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Actualizado: marzo 2025
Pātañjalayogaśāstra
(bandhakāraṇaśaithilyāt pracārasaṃvedanāc
ca cittasya paraśarīrāveśaḥ)
156.
También se debilita la causa del apego al propio cuerpo y
se comprende el mecanismo de proyección mental; entonces es posible la
penetración de la mente en otro cuerpo.
157.
La mente sensible
no
se encuentra intrínsecamente fija; permanece activa constantemente. El hecho es
que permanece ligada al cuerpo mediante las ataduras de su depósito de karma. Por medio del samādhi se logra aflojar las causas
de las ataduras; el conocimiento de cómo funciona la mente es posible solo a
través del samādhi. Gracias a la
disminución de las ataduras del karma
y al conocimiento de su propio funcionamiento mental, el yogui retira la mente
de su cuerpo y la deposita en otro distinto. Al mismo tiempo que se desplaza la
mente, los sentidos la acompañan. Igual que las abejas revolotean tras la abeja
reina y se posan cuando esta lo hace, así los sentidos siguen a la mente en su
penetración en otro cuerpo, y se distribuyen en él.
बन्धकारणशैथिल्यात्प्रचारसंवेदनाच्च चित्तस्य परशरीरावेशः॥३८॥
bandhakāraṇaśaithilyāt
pracārasaṃvedanāc ca cittasya paraśarīrāveśaḥ
||38||
[También]
se debilita la causa del apego [al propio cuerpo] y se
comprende el mecanismo de proyección [mental]; [entonces es posible] la
penetración de la mente en otro cuerpo
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas
Houston |
Mediante la
relajación de la causa de relación (al cuerpo) y la experiencia de emisión,
entrada de citta en otro cuerpo
|
Georg
Feuerstein |
Mediante la
relajación de las causas de apego [al propio cuerpo] y a través de la
experiencia de emisión, la conciencia [es capaz de] entrar en otro cuerpo
|
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
A partir de la
relajación de la causa del apego y la percepción de una manifestación,
penetración de la mente en otro cuerpo
|
P.
V. Karambelkar |
A partir de la
relajación de la causa de atadura (de citta)
y de la comprensión (de sus formas) de movimiento en todas las direcciones,
(es posible) la entrada del citta
(del yogui) en el cuerpo de otro (ser vivo)
|
James
Haughton Woods |
Como consecuencia
del aflojamiento de las causas de apego y como resultado del conocimiento del
procedimiento [del complejo mental], el complejo mental penetra en el cuerpo
de otro
|
66. Phulgenda
Sinha |
Mediante la
relajación del apego de la mente al objeto (de concentración) y la
adquisición de conocimiento del movimiento (de su mente), la mente puede
entrar en el cuerpo de otra persona
|
Emilio
García Buendía |
Con la
disminución de la causa de las ligaduras y con el conocimiento del
comportamiento (de la mente) (se consigue) la entrada de la mente consciente
en otro cuerpo
|
Oscar
Pujol |
Gracias al
debilitamiento de la causa de la atadura y al conocimiento del traspaso, se
produce la entrada de la mente en otros cuerpos
|
Chip Hartranft |
Al no apegarse al
propio cuerpo y volverse sumamente sensible a las corrientes del mismo, la
mente del yogui puede entrar en otro cuerpo
|
Vocabulario
bandha-kāraṇa-śaithilyāt pracāra-saṃvedanāt
ca cittasya para-śarīra-āveśaḥ
bandha-kāraṇa-śaithilyāt (con el debilitamiento de la causa del apego) ca (y) pracāra-saṃvedanāt (el surgimiento del conocimiento de la proyección), para-śarīra-āveśaḥ (penetración en otro cuerpo) cittasya (de la mente)
bandha-: 1) conexión con algo, poner
junto a algo, unir; 2) fijación, atadura, unión, apego.
karaṇa-: causa,
acción, origen.
śaithilya
(śaithilyāt): (m, abl, sg) a través de la relajación, mediante el
aflojamiento, con el debilitamiento, la flojedad o la laxitud.
pracāra-: salida al exterior,
desplazamiento, vagabundeo, pasaje.
saṃvedana
(saṃvedanāt): (n, abl, sg) surgimiento del conocimiento, origen de la
experiencia, la sensación o la comprensión.
ca: y, también, incluso.
citta (cittasya): (m, gen, sg)
de o desde la mente, la razón, la inteligencia o la conciencia.
para-: supremo,
superior, profundo, elevado 1) otro, diferente, siguiente; 2) indica la idea de
ir mas allá.
