Yoga Sūtras
Aforismos sobre Yoga de Patañjali
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Actualizado:
abril 2024
Pātañjalayogaśāstra (sthūlasvarūpasūkṣmānvayārthavattvasaṃyamād
bhūtajayaḥ)
161.
Al efectuar saṃyama sobre la forma física, la naturaleza esencial, la
forma sutil, su interconexión y la finalidad de los elementos, se logra el
dominio de esos mismos elementos. En este sistema de pensamiento, (i) los cinco elementos que se
inician a partir de la tierra, tienen como aspecto característico el sonido y
otros aspectos perceptibles; este aspecto característico junto con sus
propiedades, como la forma y otras, se denomina técnicamente forma física o
concreta. Este es el primer aspecto de los elementos.
161162. (ii) El segundo aspecto es el genérico. Así
por ejemplo, un perfil definido en el caso de la tierra, liquidez con el agua,
ignición con el fuego, impulso con el aire o viento y omnipresencia con el
espacio. Este aspecto se denomina técnicamente naturaleza esencial.
162.
El sonido y otros aspectos perceptibles son características del
aspecto genérico. Así, se ha dicho: “todas estas
cosas perceptibles, que pertenecen a una sola clase, se diferencian solo por
sus características”. En este sistema de pensamiento la
sustancia material es una combinación entre lo genérico y lo característico.
Dicha conjunción puede ser de dos tipos: (i) aquella en que las partes han
perdido su carácter diferenciador, como por ejemplo el cuerpo humano, un árbol,
un rebaño o un bosque;
163.
y (ii) aquella otra en la cual se distinguen por su nombre las
diferentes partes que la componen, como por ejemplo, el colectivo de dioses y
personas, en el cual los dioses son una parte y las personas son otra. Solo con
el concurso de ambos puede decirse que se trata de un conjunto. Además, se puede enfatizar tanto la diferencia como la no diferencia,
como cuando se habla de un bosquecillo de pinos y una sociedad de amigos, o
sencillamente se dice un “pinar” y una “pandilla”. Esta última combinación es a su
vez de dos clases: (i) aquella en que las partes mantienen su estructura aun
estando separadas y (ii) aquella en que no la mantienen. Un bosque o una sociedad son un conjunto cuyas partes pueden
separarse; un cuerpo, un árbol o una partícula subatómica esencial son un todo
orgánico cuyas partes son inseparables. Patañjali
el gramático afirma que una sustancia material es un conjunto compuesto de
diferentes partes que no mantienen su estructura cuando se separan. Esto se
denomina naturaleza esencial.
164.
(iii) Ahora bien, ¿cuál es el aspecto sutil? Los
elementos sutiles son el origen de los elementos físicos. Las partículas
subatómicas o elementales son su esencia. Estas poseen un aspecto general y
otro característico, formando un conjunto de diferentes partes que no mantienen
su propia estructura cuando se separan. Todos los elementos sutiles son
similares en este punto. Este es el tercer aspecto de los elementos. (iv)
Ahora, el cuarto aspecto de los elementos. Los constituyentes fundamentales de
los elementos, inclinados siempre hacia el conocimiento, la actividad y la
estabilidad, respectivamente, cuyas tendencias son trasladadas a sus efectos,
constituyen lo que se denomina interconexión o inherencia. (v) Finalmente, el quinto aspecto de los elementos es la finalidad.
Tener experiencias y aspirar a la realización es inseparable de los
constituyentes fundamentales. Al encontrarse los constituyentes fundamentales
en los elementos sutiles, en los elementos groseros y en sus transformaciones,
todo se concibe con una finalidad. Efectuando saṃyama sobre los cinco elementos en sus cinco aspectos, se
logra contemplarlos en su pureza y dominarlos. Una
vez dominados los cinco aspectos esenciales de los elementos, se llega a
dominar los elementos mismos. Tras esto, los poderes elementales persiguen su
objetivo, igual que una vaca es seguida por su amoroso ternero.
