Yoga Sūtras
Aforismos
sobre Yoga de Patañjali
Inicio-Home | Āsanas | Prāṇāyāma | Meditación | YOGA SŪTRAS | Darśana
SAMĀDHI PĀDA | Sādhana
Pāda | Vibhūti
Pāda | Kaivalya
Pāda | Vocabulario
| Bibliografía
Actualizado: septiembre, 2025
Śaṅkara
— Patañjalayogaśāstravivaraṇa I.17
Pātañjalayogaśāstra:
Yogasūtra + Yogabhāṣya
1.17(20):
athopāya-dvayena niruddha-citta-vṛtteḥ katham ucyate
samprajñātaḥ samādhir iti—
¿En qué consiste el samādhi con conocimiento trascendente (saṃprajñātasamādhi) (en el cual)
ha cesado (la falsa identificación con) los procesos mentales gracias a los dos
métodos (práctica y desapego) mencionados anteriormente?
—¿Qué sucede cuando se suspenden totalmente los
cinco tipos de “fluctuación”; cuando, en otras palabras, la conciencia se detiene sobre si
misma? En Yoga se niega con fuerza que el nirodha conduzca o sea equivalente a la
mera catalepsia o trance. Más bien se concibe como un estado de “disposición” en el que la conciencia se abre a la posibilidad de un nuevo modo
de experiencia conocido como énstasis o samādhi. No obstante, el nirodha solo es una
condición previa necesaria, no suficiente para la conciencia enstática. Parece
que también se requiere la “gracia” de lo “supremo” (īśvara) (II.45).
El rasgo más característico del énstasis es la experiencia de identificación
entre sujeto y objeto (I.41). No se trata de
un proceso nebuloso, sino que se acompaña de una supervigilancia. Realmente, es
una aguda toma de conciencia y sentimiento de la realidad que tipifica la
experiencia enstática y la diferencia de otras formas de conciencia, ordinarias
y extraordinarias (Feuerstein, Georg "The Yoga-Sūtra of
Patañjali").
—En este estado de samādhi —que además de “samādhi de
conocimiento integrador”, puede denominarse “samādhi cognoscitivo” o “samādhi con soporte cognoscitivo”— la mente se halla tan intensamente concentrada sobre un único
objeto que todos los vṛttis extraños
quedan disueltos. Citta toma la
forma de su objeto, y el meditador se identifica con él. Puesto que todos los
objetos perceptibles son manifestaciones de prakṛti —la fuente primera de extensión y perceptibilidad— cualquier objeto es una “puerta” potencial a esa fuente; y puesto que la mente también es un
objeto con origen en prakṛti, tales “puertas” se abren a las capas más
profundas de nuestra auténtica naturaleza. El punto crucial es que, según la
metafísica del saṃkhyayoga cuando prakṛti da origen a
las cada vez más densas y perceptibles “capas de sustancia” (tattvas), ella
misma, como si dijéramos, no se “vuelve” o “transforma” en tales capas. Más bien, permanece como el substrato
indiferenciado de un universo multidimensional de aparentes objetos
individuales. Cómo o en qué forma se percibe un objeto concreto —sea “grueso” o
materia física, materia “sutil”, o el fundamento de toda fuente material— no depende del objeto en sí, sino de la profundidad de percepción
por parte del perceptor; y es ésta “profunda
percepción” lo que trata de alcanzar el entrenamiento
mental del yoga (Burley, Mikel "Hatha-Yoga - Its Context, Theory and
Practice").
—En el estado mental ordinario,
los procesos de vitarka y vicāra descritos
anteriormente, conducen a la confusión y el caos, ya que la mente está
siguiendo un comportamiento conformado. Todo el mundo experimenta noches de
insomnio cuando el pensamiento simplemente no se detiene. Sin embargo, cuando
la pauta se disuelve, parcial o completamente, la mente se aclara y unifica,
los mismos procesos vitarka, la
consideración de probabilidades o alternativas por conceptualización y vicāra, el
ejercicio del juicio o la razón, la discriminación, conducirán a la perfección
en el conocimiento. Esto lo experimentamos todos nosotros, al menos en algunas
ocasiones (Lele, Shriram “Pātañjalayogasūtrani.
Translation with notes”, pag 20).
वितर्कविचारानन्दास्मितारूपानुगमात्सम्प्रज्ञातः॥१७॥
vitarkavicārānandāsmitārūpānugamāt
saṃprajñātaḥ ||17||
El
[samādhi con] conocimiento trascendente [sucede cuando la mente]
adopta la forma de asociaciones verbales y sutiles [acerca del objeto de
contemplación], [y experimenta sensaciones] de felicidad y de conciencia de
existencia individual
(Traducción
propia)
(Otras traducciones)
Vyaas
Houston |
(Nirodha,
el proceso de finalización de los vṛttis
es) saṃprajñāta-cognoscitivo, cuando al conectar con
formas percibidas sensorialmente o sutiles, se tiene un sentimiento de
felicidad o la sensación (personal) de “Yo soy” |
Georg
Feuerstein |
[El
éxtasis que procede del estado de restricción] es consciente (saṃprajñāta)
al estar conectado con el razonamiento, la reflexión, la felicidad o la “soy-dad”
(asmitā) |
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
Saṃprajñāta
surge de la asociación con el pensamiento discursivo, la reflexión, la
felicidad y la “soy-dad” |
P.