śarīra-: cuerpo,
cuerpo sólido, soporte; 1) todo aquello susceptible de deteriorarse.
āveśa (āveśaḥ): (m,
nom, sg) entrada,
penetración, toma de posesión.
Otras variaciones del texto original:
bandhakāraṇaśaithilyātpracārasaṃvedanāc ca cittasya paraśarīrapraveśaḥ
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya
(s. V.)
3.38(157):
lokī-bhūtasya manaso’pratiṣṭhasya
śarīre karmāśaya-vaśāt bandhaḥ pratiṣṭhety
arthaḥ | tasya karmaṇo bandha-kāraṇasya śaithilyaṃ
samādhi-balād bhavati |
La mente sensible no se encuentra (intrínsecamente) fija;
permanece activa constantemente. El hecho es que permanece ligada al cuerpo
mediante las ataduras de su depósito de karma. Por medio del samādhi se logra
aflojar las causas de las ataduras;
3.38(157):
pracāra-saṃvedanaṃ ca cittasya samādhijam eva | karma-bandha-kṣayāt
sva-cittasya pracāra-saṃvedanāc ca yogī cittaṃ sva-śarīrān
niṣkṛṣya śarīrāntareṣu
nikṣipati |
el conocimiento de cómo funciona la mente es posible solo a
través del samādhi. Gracias a la
disminución de las ataduras del karma y al
conocimiento de su propio funcionamiento mental, el yogui retira la mente de su
cuerpo y la deposita en otro distinto.
—No está claro si se apunta al
conocido fenómeno de la proyección astral o si la transferencia de conciencia a
otro cuerpo hay que entenderla literalmente. En el primer caso la frase paraśarīra haría referencia al cuerpo
sutil, en lugar de a otro cuerpo físico. Vyāsa
se inclina por la interpretación literal y explica que la causa del apego de la
conciencia al cuerpo está en los activadores subliminales almacenados en la
memoria profunda (Feuerstein, Georg “The Yoga-Sūtra of Patañjali”).
—Hay
dos condiciones para esta realización: (i) debilitar las causas de las ataduras
al cuerpo físico, es decir los cinco kleśas y el karma por
medio de la concentración, y (ii) contemporáneamente crece el conocimiento de
los procedimientos de la mente, la manera como ésta se desplaza desde la región
del corazón a través de los sentidos en dirección de los objetos, los conductos
por los cuales circula y el vehículo a través del cual debe pasar cuando entra
en el cuerpo y lo abandona (Gardini, Walter “Yoga
clásico”).
—Por
la indagación sobre la causa de ésta rígida situación que liga la mente al
individuo y por el examen de los medios para relajar esta rigidez, aparece un
gran potencial en el individuo para ir más allá de sus límites personales. La
mente ha de ser capaz de distinguir los resultados de acciones pasadas que
impiden la percepción clara. Gracias a la práctica sistemática de prāṇāyāma y de
otras disciplinas, el campo de las actividades mentales puede ser extendido
para ejercer una influencia sobre otras personas (Desikachar, TKV “Yoga-sūtra de Patañjali”).
—En
éste sūtra, con la aclaración de los
comentaristas, se indica que la mente consciente es inestable por naturaleza
permaneciendo ligada a un cuerpo por las ataduras derivadas de las acciones
llevadas a cabo en el pasado. Conociendo el funcionamiento de esa mente consciente
y el modo como entra y sale del cuerpo físico y relajando la atadura de dichas
acciones pasadas que le ligan a su actual cuerpo físico, es posible salir de la
propia envoltura corporal y entrar en otra ajena (García Buendía, Emilio “El
yoga como sistema filosófico” pág.
402).
—Ver
nota de James Mallinson en YS III.39 (n.a.)
—Citta reside en un cuerpo concreto gracias al convencimiento de “ser uno mismo”, lo cual es la causa de su
apego. Cuando se logra puruṣa-jñāna
gracias al saṃyama del sūtra III.35, citta,
aparentemente, se independiza de su rígida atadura con puruṣa-tattva. Al
mismo tiempo alcanza la realización de que es diferente del cuerpo y no
necesita mantener la atadura que durante tanto tiempo ha tenido con él desde el
mismo nacimiento, debido a circunstancias fortuitas. De esta forma se vuelve
también, como si dijéramos, independiente del cuerpo. La causa de su atadura
con un cuerpo concreto se elimina y ahora es libre de dejar ese cuerpo y salir.
