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Actualizado: febrero, 2024
Pātañjalayogaśāstra
(draṣṭā dṛśimātraḥ śuddho ‘pi
pratyayānupaśyaḥ)
87.
“Lo-que-es-observado” ha sido explicado. Ahora se aborda la
determinación de la verdadera naturaleza de “lo-que-observa”. “Lo-que-observa”
es solo observación y, aunque inmaculado, es consciente de los pensamientos que
surgen. Que es “solo observación” quiere decir que se trata
exclusivamente de la capacidad de observar, no
afectada por modificación alguna. Ese puruṣa
es consciente reflejándose en la función intelectiva. No es igual ni totalmente
opuesto al intelecto. ¿Por qué decimos que puruṣa
no es totalmente igual que la función intelectiva?
8788.
Porque el intelecto es algo que sufre modificaciones; unas
veces conoce al objeto y otras no.
88.
El hecho de que su objeto, por ejemplo una vaca o una jarra
de agua, a veces sea conocido y a veces no, demuestra su inconstancia. Por otro lado, el hecho de que el objeto de puruṣa sea
siempre conocido demuestra claramente su inmovilidad. ¿Por qué decimos esto? Porque la
función intelectiva, que por definición es el objeto de puruṣa, no podría ser para él conocido unas veces y
desconocido otras; por esto se afirma la inmutabilidad de puruṣa que conoce a su objeto en todo momento. Además, la
función intelectiva existe en consideración a otros, puesto que funciona
combinando distintas causas, mientras que puruṣa
existe por sí mismo. Por otro lado, la función intelectiva está compuesta por
los tres constituyentes fundamentales de la naturaleza, pues determina qué son
todas las cosas y, en consecuencia, no es consciente de sí misma. Pero puruṣa, como supervisor de los
constituyentes fundamentales de la naturaleza, no
tiene la misma forma que la función intelectiva. Objeción: entonces,
debe ser opuesto a ella. Respuesta: no exactamente,
8889.
pues, aunque puro, observa las ideas que presenta la
función intelectiva.
89.
Cuando contempla así las transformaciones del intelecto,
parece como de su misma naturaleza, aunque realmente no sea así. Por esto
Pañcaśikha ha afirmado: “el poder del experimentador no cambia, ni se une
al objeto. Sin embargo, aparentemente se une al intelecto adaptándose así a los
procesos mentales de conocimiento. Lo que se denomina proceso mental de
conocimiento es la adopción de la forma del objeto en el intelecto en base a su
parecido con dicho proceso mental”.
Vyāsa —
Yoga-Bhāṣya (s. V.)
2.20(87): vyākhyātaṃ dṛśyam
| atha draṣṭuḥ svarūpāvadhāraṇārtham
idam ārabhyate—
“Lo-que-es-observado” ha sido explicado. Ahora se aborda la
determinación de la verdadera naturaleza de “lo-que-observa”.
द्रष्टा दृशिमात्रः शुद्धोऽपि प्रत्ययानुपश्यः॥२०॥
draṣṭā dṛśimātraḥ śuddho
’pi pratyayānupaśyaḥ ||20||
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas Houston |
Draṣṭṛ–el
observador es dṛśi-mātra-solo
observación. Es puro, aún (cuando) es testigo de los pratyayas-pensamientos dirigidos hacia el objeto |
Georg Feuerstein |
El Observador, [que es] el puro
[Poder de] la observación, aunque puro, percibe las ideas [presentes en la
conciencia] |
Christopher Chapple y Yogi Ananda
Viraj |
El observador sólo observa; aunque
puro, parece motivado |
P. V. Karambelkar |
Draṣṭā
(el perceptor) es solo potencialidad de percepción y, aunque puro, se
(transforma) en quien percibe a través del contenido (es decir, del
organismo) de citta |
James Haughton Woods |
El Observador, que no es nada más
que [el poder de la observación], aunque inmaculado (Buddha), se considera
como la idea presente |
Pandit Usharbudh Arya |
El observador es solo la fuerza que “observa”.