स्थूलस्वरूपसूक्ष्मान्वयार्थवत्त्वसंयमाद्भूतजयः॥४४॥
sthūlasvarūpasūkṣmānvayārthavattvasaṃyamād
bhūtajayaḥ ||44||
Al efectuar la contemplación
sobre la forma física, la naturaleza esencial, la forma sutil, su interconexión
y la finalidad [de los elementos], [se logra] el dominio de [esos
mismos] elementos
(Traducción propia)
(Otras traducciones)
Vyaas
Houston |
Mediante saṃyama en (su) estado grosero, svarūpa-naturaleza esencial,
estado sutil, conexión y naturaleza de servicio hacia un objetivo – dominio
de los bhūta-elementos
|
Georg
Feuerstein |
A través de la
[práctica de la] restricción sobre lo físico, la forma esencial, lo sutil, la
conexión y el objetivo [de los objetos] [el yogui logra] dominio sobre los
elementos
|
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
A partir de saṃyama sobre la propia forma, sobre
el significado y la conexión de lo sutil con la propia forma de lo grosero,
hay dominio de los elementos
|
P.
V. Karambelkar |
A través de la
actuación de saṃyama sobre lo
grosero, la naturaleza, la sutilidad, la relatividad y el propósito (de los pañca-mahābhūtas) (se
alcanza) el dominio sobre los elementos (es decir, sobre los pañca-mahābhūtas)
|
James
Haughton Woods |
Como resultado de
la restricción sobre lo físico, el atributo esencial, lo sutil, la inherencia
y el objetivo, hay dominio de los elementos
|
72. Phulgenda
Sinha |
Mediante la
práctica de Saṃyama en las
formas de los elementos groseros y sutiles, su relación mutua y su propósito,
se obtiene la victoria sobre los elementos groseros (pañca bhūtas)
|
Emilio
García Buendía |
(Realizando) saṃyama
sobre los cuerpos groseros, su propiedad esencial, los sutiles, sus
cualidades y su finalidad (se consigue) la victoria sobre los elementos
|
Oscar
Pujol |
Gracias al
dominio de lo tosco, de la esencia, de lo sutil, de la inmanencia y de la
intencionalidad, la conquista de los elementos
|
Chip Hartranft |
Al observar los
aspectos de la materia —burdos, sutiles, intrínsecos, relacionales,
intencionales— con la perfecta disciplina, se dominan los elementos
|
—Los elementos (tierra, agua, fuego, viento y éter),
constituyen el último término de la evolución. Ellos se presentan con cinco
propiedades constitutivas: (i) una forma externa, densa y espesa que atrapa
inmediatamente los sentidos; (ii) una naturaleza específica, una esencia constituida
por factores constantes que lo caracterizan, como el calor para el fuego, el
movimiento para el viento, etc.; (iii) cada uno está vinculado a una propiedad sutil; (iv) la
inmanencia indica la relación con los tres guṇas que tejen,
en distintas proporciones, toda la realidad; (v) la finalidad es la capacidad que los elementos
poseen de permitir que el yo realice su experiencia y se libere. La totalidad
del universo puede ser reducida a estos cinco factores. Una entidad se
distingue de la otra porque posee una diversa proporción de guṇas, pero todas están orientadas a la misma finalidad,
todas son modificaciones inmanentes en una forma densa y sutil de la misma
materia primordial (Gardini, Walter “Yoga
clásico”).
—La filosofía natural del yoga expone cinco categorías de elementos (bhūtas) que juntos componen lo que puede considerarse el aspecto burdo de la
Naturaleza. Pero estos objetos burdos tienen también una dimensión oculta no
inmediatamente perceptible. En primer lugar, está lo que se denomina
técnicamente como la “forma propia” de un objeto; esto es su característica esencial, como la solidez
para la tierra, la liquidez para el agua, la movilidad para el aire, etc. En
segundo lugar, está la denominada dimensión sutil del objeto que coincide con
su causa en el siguiente nivel más profundo. En el caso de los elementos son,
según Vyāsa, los tanmātras o potencialidades. La “conectividad”, en opinión de Vyāsa, se refiere a los constituyentes
primarios (guṇas) de la Naturaleza, comunes a todas las cosas.