Mediante los vibhūtis de los sūtras III.29 y III.34
el yogasādhaka puede entender perfectamente
la forma de moverse y actuar en el cuerpo y también su verdadera naturaleza y
potencialidades, gracias a las cuales también puede comprender como moverse
paralelamente a cualquier sitio fuera del cuerpo. El yogasādhaka, si así lo desea, puede
transferir su citta a otro cuerpo, tal como se
indica en el sūtra. Aquí surge la siguiente
pregunta: ¿Por
qué querría el citta de un yogui entrar en otro
cuerpo y dónde encontraría uno disponible? Existen varias razones por las que
una persona querría entrar en otro cuerpo, tanto espirituales como no
espirituales. Si el yogasādhaka no posee el suficiente
equilibrio mental, es decir la necesaria madurez, quizás solo pretendería
probar su vibhūti, el cual sería entonces
considerado un siddhi.…Pero incluso un yogasādhaka suficientemente experto podría
desearlo para disfrutar placeres mundanos si aún no ha logrado el suficiente
nivel de vairāgya…Un yogui avanzado lo hace
únicamente con un propósito espiritual. Puede entrar mediante un citta (creado) en el cuerpo de la otra persona o incluso de
cualquier ser vivo, simplemente para agotar de forma rápida todo su depósito de
karma-saṃskāras. Estos cuerpos surgen como
creados por el yogui con este objetivo concreto; técnicamente se denominan nirmāṇa (=creado) kāya (=cuerpo) y tal como se explicará más adelante (sūtra IV.2 y ss.) el yogui se apropia de ellos a
partir de la producción regular de prakṛti y fuerza a un citta a penetrarlo. La última parte de la pregunta se ha
contestado en cierta medida en la respuesta dada a la primera parte. El yogui
utiliza el cuerpo de una persona o ser vivo, muerto recientemente, en el cual
aún no hay descomposición y resulta adecuado para su propósito. Pero tal cuerpo
puede no estar disponible cuando se necesite. Algunos comentadores sugieren que
ante esta circunstancia el yogui utilizará el cuerpo de un discípulo que esté
dispuesto a cooperar. Pero esto será posible solo si el cuerpo del discípulo es
adecuado para cumplir el propósito del yogui. Sin embargo, el yogui realmente
avanzado utilizará los cuerpos apropiados, humanos o no, entre los que están en
proceso de creación a partir de la abundancia de prakṛti.
Una serie de preguntas secundarias aparecen sobre qué pasa en el citta que entra en otro cuerpo. Si los dos cittas permanecen en el cuerpo o si el citta del yogui desplaza al citta
presente en ese otro cuerpo y, entonces, ¿qué sucede? ¿Y como sería posible que el citta de
ese cuerpo saliese si no ha adquirido tal habilidad? Si el yogui dispone de un
cuerpo fallecido recientemente, esta cuestión no se aplica porque citta sale del cuerpo en el momento de la muerte. Cuando el
yogui avanzado utiliza un cuerpo creado recientemente por el proceso natural de
prakṛti, la cuestión tampoco es
pertinente porque aún no hay citta en él y el yogui puede crearla
y suministrarla. Cuando el yogui utiliza el cuerpo de un discípulo colaborador,
siendo el mismo discípulo un yogui avanzado o si el guru lo entrena en la técnica de saṃyama
que permite sacar a citta del cuerpo y mantenerla en
suspenso temporalmente, puede permanecer fuera sin soporte de otro cuerpo.
Cuando la otra persona no es un yogui en absoluto o no es siquiera humano, el citta del otro cuerpo permanece subyugado por el poder dominador
del citta del yogui. Durante el tiempo en que el yogui mantiene citta fuera de su cuerpo, se asegura perfectamente de que
permanece seguro y protegido de animales, insectos, etc. Puesto que el cuerpo
no muere, no hay descomposición, tal como sucede tras la muerte (Karambelkar,
Dr. P.V. “Pātañjala
Yoga Sūtra”, pag. 450-453).
—Muchos traductores han
traducido paraśarīra como "de otro". Esto
sigue la tradición del comentario del sabio Vyāsa. Pero paraśarīra podría traducirse como
"otro". Por lo tanto, este sūtra
podría estar refiriéndose a entrar en el cuerpo de otro individuo o al logro de
un conocimiento íntimo del viaje evolutivo del citta del
individuo de nacimiento a nacimiento. Esta última interpretación es consistente
con la discusión del proceso de evolución efectuada en los sūtras III.13 a III.16.