Aunque puro, “observa” cualquier cosa que se presente como cognición en buddhi |
Emilio García Buendía |
El que ve, consistiendo en capacidad
de ver, aunque inmutable, (contempla) las ideas percibidas |
Oscar Pujol |
El perceptor es solo la visión, que,
aun siendo impoluta, se ve reflejada en la percepción mental [del mundo] |
Chip Hartranft |
La pura conciencia es simplemente la
misma percepción; aunque sea pura, normalmente parece funcionar por medio de
la mente perceptiva |
Vocabulario
draṣṭā dṛśi-mātraḥ śuddhaḥ-api pratyaya-anupaśyaḥ
draṣṭā (“lo-que-observa” es) dṛśi-mātraḥ (pura observación); śuddhaḥ-api (aunque inmaculado), pratyaya-anupaśyaḥ (es consciente de las ideas)
draṣṭṛ (draṣṭā): (m, nom, sg)
espectador, observador; 1) propio del sujeto o conocedor que recibe las
impresiones; 2) se asimila al “si-mismo-esencial” (puruṣa), a la
auténtica naturaleza o naturaleza humana esencial (ātman), a la
conciencia-energía o poder que subyace a la conciencia (citiśakti) y al ser interior (adhyātma).
dṛśi-: observación, visión,
energía o poder de observación.
mātra (mātraḥ): (m, nom, sg)
1) solamente,
nada más que; 2) puro, neto.
dṛśimātra
(dṛśimātraḥ): (m, nom, sg) pura
observación, solo visión.
—Dṛśimātra, visión pura, denota la
verdadera esencia del sí mismo como inmutable y permanente sujeto perceptor del
proceso mental en curso (Feuerstein, George “Encyclopedic Dictionary of Yoga”).
śuddha (śuddhaḥ): (m, nom, sg)
puro,
correcto, inmaculado.
api: (indecl) y, también, además, incluso.
pratyaya-: noción,
intención, idea presente; 1) representación, conocimiento; 2) pensamiento que
surge, aparece o se muestra, es decir, aquello que viene al encuentro de la
conciencia, paso final en la formación gestáltica; 3) denota cualquier
contenido de la conciencia, incluyendo las modificaciones mentales (vṛtti) y el
conocimiento trascendente (prajñā).
anupaśya (anupaśyaḥ): (m, nom, sg) ver, percibir, darse
cuenta, conocer.
—Es interesante resaltar que la raíz verbal
√paś que aparece en la base de la palabra anupaśya significa “mirar” pero en el sentido de “contemplar”
traducible al inglés como to behold
lo que sugiere la noción de un mirar o contemplar algo continuadamente,
repetidamente, de forma sostenida que es lo que aporta el prefijo anu.
De este modo, tal y como se indica en este sūtra, la consciencia contempla las
ideas formadas por la mente de una forma constante, continuada, sin descanso
precisamente porque esa es su naturaleza, su esencia, la de contemplar (García
Buendía, Emilio “El
yoga como sistema filosófico, pag 299”).
Otras variaciones del texto original:
draṣṭā dṛśimātraḥ śuddho’pi pratyayā’nupaśyaḥ
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya (s. V.)
2.20(87):
dṛśi-mātra iti dṛk-śaktir
eva viśeṣaṇāparāmṛṣṭety
arthaḥ |
(Que es) “solo observación” quiere decir que se trata
exclusivamente de la capacidad de observar, no afectada por modificación
alguna.
—La pura conciencia … es la misma percepción que se limita a observar la
naturaleza actuando ante ella. Al decir “la misma percepción” Patañjali no se
refiere a la conciencia que subyace en nuestro sentido de la visión, sino al
omnipresente conocer ante el cual los cinco sentidos y también la mente se
manifiestan (Hartranft, Chip “Los Yoga-Sutra de Patáñjali”,
pag. 27).
—El término más común utilizado por Patañjali para designar
la auténtica “yoidad” de puruṣa es el "veedor", como
se puede observar en los Yoga-Sutra I.3 y II.17,
así como en II.20
y IV.23.
