de cumplimiento de un proceso, que a partir de entonces tiene una sola dirección. Y aquí podemos, posiblemente, discernir una diferencia significativa entre la dinámica yóguica (hindú) y la budista: los textos budistas enfatizan los aspectos altruistas de esta condición: la posibilidad para el Bodhisattva / Yogin de ayudar al mundo a alcanzar el objetivo más elevado, los efectos beneficiosos que tiene "la lluvia del dharma" con respecto a la extinción de los kleśa de aquellos que aún están bajo su dominio. El Yogasūtra parece estar interesado en el beneficio del dharmameghasamādhi solo para el yogui: los kleśa y el karman son erradicados, aumenta infinitamente el conocimiento, el kaivalya está asegurado, lo que significa el establecimiento en su "auténtico sí-mismo". El Bodhisattva en su cielo Tuṣitas renuncia, por el momento, a la dicha completa y a la máxima perfección de la Budeidad, que está a su alcance, y accede a las súplicas de los devas para encarnar y hacerse presente en forma corporal entre los humanos solo para su beneficio (Klostermaier, Klaus K. “Dharma Megha Samadhi. Comments on Yoga Sutra IV, 29”).
—Hay que
tener en cuenta el juego de lenguaje de Patañjali o
la interpretación bitextual: la palabra prasaṃkhyāna también significa pago. La palabra akusīda (sin interés) también se puede leer en un
sentido financiero. Por lo tanto, se puede interpretar que el sūtra implica
que un yogui, que ha pagado su “deuda” kármica sin ningún “interés” restante, tiene derecho al “bono” del dharma-megha samādhi (Raveh, Daniel “Expolring The Yoga Sutras. Philosophy and Translation", pag 146,
nota 69).
4.29(202):
yadāyaṃ brāhmaṇaḥ
prasaṃkhyāne’py akusīdaḥ, tato’pi na kiñcit prārthayate,
Ese brāhmin no se ha aferrado a su elevada comprensión y no desea nada, ni
siquiera esto.
—Cuando aquél que ya no tiene ninguna deuda alcanza la
perfección, entonces y a raíz de un conocimiento discriminativo hay dharmameghasamādhi. Es decir, el samādhi es como una nube de bondad en donde el yogui actúa por el
bien incluso sin pensar en él. Quizás pueda decirse que esto sea la santidad.
En todo caso, este aforismo marca el desenlace del hombre en su relación con el
mundo y su prójimo. El yogui no es inactivo, tampoco es indiferente, sino que
actúa y actúa con conocimiento de causa, se compromete (Desikachar, TKV “Viniyoga, nº 27”).
—Patañjali
afirma que el yogui alcanza dharmameghasamādhi cuando se vuelve akusīda,
incluso después de alcanzar el conocimiento liberador (jñānāvaraṇīya). El significado del término akusīda
puede entenderse solo bajo el prisma budista. Vyāsa no tiene en consideración el significado que
le da el budismo y lo interpreta como “sin deseos, desapegado”, lo cual no
tiene fundamento. El abhidharma budista utiliza la palabra kausīdya
(forma abstracta de kusīda) en el sentido de letargo,
falta de entusiasmo, cualidad opuesta a vīrya (energía, entusiasmo) (Gokhale, Pradeep P. “The
Yogasūtra of Patañjali: A New Introduction to the Buddhist Roots of the Yoga System”, pag 180).
—Como
forma de dhyāna, prasaṃkhyāna
es una práctica superior que se persigue después de que se han alcanzado las
metas del kriyāyoga: el kriyāyoga
puede atenuar los kleśas, pero se requerirá la práctica
de prasaṃkhyāna para hacerlos impotentes
(PYŚ 2.2, 2.11). En la etapa final, sin embargo, la técnica de prasaṃkhyāna
también debe ser abandonada, y, mientras la presencia de vivekakhyāti
(discernimiento discriminatorio) permanezca inquebrantable, surgirá dharmameghasamādhi
(el samādhi que conduce a la nube del dharma) (YS 4.29). Esta es la
liberación final. En resumen: prasaṃkhyāna es una forma de meditación
centrada en objetos que puede conducir a la concentración cognitiva, saṃprajñātasamādhi. Es un acto de contemplación que erradica los kleśas
y produce la forma última de discernimiento discriminatorio (vivekakhyāti)
—entre prakṛti y puruṣa. Hemos establecido, entonces,
que prasaṃkhyāna es un término soteriológico
clave en el Pātañjalayogaśāstra (O'Brien-Kop, Karen, “Classical Discourses
of Liberation Shared Botanical Metaphors in Sarvāstivāda Buddhism
and the Yoga of Patañjali”, pag.