Finalmente, la “utilidad” es la teleología inmanente en tales constituyentes primarios, puesto
que sirven al sí-mismo-esencial, tanto para experimentar el mundo, como para
liberarse de él (Feuerstein, Georg “The Yoga-Sūtra of Patañjali”).
Vocabulario
sthūla-svarūpa-sūkṣma-anvaya-arthavattva-saṃyamāt
bhūta-jayaḥ
sthūla-svarūpa-sūkṣma-anvaya-arthavattva-saṃyamāt (al efectuar la contemplación sobre la forma
física, la naturaleza esencial, la forma sutil, la interconexión y la
finalidad), bhūta-jayaḥ (dominio de los elementos)
sthūla-: denso, grosero, tosco,
sólido, material (opuesto de sūkṣma); 1) forma física, grosera o material (denota lo más externo o
visible); 2) aspecto de una cosa.
svarūpa-: identidad, esencia, forma propia, condición
propia.
sūkṣma-: sutil, fino, delicado
(opuesto de sthūla); 1)
atómico, no visible físicamente (denota la dimensión psíquica o interna del
objeto); 2) átomo.
anvaya-: asociación, conexión;
nexo, vínculo.
arthavattva-: intencionalidad,
finalidad, propósito, significado, importancia.
saṃyama
(saṃyamāt): (m, abl, sg) mediante el control, a raíz de
mantener unido, con el autocontrol; 1)
a partir de la contemplación, la concentración perfecta, el completo sometimiento o el autocontrol total; 2) con la práctica
continuada de concentración (dhāraṇā), meditación (dhyāna) e identificación completa (samādhi) sobre un mismo objeto.
bhūta-: elemento, esencia, ser,
criatura; 1) indica la existencia en devenir, en cuanto desarrollándose; 2)
elementos densos que constituyen el cuerpo físico y el mundo visible o
tangible, de los cuales tenemos conciencia en las experiencias sensoriales.
jaya
(jayaḥ): (m, nom,
sg) conquista, victoria, dominio, supremacía,
maestría.
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya (s. V.)
3.44(161):
tatra pārthivādyāḥ śabdādayo viśeṣāḥ
sahākārādibhir dharmaiḥ sthūla-śabdena
paribhāṣitāḥ | etad bhūtānāṃ
prathamaṃ rūpam |
En este (sistema de pensamiento), (i) los (cinco elementos) que se inician a partir de la tierra
(los cuales poseen un aspecto general y otro característico), tienen (como
característico) el sonido y otros aspectos perceptibles; (este aspecto)
característico junto con sus propiedades (dharma), como la forma y otras, se denomina técnicamente
forma física o concreta (sthūla). Este es el primer aspecto de los elementos.
—Cuando
se habla de “forma
grosera” se
hace referencia a cualquier objeto percibido por los sentidos como un vaso o un
vestido. Dichas cosas se encuentran formadas por una serie de combinación de
elementos (tierra, agua, etc.) y que se nos presentan revestidos con una serie
de cualidades que caracterizan a cada uno de dichos elementos (viśeṣa); a su vez, la existencia de dichas propiedades diferenciadoras hacen
posible una función especial como la posibilidad de ser oídas, de ser vistas,
etc. por lo que se denomina a dicha posibilidad como la propiedad (dharma) de cada uno de dichos elementos. Todo lo anterior es lo que en este
aforismo se engloba bajo la denominación de “cuerpos groseros” (sthūla)
palabra sánscrita sinónima de mahābhūtas (García Buendía, Emilio “El yoga como sistema filosófico”, pág. 411).
3.44(161162):
dvitīyaṃ rūpaṃ sva-sāmānyam | mūrtir
bhūmiḥ, sneho jalam, vahnir uṣṇatā,
vāyuḥ praṇāmī, sarvato-gatir ākāśa
ity etat-svarūpa-śabdenocyate |
(ii) El segundo aspecto es el genérico. Así por
ejemplo, un perfil definido (mūrti) en el caso de la tierra, liquidez con el agua, ignición con el
fuego, impulso con el aire o viento y omnipresencia con el espacio. Este
aspecto se denomina técnicamente naturaleza esencial (svarūpa).