El género de puruṣa debe verse meramente como una conveniencia lingüística o
gramatical. Esta palabra masculina que significa " veedor" o “sí-mismo”
(es decir, conciencia pura) se usa indistintamente con las palabras femeninas: śakti
(poder, energía, fuerza), citi (conciencia ), citiśakti
(poder de la conciencia) y dṛśi (vista, ver). También
denominado "poder del veedor" (dṛś-śakti), puruṣa
se describe como absolutamente no mezclado o distinto de, incluso el aspecto
más fino y sutil de prakṛti el sattva de la conciencia o mente que
todavía puede permitir que el yogui se identifique erróneamente con la
existencia prakṛtika, lo "visible" (dṛśya), Lo "visible" es,
en sí mismo, insensible y carece de toda conciencia o autoluminosidad (Whicher,
Ian “The integrity of the
yoga darsana. A reconsideration
of classical yoga”, pag. 78).
2.20(87):
sa puruṣo buddheḥ pratisaṃvedī
| sa buddher na sarūpo
nātyantaṃ virūpa
iti |
Ese puruṣa es consciente
(reflejándose) en la función intelectiva (pratisaṃvedana) (I.7 - II.17). No es igual ni totalmente opuesto
al intelecto.
2.20(87): na tāvat sarūpaḥ
| kasmāt?
¿Por qué (decimos que puruṣa) no es
totalmente igual (que la función intelectiva)?
2.20(8788):
jñātājñāta-viṣayatvāt pariṇāminī hi buddhiḥ |
Porque el intelecto es algo que sufre modificaciones; (unas
veces) conoce al objeto y (otras) no.
2.20(88):
tasyāś ca viṣayo
gavādir ghaṭādir vā jñātaś cājñātaś
ceti parṇāmitvaṃ darśayati |
El hecho de que su objeto, por ejemplo una vaca o una jarra
de agua, a veces sea conocido y a veces no, demuestra su inconstancia.
2.20(88):
sadā-jñāta-viṣayatvaṃ tu puruṣasyāpariṇāmitvaṃ
paridīpayati | kasmāt?
Por otro lado,
el hecho de que el objeto de puruṣa sea siempre conocido demuestra claramente su inmovilidad. ¿Por qué
(decimos esto)?
2.20(88):
na hi buddhiś ca nāma
puruṣa-viṣayaś ca syād gṛhītā cāgṛhītā ceti siddhaṃ
puruṣasya sadājñāta-viṣayatvaṃ tataś cāpariṇāmitvam iti |
Porque la función intelectiva, que por definición es el
objeto de puruṣa, no podría ser
para él conocida (unas veces) y desconocida (otras); por esto se afirma la
inmutabilidad de puruṣa que conoce a su objeto en todo momento.
—Es importante distinguir cuidadosamente entre la
apercepción del “sí-mismo-esencial” y la percepción de la mente. Mientras que
las percepciones de la conciencia se refieren a objetos exteriores a la
conciencia (que pueden ser objetos actuales o recordados), la apercepción del “sí-mismo-esencial”
se refiere al conocimiento de la conciencia y no tiene que ver con ningún
factor extraño. En otras palabras, para el “sí-mismo-esencial”, la conciencia
ordinaria se presenta ella misma como objeto. Mientras que las percepciones o
conocimientos de la conciencia son múltiples y discontinuos, la apercepción del
“sí-mismo-esencial” es perfectamente continua (Feuerstein, Georg “The
Yoga-Sūtra of Patañjali”).
2.20(88):
kiṃ ca, parārthā buddhiḥ saṃhatya-kāritvāt
| svārthaḥ puruṣa iti |
Además, la función intelectiva existe en consideración a
otros, puesto que funciona combinando distintas causas, mientras que puruṣa existe por sí
mismo (svārtha).
2.20(88):
tathā sarvārthādhyavasāyakatvāt
triguṇā buddhis triguṇatvād
acetaneti | guṇānāṃ tūpadraṣṭā puruṣa iti | ato na sarūpaḥ |
(Por otro lado, la función intelectiva está compuesta por
los tres guṇas, pues
determina qué son todas las cosas y, en consecuencia, no es consciente de sí
misma). Pero puruṣa, como supervisor (upadraṣṭā) de los guṇas, no tiene la misma forma (que
la función intelectiva).