133-134, y nota 42)
4.29(202): tatrāpi
viraktasya sarvathā viveka-khyātir eva bhavatīti saṃskāra-bīja-kṣayān nāsya pratyayāntarāṇu utpadyante,
tadāsya dharma-megho nāma samādhir bhavati ||29||
La persona desapegada de esta forma es únicamente conocimiento
discriminativo por doquier. Ahora no le surgen (ya) nuevas ideas, pues las
semillas de las impresiones latentes (saṃskāras) han sido destruidas. Entonces, en esa persona, surge el samādhi denominado
“abundancia o nube del dharma“.
—Se
posee algún apego a los frutos de la iluminación. Pero finalmente incluso los
apegos positivos (incluso el apego a la iluminación) tienen que cesar. Por eso
en I.50
se dice que hay saṃskāras
positivos que
pueden bloquear los negativos; y en I.51 se dice que
incluso los saṃskāras
positivos
tienen que desaparecer. Entonces se consigue el “dharmameghasamādhi “. En este estado no hay nada
que conocer, nada que buscar, nada que conseguir y nada que realizar. A estas
alturas los vāsanās no están ya activos - “las semillas están quemadas” (von Romberg, Margo “https://sanskritdocuments.org/sites/athayoga/sutra_ch4phn.html“).
—Una nube significa potencialidad de aguas que pueden caer
de un momento a otro, fecundando la tierra y haciendo brotar nuevos gérmenes de
vida. Así en la nube de virtud o santidad, todos los méritos del pasado se
reunirían para preparar la realización del aislamiento supremo. El practicante
se encontraría ahora envuelto en la virtud como en una nube cargada de aguas
fecundas (Gardini, Walter “Yoga
clásico”).
—Como hemos mencionado en el aforismo 2.26, hay dos tipos de intelección discriminativa: el prasaṃkhyāna y la vivekakhyāti ininterrumpida (aviplava). La intelección discriminativa ininterrumpida se denomina también prasaṃkhyāna supremo (paramaṃ prasaṃkhyānam VBh 1.2) y se corresponde con el estado contemplativo de la Nube del Dharma (Pujol, Oscar "Yogasūtra" pag. 380)
—La nube de irreductibles formas de experiencias, dharma-megha, es la descripción de Patañjali del estado final de la percepción humana. Este se produce al observar las cosas en su nivel más básico, en el espacio más breve de tiempo conocible… Como la mente pertenece al reino de las palabras, sus contenidos están limitados por la temporalidad, en cambio, la visión de la pura conciencia no lo está. Alzándose en solitario, puede percibir los instantes más breves de transformación, mientras las cualidades de los guṇas se proyectan sobre el fluir de la sustancia de la mente. Es una percepción totalmente distinta de las percepciones ordinarias, cuyas transformaciones se unen para presentar una perfecta continuidad, incluso cuando la mente casi ha alcanzado la quietud. Al igual que los fotogramas de una película, el drama de la yoidad depende de esta continuidad. Una vez el yogui descompone esta continuidad, el drama se desvanece. Aunque la superficie de la mente se serene hasta el punto de reflejar como un espejo la pura conciencia, la mente es prakrítica por naturaleza. Por eso se manifiesta en forma de elementos perceptivos que están cambiando sin cesar. Estos elementos, denominados dharmas, son las formas granulares pasajeras que al combinarse producen aquello que parece ser una corriente de experiencia unitaria. Al igual que las partículas subatómicas son los componentes físicos más pequeños y han de inferirse científicamente, un dharma es el fenómeno de la mente más breve que la pura conciencia puede percibir directamente. En circunstancias normales, los dharmas parecen fluir juntos, dando un aspecto de singularidad y sustancialidad a aquello que en realidad es compuesto e impermanente. Sin embargo, en el samādhi supremo, la pura conciencia percibe con claridad cada uno de esos inconcebiblemente breves microfenómenos. El yogui reconoce entonces que