—Con
independencia de las cualidades diferenciadoras (viśeṣa) con las que se nos presentan a nuestros sentidos las diferentes
cosas y las propiedades o cualidades asociadas a ellos (dharmas), cada uno de los elementos “groseros” posee una esencia o cualidad básica fundamental que consiste en la
penetrabilidad en el caso del espacio, en la fluidez en el caso del agua, etc.
Por medio del saṃyama sobre dicha cualidad esencial se
alcanzarían nuevos poderes (García
Buendía, Emilio “El
yoga como sistema filosófico”, pág. 411).
3.44(162):
asya sāmānyasya śabdādayo viśeṣāḥ |
tathā coktam—eka-jāti-samanvitānām eṣāṃ
dharma-mātra-vyāvṛttiḥ iti
El sonido y otros (aspectos perceptibles) son
características del aspecto genérico. Así, se ha dicho: “todas estas (cosas perceptibles), que pertenecen a
una sola clase, se diferencian solo por sus características (dharma)”.
3.44(162):
sāmānya-viśeṣa-samudāyo’tra dravyam | dviṣṭho
hi samūhaḥ | pratyastamita-bhedāvayavānugataḥ |
śarīraṃ vṛkṣo yūthaṃ vanam iti |
(En este sistema de pensamiento) la sustancia
material (dravya) es una
combinación (samudāya) entre lo general y lo particular. Dicha conjunción (samūha) puede ser de dos tipos: (i) aquella en que las partes
han perdido su carácter diferenciador, como por ejemplo el cuerpo humano, un
árbol, un rebaño o un bosque;
3.44(163):
śabdenopātta-bhedāvayavānugataḥ samūhaḥ |
ubhaye deva-manuṣyāḥ | samūhasya devā eko bhāgo
manuṣyā dvitīyo bhāgas tābhyām
evābhidhīyate samūhaḥ |
y (ii) aquella otra en la cual se distinguen por su
nombre las diferentes partes que la componen, como por ejemplo, el colectivo de
dioses y personas, en el cual los dioses son una parte y las personas son otra.
Solo con el concurso de ambos puede decirse que se trata de un conjunto.
3.44(163):
sa ca bhedābheda-vivakṣitaḥ | āmrāṇāṃ
vanaṃ brāhmaṇānāṃ saṅghaḥ,
āmra-vanaṃ brāhmaṇa-saṅghaḥ iti |
Además, se puede enfatizar tanto la diferencia como
la no diferencia, como cuando se habla de un bosquecillo de pinos y una
sociedad de amigos, o sencillamente se dice un “pinar” y
una “pandilla”.
3.44(163):
sa punar dvividho yuta-siddhāvayavaḥ ayuta-siddhāvayavaś ca
Esta última (combinación), es a su vez de dos
clases: (i) aquella en que las partes mantienen su estructura aun estando
separadas y (ii) aquella en que no la mantienen.
3.44(163):
yuta-siddhāvayavaḥ samūhaḥ vanam saṅgha iti
ayuta-siddhāvayavaḥ saṅghātaḥ śarīraṃ
vṛkṣaḥ paramāṇur iti |
Un bosque o una sociedad son un
conjunto cuyas partes pueden separarse; un cuerpo, un árbol o una partícula
subatómica esencial son un todo orgánico (saṅghāta) cuyas
partes son inseparables.
3.44(163):
ayuta-siddhāvayava-bhedānugataḥ samūho dravyam iti
patañjaliḥ | etat svarūpam ity uktam |
Patañjali (el gramático) afirma que una sustancia material es
un conjunto compuesto de diferentes partes que no mantienen su estructura
cuando se separan. Esto se denomina naturaleza esencial (svarūpa).
—Esta es la única mención a Patañjali
(el gramático) en todo el comentario. Aunque se atribuye a Patañjali, no se encuentra en el Mahābhāṣya. Sin
embargo, parece contener una alusión más o menos directa a la teoría de la
unidad de las partes de las sustancias concretas, tal como se expone en el Mahābhāṣya (Woods,
James H. “Yoga-System
of Patañjali”).