2.20(88):
astu tarhi virūpa iti
|
Objeción: entonces, debe ser opuesto a ella.
2.20(88):
nātyantaṃ virūpaḥ
| kasmāt?
Respuesta: no exactamente,
2.20(8889):
śuddho’py asau pratyayānupaśyaḥ | yataḥ
pues, aunque puro, observa las ideas, es decir, contempla
las ideas que presenta el intelecto (las transformaciones materiales que el
intelecto lleva a cabo cuando adopta la forma de los objetos).
2.20(89):
pratyayaṃ bauddham anupaśyati | tam anupaśyann
atadātmāpi tad-ātmaka iva pratyavabhāsate |
Cuando contempla así (las transformaciones del intelecto),
parece como de su misma naturaleza, aunque realmente no sea así.
2.20(89):
tathā coktaṃ—apariṇāminī
hi bhoktṛ-śaktir apratisaṅkramā
ca pariṇāminy arthe
pratisaṅkrānteva tad vṛttam
anupatati | tasyāś
ca prāpta-caitanyopagraha-rūpāyā
buddhi-vṛtter anukāra-mātratayā
buddhi-vṛtty-aviśiṣṭā
hi jñāna-vṛttir ity ākhyāyate
||20||
Por esto (Pañcaśikha) ha afirmado: “el poder del
experimentador no cambia, ni se une (al objeto). (Sin embargo) aparentemente,
se une a lo que cambia (al intelecto) adaptándose así a los
procesos mentales. Lo que se denomina proceso mental de conocimiento es la
adopción de la forma del objeto en el intelecto en base a su parecido con dicho
proceso mental” (IV.22).
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||2.20|| draṣṭā puruṣō dṛśimātraścētanāmātraḥ.
mātragrahaṇaṅ dharmadharminirāsārtham.
kēciddhi cētanāmātmanō
dharmamicchanti. sa śuddhō.pi
pariṇāmitvādyabhāvēna svapratiṣṭhō.pi pratyayānupaśyaḥ,
pratyayā viṣayōparaktāni
jñānāni tāni
anu avyavadhānēna pratisaṅkramādyabhāvēna
paśyati. ētaduktaṅ
bhavati -- jātaviṣayōparāgāyāmēva
buddhau saṅnidhimātrēṇaiva
puruṣasya dṛṣṭṛtvamiti.
El observador es el “sí-mismo-esencial”. Es sólo visión, es
decir, es solamente inteligencia (cetanā). La insistencia en el término
solamente, tiene por objeto rechazar la relación entre forma constitutiva (dharma) y el sujeto que la posee (dharmin), pues algunos quisieran que
la inteligencia sea una cualidad esencial del “sí-mismo” (ātman). Pero el “sí-mismo-esencial”,
incluso siendo puro, siendo él su propio fundamento, porque no existen para él
las transformaciones, etc., percibe directamente las ideas. Las ideas son los
procesos cognoscitivos teñidos por los objetos de los sentidos. El las percibe
directamente, sin interrupción y sin que nada intervenga. Lo que se quiere
decir es lo siguiente: la calidad de observador del “sí-mismo-esencial” se debe
únicamente a su proximidad con el intelecto (buddhi), el cual es el único que está
teñido por los objetos de los sentidos.
Śaṅkara — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. VIII-XIV?)
En este sūtra se vuelve otra vez a los dos puntos tratados en I.3 y I.4: “en el estado de yoga, lo-que-observa permanece en
su propia naturaleza”, y “fuera del estado de yoga, hay identidad entre lo-que-observa y la
fluctuación mental presente en ese instante”. Mediante la visión pura, que en sí
es inmutable, se produce la observación (anudarśana) de los pensamientos en la mente (bauddhapratyaya); de este
hecho, se deduce correctamente el establecimiento en su auténtica naturaleza.