todas las cosas son compuestas y que no son más que las ilusorias proyecciones de la luminosidad, el movimiento y la solidez gúnicas y deja de sentirse atraído por ellas. Ahora ve que los dharmas no son después de todo un continuo fluir, sino que solo parpadean por separado ante la pura conciencia. Aunque megha tenga la connotación específica de “nube”, al utilizar esta palabra Patañjali se está refiriendo al significado más sutil e inclusivo de “lluvia torrencial”. Los dharmas afloran a la superficie de la mente —y la pura conciencia puede por tanto percibirlos— en distintos momentos, del mismo modo que las gotas de lluvia llegan al suelo en distintos instantes. Pero como los intervalos que se dan entre la llegada de las gotas al suelo son tan breves, se experimenta como una cortina de lluvia, en lugar de advertirlo como innumerables gotas, salvo en el grado más alto de quietud del cuerpo-mente. Es decir, para el oído profano la lluvia no es más que la continua precipitación de un torrente de agua, en cambio, el oído realizado percibe claramente cada una de las gotas de lluvia entrando en contacto con el suelo… Al igual que el Buda-dharma, que reconoce la omnipresente presencia de la vacuidad y el nirvana, la realidad de Patañjali siempre es una nube de dharmas que están surgiendo y despareciendo uno tras otro a una velocidad inconcebible. Para Patañjali el mundo siempre es así; el yogui al aquietar su mente percibe con una prístina claridad la verdadera naturaleza de las cosas… En el estado actualizado del dharma-megha-samādhi la mente ya no sigue contribuyendo en absoluto a la procesión de fenómenos. El drama inherente al nacimiento, a las experiencias, al sufrimiento y a la muerte cesa y es reemplazado por un inefable conocimiento. La pura conciencia puede ver ahora su propio reflejo: inmutable, independiente, inmune al flujo de las energías fenoménicas, Éste es el logro del ideal yóguico que aunque Patañjali atribuya a īśvara, la conciencia divina, en realidad, como toda divinidad, reside en cada uno de nosotros como el potencial humano más profundo (Hartranft, Chip "Los yogasutra de Patañjali" pag. 124-129)
—Vyāsa afirma que debido a que se destruye la semilla-saṁskāra de la corrupción, no pueden surgir más ideas arraigadas en la ignorancia y basadas en una identidad afligida del yo. El dharmameghasamādhi, según parece, presupone que el yogui ha cultivado el desapasionamiento superior (paravairāgya), el medio para la conciencia estática realizada en asaṃprajñātasamādhi (YB I.18). Así, dharmameghasamādhi es más o menos un sinónimo de asaṃprajñātasamādhi e incluso puede entenderse como la fase consumada del samādhi supra cognitivo o éxtasis, el paso final en el largo y arduo viaje yóguico hacia la auténtica identidad y la "soledad". Tiene lugar un cambio de identidad permanente desde la perspectiva de la personalidad humana hacia puruṣa. Ahora libre de cualquier dependencia o subordinación al conocimiento o vṛtti, y separado del mundo de la identificación errónea (saṃyoga), el yogui aún retiene los poderes gúnicos purificados de la virtud, incluido el iluminador "conocimiento de todo" (debido al sattva purificado), la actividad no afligida. (debido al rajas purificado), y una forma corporal saludable y estable (debido al tamas purificado). Completamente despierto a la naturaleza auto luminosa de puruṣa, el yogui es testigo, observa, percibe la prakṛti, pero deja de ser atrapado y consumido por el drama o el juego de los guṇas, ya sea en forma de ignorancia o conocimiento, causa o efecto, identidad personal o sentido de otredad. El conocedor, el conocimiento y la acción auto transparentes coexisten en un estado de sintonía mutua (Whicher, Ian "Nirodha, yoga praxis and the transformation of the mind", pag 283).