—El argumento basado en la mención del nombre de "Patañjali"
en Yogabhāṣya 3.44 no es un argumento válido contra la autoría única
del sūtra y del bhāṣya. El
Patañjali al que se hace referencia aquí en 3.44 es el autor del
Mahābhāṣya, no un presunto autor separado de los sūtras. El pasaje del Mahābhāṣya al que se refiere es probablemente
la discusión del cuarto vārttika del vyākaraṇa de Patañjali sobre Pāṇini 5.1.59. Véase la edición de
Kielhorn vol. 2, pág. 356, líneas 3-13. La naturaleza de la relación entre dravya y samūha es un tema frecuente en el vyākaraṇa de Patañjali, por lo que la referencia posiblemente puede ser a otro
pasaje. James Haughton Woods ya señaló en 1914 que el Yogasūtrabhāṣya
3.44 debía ser leído a la luz del Mahābhāṣya gramatical, y se
refirió a Kielhorn I.30: 26, I.31: 9, I.32: 2, I.169: 18ff., Y III.324: 12
(Woods 1914: 274, n.2). Para resumir, no es el caso que "el autor del YBh
parezca citar el YS como una obra de alguien diferente de sí mismo, llamado
Patañjali". El autor del Bhāṣya se refiere al gramático
Patañjali (Wujastyk, Dominik “http://elisafreschi.com/2016/03/28/again-on-the-existence-of-a-separate-yogasutra/”)
—Svarūpa (forma
propia) es la naturaleza esencial de una cosa, como solidez es la
característica básica del elemento tierra. Vyāsa lo define como un conglomerado entre lo general (samānya) y lo particular (viśeṣa). Un ejemplo de lo general sería la audición; de lo particular, el
sonido (Feuerstein, George “Encyclopedic Dictionary of Yoga”).
3.44(163164):
atha kim eṣāṃ sūkṣma-rūpaṃ?
tan-mātraṃ bhūtakāraṇaṃ, tasyaiko’vayavaḥ
paramāṇuḥ sāmānya-viśeṣātmāyuta-siddhāvyava-bhedānugataḥ
samudāya iti | evaṃ sarva-tanmātrāṇi etat
tritīyam |
(iii) Ahora bien, ¿cuál es el aspecto sutil?
Los elementos sutiles (tanmātra), son el
origen de los elementos físicos. Las partículas subatómicas o elementales son
su esencia. Estas poseen un aspecto general y otro característico, formando un
conjunto de diferentes partes que no mantienen su propia estructura cuando se
separan. Todos los elementos sutiles son similares en este punto. Este es el
tercer (aspecto de los elementos).
—El
tercer objetivo del saṃyama consistiría en fijar la atención sobre los
denominados “elementos
sutiles” (sūkṣma) sinónimo de los denominados en
otros lugares como tanmātras. Estos elementos “sutiles” son los que originarían (bhūta karaṇa) los groseros según el proceso evolutivo del Sāṃkhya. La
diferencia con lo que aquí se denomina “cualidad específica” es que carecen de marca diferenciadora por lo que en el sūtra II.19
se les califica de aviśeṣa careciendo de partes constituyentes pues se les considera como algo
atómico, en el sentido de indivisible, de la mínima parte en la que se puede
dividir un elemento (García
Buendía, Emilio “El
yoga como sistema filosófico”, pág. 411).
3.44(164):
atha bhūtānāṃ caturthaṃ rūpaṃ
khyāti-kriyā-sthiti-śīlā guṇāḥ
kārya-svabhāvānupātino’nvya-śabdenoktāḥ
|
(iv) Ahora, el cuarto aspecto de los elementos. Los
constituyentes fundamentales (de los elementos) (guṇas),
inclinados siempre hacia el conocimiento, la actividad y la estabilidad,
respectivamente, cuyas tendencias son trasladadas a sus efectos, constituyen lo
que se denomina interconexión o inherencia (anvaya).