En “conoce a través de los pensamientos” hay solo una inferencia de existencia,
pues se deduce que hay algo distinto de los objetos mismos, que los contempla
apartados de lo que les permite manifestarse, como la luz, etc. Y los
pensamientos, que todo lo manifiestan, son percibidos únicamente por algo
distinto de ellos mismos, de tal forma que se perciben como algo visto, igual
que jarras, luces, etc. Puruṣa, contemplando un pensamiento solitario, ve solo eso, y
nunca yerra viendo el pensamiento, su objeto; es, por tanto, solo visión. La
palabra “solo” (mātra) se utiliza
para rechazar cualquier otra condición; se usa para excluir cualquier idea como
que el espectador sea también el asiento del deseo, etc., lo cual podría
contradecir el hecho de que el veedor sea lo visto. La observación del
espectador es su poder, el poder del espectador. No hay otro con este poder,
pues es el observador mismo. La proposición es: puruṣa es inmutable;
la razón es: porque siempre conoce su objeto; el caso contrario es: a
diferencia de la mente.
Objeción: puruṣa es consciente del objeto tal como lo
determina la mente, por lo cual dicho objeto será conocido y desconocido para puruṣa al igual que
para la mente. Lo que puruṣa observa es lo que la mente determina, es decir, el
conocimiento o desconocimiento de un objeto. En consecuencia, también puruṣa será
inestable.
Respuesta: la objeción no se mantiene pues el
objeto de puruṣa es la mente
misma bajo el aspecto de un objeto externo, y no el objeto en sí. Entonces, el
objeto de puruṣa no es
conocido y desconocido (al mismo tiempo) pues él siempre conoce a la mente y,
consecuentemente es estable.
Objeción: pero se dice: “puruṣa es consciente
del objeto determinado por la mente”. ¿Cómo puede esto conciliarse?
Respuesta: también se admite que puruṣa es inmutable.
Esto nos conduce a lo que se está afirmando con las palabras “objeto
determinado por la mente”. Cuando se dice que es consciente del objeto tal como
lo determina la mente, se quiere decir que se es consciente de la forma de la
mente. En otro caso, se concluiría que puruṣa posee todas las características de la
mente, como variabilidad, existencia para otro, ser un colaborador (con el
cuerpo, los sentidos y los objetos, etc.), etc.
Objeción: si no fuese mutable, no poseería
visión de todo.
Respuesta: no, pues es visión, que es su
naturaleza. Quien sostenga que puruṣa es mutable debe responder a lo siguiente: ¿qué se realiza
con la mutabilidad?
Objeción: la visión.
Respuesta: a esto se responde con el hecho de
que la visión es el puruṣa en sí, por lo cual no es necesario ningún cambio.
Objeción: en ese caso no se experimentaría la
conciencia de puruṣa pues, en
cierta forma, experiencia es modificación.
Respuesta: entonces, puesto que padece
modificaciones, puruṣa sería impermanente,
igual que objetos como el cuerpo.
Objeción: una modificación interna no sería
causa de impermanencia; causa de impermanencia es el cambio a otro estado de
ser.
Respuesta: el estado de modificación es en sí
otro estado. La modificación de algo aún no modificado es otro estado. Una vez
que se acepta un objeto hay modificación, y no se pueden hacer tales
restricciones (interno y externo). Incluso con cosas que (solo aparentemente)
son mutables internamente, como diamantes y otras joyas, existe aún
impermanencia. El hecho de que los objetos sean contemplados por una visión que
surge de la modificación, no puede restringir la visión permanente.
Objeción: el conocimiento no surge de la
modificación; es modificación.
Respuesta: entonces se trataría de conocimiento
de otras cosas, como el cuerpo que posee modificaciones.
Por tanto, podemos afirmar que puruṣa es solo
visión y permanece inalterable, pues siempre conoce su objeto. Incluso, aunque
su naturaleza es inmutable consciencia, debido a la presencia o ausencia de
ideas mentales sobre objetos contemplados, se efectúan afirmaciones como: “el
ve, verá o ha visto”. Es como los reflejos del sol y otras luces. Las
afirmaciones de que el sol ilumina, iluminará, o esta brillantemente luminoso,
son indicaciones de acuerdo a la presencia o ausencia de algo iluminado. La
mente y otros objetos similares que son sujetos de pureza, son los casos
opuestos.
© Yogadarshana – Yoga y Meditación