—Aquí
hay un paralelo con la teoría Sautrāntika de que, para que ocurra la
disyunción (= cese) (visaṃyoga), la forma latente de los kleśas
(el anuśaya, que contiene la semilla) también debe ser eliminada.
Además, entender cómo funciona la imagen de la semilla en el yoga
Pātañjala nos lleva de vuelta al resultado de prasaṃkhyāna
(reelección discriminativa): si prasaṃkhyāna destruye la semilla, debe
conducir al nirbījasamādhi, el samādhi
que no tiene semilla. Antes de que la percepción positiva de prakṛti
y puruṣa pueda ocurrir en vivekakhyāti, la eliminación negativa de la
semilla de los kleśas debe ocurrir a través de la
contemplación llamada prasaṃkhyāna. Sobre la base de lo
presentado hasta ahora, es posible argumentar que nirbījasamādhi
y dharmameghasamādhi son sinónimos del mismo
estado: (1) prasaṃkhyānadhyāna es sinónimo de dharmameghadhyāna;
(2) dharmameghadhyāna y dharmameghasamādhi
no pueden ser sinónimos porque tanto en el método del aṣṭāṅgayoga como dentro de los esquemas budistas de meditación, dhyāna
y samādhi se tratan como etapas diferentes; (3) dharmameghadhyāna
(=prasaṃkhyāna) conduce lógicamente a dharmameghasamādhi
y no a otro tipo de samādhi; (4) dharmameghadhyāna
(=prasaṃkhyāna) conduce al samādhi
que no tiene semilla; (5) Por lo tanto, el samādhi que no tiene semilla (nirbījasamādhi)
es dharmameghasamādhi (O'Brien-Kop,
Karen, “Classical Discourses of
Liberation Shared Botanical Metaphors in
Sarvāstivāda Buddhism and the Yoga of Patañjali”, pag. 144, nota 75)
Bhoja — Rāja-Mārtanda (1018-1060)
||4.29|| prasaṅkhyānaṅ
yāvatāṅ tattvānāṅ
yathākramaṅ vyavasthitānāṅ
parasparavilakṣaṇasvarūpavibhāvanaṅ
tasminsatyapyakusīdasya phalamalipsōḥ
pratyayāntarāṇāmanudayātsarvaprakāravivēkhyātēḥ
pariśēṣāddharmamēghaḥ
samādhirbhavati. prakṛṣṭamaśuklakṛṣṇaṅ
dharmaṅ paramapuruṣārthasādhakaṅ
mēhati siñcatīti dharmamēghaḥ. anēna
prakṛṣṭhadharmasyaiva jñānahētutvamityupapāditaṅ bhavati.
El más alto conocimiento se refiere a la
meditación acerca de la propia naturaleza y de las cualidades específicas de
cada uno de los principios esenciales (tattva), colocados en su debido orden. Para aquél que
carece de ambición, para el que no busca el fruto (de la acción), incluso en lo
que a esto respecta, al no aparecer ya otras ideas, y como consecuencia de la
lucidez del discernimiento bajo su aspecto total, surge el énstasis llamado “abundancia de
virtudes”. La abundancia
de virtudes (dharmamegha) emite o irriga el dharma más excelente, que no es ni claro ni oscuro y
que es el medio para alcanzar la meta del supremo “sí-mismo-esencial” (puruṣa). Con esto se muestra que sólo el dharma más excelente es la causa del conocimiento.
Śaṅkara — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. VIII-XIV?)
Tal Brāhmin no busca provecho con la
práctica de su meditación, es decir con la práctica de la visión
discriminativa; la expresión “ni siquiera esto” quiere decir que tampoco desea
nada en el estado meditativo; posee el conocimiento de la diferencia y está
completamente desapegado.
Su cuerpo es como una casa vacía que tiene su hogar solo en la
serenidad del conocimiento. En él surge el samādhi
denominado “nube lluviosa del dharma“, es
decir, sobre él llueve el dharma supremo denominado aislamiento transcendental —de ahí su nombre
técnico.
© Yogadarshana – Yoga y
Meditación