—El
cuarto objetivo del saṃyama hace referencia a las denominadas “cualidades inherentes” las cuales hacen referencia a la
relación de cada uno de los distintos elementos con cada uno de los guṇas. De este modo se fija la atención sobre la
cognoscibilidad, la agitación o la pasividad de cada uno de ellos (García Buendía, Emilio “El yoga como sistema filosófico”, pág. 411).
3.44(164):
athaiṣāṃ pañcamaṃ rūpam arthavattvaṃ
bhogāpavargārthtā guṇeṣv evānvayinī guṇās
tanmātra-bhūta-bhautikeṣv iti sarvam arthavat |
(v) Finalmente, el quinto aspecto (de los elementos)
es la finalidad. Tener experiencias y aspirar a la
realización es inseparable de los guṇas. Al encontrarse los guṇas en los
elementos sutiles, en los elementos groseros y en sus transformaciones, todo se
concibe con una finalidad.
—Tattva significa
“ser aquello”, es
decir, la cualidad esencial de una cosa que la distingue de todas las demás
cosas. Aunque son innumerables, están todas relacionadas entre sí, porque todas
se derivan por progresiva diferenciación, del principio único y, aunque
difieren entre si y a veces se contraponen, forman un conjunto integrado en el
que cada una está armonizada y equilibrada por su contraria. Los bhūtas son cinco de estos tattvas y su función
es la de relacionar la materia con la conciencia. Son cinco grupos distintos en
que las cosas se clasifican según afecten la mente a través de los sentidos
(Gardini, Walter “Yoga clásico”).
—El
quinto objetivo del saṃyama haría referencia a prestar
atención sobre el objetivo o meta de cada elemento que puede ser: a) alcanzar
la liberación o b) tener experiencias mundanas (bhoga) (García
Buendía, Emilio “El
yoga como sistema filosófico”, pág. 411).
3.44(164):
teṣv idānīm-bhūteṣu pañcasu pañca-rūpeṣu
saṃyamāt tasya tasya rūpasya svarūpa-darśanaṃ
jayaś ca prādurbhavati |
Efectuando la contemplación (saṃyama) sobre los
cinco elementos en sus cinco aspectos, se logra contemplarlos en su pureza y
dominarlos.
—Al
principio, las prácticas de jaya
parecen complejas porque requieren la aplicación de cinco etapas. Así por
ejemplo, las etapas del bhūtajaya saṃyama son: 1. sthūla (por ejemplo, el elemento físico agua). 2. svarūpa (la naturaleza esencial del elemento, por ejemplo, la humedad). 3. sūkṣma (lo sutil o no físico, la energía). 4. anvaya (el impacto en citta -
las transformaciones que provoca en citta). 5.
arthavattva (la constatación de que, en última instancia, toda
experiencia existe para beneficio de “lo-que-observa”). Pero cada vez que se hace el esfuerzo se encuentra un camino
estructurado de la materia a la energía, de la forma al espacio, y a la
tranquilidad. Funciona consistentemente día tras día (Houston, Vyaas, “Yogasutras, la práctica.
Introducción”, pág. 11).
3.44(164):
tatra pañca-bhūta-svarūpāṇi jitvā bhūta-jayo
bhavati, taj-jayād vatsānusāriṇya iva gāvo’sya saṅkalpānuvidhāyinyo
bhūta-prakṛtayo bhavanti ||44||
—Bhūtajaya es la
conquista de los elementos que resulta de la práctica de saṃyama sobre los varios niveles ónticos de un objeto dado
(Feuerstein, George “Encyclopedic
Dictionary of Yoga”).
—La práctica del saṃyama sobre el origen de la materia, bajo todas sus
formas, manifestaciones y usos, permite desarrollar el dominio de los elementos
(Desikachar, TKV “Yoga-sūtra
de Patañjali”).