Sin embargo, es posible otra interpretación. El "cuerpo" al que se
hace referencia podría ser el cuerpo astral. Al retirar la conciencia del
cuerpo físico, el yogui podría funcionar a través del cuerpo astral libre de
las limitaciones que impone la envoltura física. Cualquiera que sea la
interpretación que se prefiera, el punto importante es que el yogui obtiene
conocimiento de la forma en que la materia mental se mueve, interactúa y
funciona a través de un cuerpo. Este saṃyama,
por lo tanto, ayuda a romper la falsa identificación con el cuerpo (Carrera, Jaganath “Inside the Yoga Sutras” pags. 204-205.
3.38(157):
nikṣiptaṃ cittaṃ cendriyāṇy anupatanti
|
Al mismo tiempo que se desplaza la mente, los sentidos la
acompañan.
3.38(157):
yathā madhukara-rājānaṃ makṣikā utpatantam anūtpatanti niviśamānam
anuniviśante tathendriyāṇi
para-śarīrāveśe cittam anuvidhīyanta iti ||38||
Igual que las abejas revolotean tras la abeja reina y se
posan cuando esta lo hace, así los sentidos siguen a la mente en su penetración
en otro cuerpo, y se distribuyen en él (YB.II.54).
Bhoja — Rāja-Mārtanda (1018-1060)
||3.38|| vyāpakatvādātmacittayōrniyatakarmavaśādēva
śarīrāntargatayōbhōktṛbhōgyabhāvēna
yatsaṅvēdanamupajāyatē sa ēva śarīrē
bandha ityucyatē. tadyadā
samādhivaśādbandhakāraṇaṅ
dharmādharmākhyaṅ śithilaṅ
bhavati tānavamāpadyatē. cittasya ca yō.sau pracārō hṛdayapradēśādindriyadvārēṇa
viṣayābhimukhyēna prasarastasya
saṅvēdanaṅ jñānamiyaṅ
cittavahā nāḍaī,
anayā cittaṅ vahati,
iyaṅ ca rasaprāṇādi
vahābhyō nāḍībhyō
vilakṣaṇēti, svaparaśarīrayōryadā
saṅcāraṅ jānāti
tadā parakīyaṅ śarīraṅ
mṛtaṅ jīvaccharīraṅ
vā cittasaṅcāradvārēṇa
praviśati. cittaṅ paraśarīrē
praviśadindriyāṇyapi anuvartantē madhukararājamiva
madhumakṣikāḥ. "atha paraśarīrapraviṣṭō yōgī svaśarīravattēna
vyavaharati. yatō vyāpakayōścittapuruṣayōrbhōgasaṅkōcē
kāraṇaṅ karma taccētsamādhinā
kṣiptaṅ tadā svātantryātsarvatraiva
bhōganiṣpattiḥ".
El sí-mismo (ātman) y la mente, al
penetrar en el cuerpo, se encuentran en una relación de necesaria dependencia
bajo el imperio de una determinada acción; la conciencia que nace como
consecuencia de que ellos se hayan convertido en el que disfruta y lo
disfrutable, es llamada la atadura del cuerpo. Cuando, bajo el imperio del
énstasis, la causa de esta atadura, cuya acción adopta las formas del mérito (dharma) y el demérito (adharma), resulta debilitada, se obtiene,
entonces, un estado de tenuidad; cuando se conoce los procedimientos de la
mente, la manera cómo ésta se desplaza desde la región del corazón, a través de
los sentidos, en dirección a los objetos; cuando se conoce el canal (nāḍī) conductor de la mente, por el
cual circula la mente, y se sabe que es diferente de los canales por los cuales
circulan los alientos vitales, tanto en lo que respecta al cuerpo de otros como
al propio; cuando se conoce integralmente el procedimiento, entonces, por medio
de este procedimiento, penetra la mente en los cuerpos ajenos, vivos o muertos.
Y al penetrar la mente en un cuerpo ajeno, la siguen los órganos de los
sentidos, tal como siguen las abejas a la abeja reina. Y entonces, el yogui que
ha penetrado en un cuerpo ajeno, actúa con él como si fuera con su propio
cuerpo. Puesto que la acción (karman) es causa de
restricción de la fruición, tanto de la mente como del sí-mismo, en tanto se
encuentran en relación de necesaria dependencia, cuando esto es destruido por
el énstasis, entonces pueden disfrutar en todas partes debido a que no están
restringidos.
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