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||3.44|| pañcānāṅ pṛthivyādīnāṅ
bhūtānāṅ yē pañcāvasthāviśēṣarūpā
dharmāḥ sthūlatvādayastatra kṛtasaṅyamasya
bhūtajayō bhavati. bhūtāni asya vaśyāni
bhavantītyarthaḥ. tathāhi -- bhūtānāṅ
paridṛśyamānaṅ viśiṣṭākāravatsthūlarūpaṅ.
svarūpaṅ caiṣāṅ yathākramaṅ kāryaṅ
gandhasnēhōṣṇatāprēraṇāvakāśadānalakṣaṇaṅ.
sūkṣmaṅ ca yathākramaṅ bhūtānāṅ
kāraṇatvēna vyavasthitāni gandhāditanmātrāṇi.
anvayinō guṇāḥ prakāśapravṛttisthitirūpatayā
sarvatraivānvayitvēna samupalabhyantē. arthavattvaṅ
tēṣvēva guṇēṣu bhōgāpavargasaṅpādanākhyā
śaktiḥ. tadēvaṅ bhūtēṣu
pañcasūktadharmalakṣaṇāvasthābhinnēṣu
pratyavasthaṅ saṅyamaṅ kurvanyōgī
bhūtajayī bhavati. tadyathā -- prathamaṅ sthūla
rūpē saṅyamaṅ vidhāya tadanu svarūpē
ityēvaṅ kramēṇa tasya kṛtasaṅyamasya saṅkalpānuvidhāyinyō
vatsānusāriṇya iva gāvō bhūtaprakṛtayō
bhavanti.
Se obtiene la conquista de los elementos, al
practicar el saṃyama en relación
a los cinco elementos, como por ejemplo, la tierra, etc., cuyas formas
constitutivas se presentan bajo el aspecto de las cinco diferentes condiciones,
como por ejemplo, la densidad, etc. Los elementos, entonces, quedan sometidos.
Este es el sentido. La densidad (sthūla) se refiere al aspecto, a la forma específica, en que son percibidos
los elementos. La forma propia (svarūpa) se refiere al efecto que producen, y que está dado, respectivamente,
por las características del olor, la viscosidad, el calor, el movimiento y el
hecho de ocupar un lugar en el espacio. La sutileza (sūkṣma) se refiere a la existencia de los elementos
sutiles (tanmātra) del olor,
etc., debido a que ellos son la causa de los respectivos elementos. Los
elementos constitutivos de la naturaleza primordial (guṇa) les son inherentes (anvayin), porque se presentan siempre bajo la condición de
inherencia en relación a su aspecto luminoso, activo o inerte. La objetividad
de las cosas (arthavattva) se refiere
a la capacidad existente en estos elementos constitutivos que permite la
obtención de la fruición de la existencia y la liberación. De esta manera,
practicando el saṃyama de manera
particular en relación a los cinco elementos, en los cuales se presentan las
condiciones y características ya mencionadas, el yogui se convierte en el
conquistador de los elementos. Y así, tal como siguen las vacas a sus terneros,
así también se conforman los elementos y la naturaleza a los deseos del yogui
que ha practicado en el debido orden este saṃyama, primero con respecto de la forma densa y luego con
respecto de la forma sutil.
Śaṅkara —
Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. VIII-XIV?)
Cada uno de
los elementos (bhūtas) tiene cinco aspectos: físico, esencial, sutil, intrínseco y objetivo.
Lo terrenal posee como particularidades el sonido, el tacto, la forma, el gusto
y el olfato. Son terrenales a causa de que la actividad de los elementos
sutiles (tanmātras) es de cinco tipos. En relación con los terrenales, los atributos son
la figura, rugosidad, impermeabilidad, salinidad, rigidez, exclusividad, dureza
y oscuridad. Además, transparencia, claridad, sutilidad, suavidad, peso,
conservación, purificación, absorción, etc., son atributos de la acuidad. Del
fuego, son atributos la ascensión, consunción, purificación, ignición,
cocinado, ligereza, brillo, etc. De lo gaseoso son el movimiento transverso, la
purificación, la impulsión, la fortaleza, la dispersión, etc. De lo espacial
son la omnipresencia, el no desplazamiento y la permeabilidad. Éstos, unidos a
atributos concretos, forman los detalles. De esta forma, hay cuatro tipos en
los líquidos, como el sabor al unirse con el atributo de la sutilidad, etc.; y
tres tipos en el fuego, como el color al unirse con los atributos de consunción
y ascensión, que forman lo que se denomina como físico. También forman parte de
lo físico, las concreciones gaseosas de sonido y tacto, con atributos tales
como el desplazamiento transversal. Las particularidades espaciales, con
atributos como la omnipresencia, también componen lo físico. Este aspecto
físico de los elementos es el aspecto primario. A continuación, se trata de la
esencia de la naturaleza. Es el universal, indivisible, que invade lo terrenal
y, de forma similar, lo acuoso, lo ígneo, lo aéreo y lo espacial. En la
expresión “un bosquecillo de pinos” la diferencia queda expresada con “de pinos”, y la no diferencia con “un
bosquecillo”. Los elementos sutiles, libres de particularidad, y
sus componentes, los átomos esenciales, forman el tercer aspecto de los
elementos denominado aspecto sutil, y son el objeto de saṃyama. En razón a
que el espacio surge de la operación de un elemento sutil, tiene partes y no es
eterno. Tampoco puede percibirse el espacio como separado del sonido, pues aquí
no hay separación entre dharma y dharmin.
Objeción: con el pelo, por ejemplo, el color negro cede su
lugar al blanco. Cosas como la negrura, son atributos, que aparecen y
desaparecen en debido orden. Pero lo que no va con la negrura ni viene con la
blancura es la substancia material. Cosas tales como el espacio tienen también
una existencia real separada de los atributos, pues el espacio, por ejemplo, se
encuentra aparte de conceptos como el sonido.
Respuesta: no es así; el ejemplo no es válido. Es realmente
el cabello, negro y blanco, el que cambia de acuerdo a cualidades como la
negrura y la blancura. Ya se ha dicho que todo participa de la naturaleza de
todo (YB.III.14).
Los atributos como la blancura nunca se encuentran yendo y viniendo sobre un
soporte inmóvil. A la naturaleza propia de una substancia no es cuestión de
llegar eliminando la negrura y atributos similares. Se ha dicho que la
substancia es lo que se percibe tanto por la vista como por el tacto, y como el
color y el tacto forman parte de un todo orgánico, se percibe por ambos, vista
y tacto.
Objeción: pero el color no se percibe por el tacto, ni el
tacto percibe la visión; una substancia material es lo que se percibe por ambos
en el sentido de “lo que veo es lo que puedo tocar”. Pero lo que se percibe solo por la vista y lo que se percibe solo
por el tacto son atributos.
Respuesta: no es así, pues cuando hay un montón de cosas de
diferentes clases, como semillas de sésamo, alubias y cebada, no pueden
distinguirse separadamente: el montón se percibe tanto por la vista como por el
tacto. El perceptor solamente percibe atributos, pues los dos son sentidos
externos, como el oído; no se percibe la clase separada de los atributos. Así
por ejemplo, en una jarra, el color y el tacto que se pueden percibir, en una
mutua superposición del par visión-tacto, constituyen una limitada comprensión;
así, este color-forma puede percibirse también por el olfato, tanto de forma
positiva como negativa. Por tanto, sin sonido no puede haber espacio como
producto de los tanmātras. Por consiguiente, posee una estructura y no es eterno.
El cuarto
aspecto de los elementos, denominado la inherencia de los guṇas, va a
constituirse en el objeto del saṃyama. La finalidad, que se manifiesta a través de los guṇas como el fin
de la experiencia y el objetivo de la liberación es el quinto aspecto de los
elementos, objeto del saṃyama descrito como finalidad. Los tanmātra son el
aspecto sutil que impregna los elementos y sus transformaciones. Dado que el
aspecto esencial de los elementos penetra las transformaciones elementales,
todo está dotado de finalidad. Los guṇas tienen como objetivo la experiencia y la liberación
y, al interpenetrar con todo, su finalidad se traslada también a los elementos.
Se debe efectuar saṃyama sobre los aspectos descritos y en el orden dado, es decir, primero en
el aspecto físico y, cuando ha sido dominado por medio de la percepción directa
(sākṣātkara), pasar seguidamente al aspecto esencial. Y así, al
sutil, lo intrínseco y la finalidad, en correcto orden.
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