V. Karambelkar |
1. Saṃprajñāta (es decir, conocido en su totalidad y en
todos sus detalles) (samādhi
se compone) (de cuatro etapas componentes que son) acompañado por
(respectivamente) razonamiento, deliberaciones, felicidad y (puro sentido de)
(yo) “soy-dad” 2. Saṃprajñāta (es decir, conocido en su totalidad y en
todos sus detalles) (yoga-pradesa,
es decir, el ámbito del yoga) (se compone de cuatro sub-regiones o
sub-ámbitos formados respectivamente) con la asociación con pensamientos
negativos, con pensamientos positivos, con felicidad y con (puro sentido de)
(yo) “soy-dad” |
James
Haughton Woods |
[La concentración se vuelve]
consciente [de su objeto] asumiendo las formas de deliberación [sobre un
objeto grosero], de reflexión sobre objetos sutiles, de alegría o de
sentimiento de personalidad |
Pandit
Usharbudh Arya |
Saṃprajñāta,
el samādhi de la sabiduría, se
da mediante el acompañamiento de las apariencias de pensamiento grosero (vitarka), pensamiento sutil (vicāra), éxtasis (ānanda) y “soy-dad” (asmitā) |
Fernando
Tola y Carmen Dragonetti |
Debido al acompañamiento de vitarka
(análisis de objetos toscos), vicāra
(análisis de objetos sutiles),
ānanda (felicidad) y asmitā
(conciencia de existencia), (el citta-vṛtti-nirodha:
represión de los procesos mentales) es saṃprajñāta
(con conocimiento) |
Emilio
García Buendía |
El (samādhi) con cognición (es
el que se da) con la adopción de la forma de análisis (de objetos groseros),
de reflexión (de objetos sutiles), de la beatitud o de la sensación del yo |
Oscar
Pujol |
La contemplación cognitiva asume
formas distintas: la tosca, la sutil, la gozosa y la referente al yo |
Shriram Lele |
A partir de entonces, se logra saṃprajñāta, el estado de
perfección en el conocimiento y la comprensión, mediante el proceso de vitarka, la consideración de
probabilidades o alternativas, y mediante la conceptualización, vicāra, el ejercicio del juicio o
razón, la discriminación y el pensamiento centrado; experimentando ānanda, felicidad y asmitā, conciencia de existencia
individual |
Chip Hartranft |
Al principio el proceso de
aquietamiento va acompañado de cuatro clases de cognición: los pensamientos
analíticos, la clara visión, el gozo y el sentido del yo |
—Vitarka o “pensamiento” se refiere
al superconocimiento que tiene lugar durante el énstasis, cuando el objeto
pertenece a la realidad visible de la naturaleza. Vicāra o “reflexión” se aplica a los procesos
enstáticos que se centran en un objeto perteneciente a la estructura profunda
de la naturaleza, tal como “las energías potenciales” (tanmātras) o los sentidos (indriyas). “La alegría” y la “soy-dad”, sin embargo, deben
considerarse como fenómenos que acompañan a cada énstasis cognitivo. Las
explicaciones de los comentadores clásicos sobre este punto parecen extrañas a
la jerarquía establecida por Patañjali para estos estados, y parece incorrecto
considerar ānanda y asmitā como niveles independientes de samādhi (Feuerstein, Georg "The Yoga-Sūtra of Patañjali").
—Aunque el éxtasis (samādhi) implica la fusión de sujeto y objeto, en los niveles más bajos esta
conciencia unitiva se encuentra aún asociada con todo tipo de fenómenos
psicomentales, incluyendo el surgimiento espontáneo de pensamientos,
sentimientos de felicidad y sentimiento de permanecer presente como una entidad
individual. Patañjali denomina esto último como “soy-dad”. Los cuatro
tipos de fenómenos citados indican diferentes niveles de ésta forma de éxtasis
(Feuerstein, Georg “The Yoga Tradition” pag 289-290).
—El samādhi sucede de forma gradual. Primero
razonamos. Esto es lo que llamamos vitarka, que se apoya mucho sobre la
lógica, el razonamiento. Luego vitarka se para porque no puede seguir
así. Después reflexionamos, pensamos un poco más calmadamente. A esto se le
llama vicāra. A medida que esta reflexión se sutiliza, se da asmitāsamādhi. Aquí, asmitā significa que dos cosas son una; el sentimiento
"soy uno con ello". Luego, entendemos. En este momento sentimos un
estado de felicidad llena. Esto es ānanda. Finalmente, sentimos que hemos
entendido lo que esperábamos entender. De hecho, ānanda precede a asmitā en el sūtra, pero son idénticos. Ānanda es la expresión de la
experiencia de asmitāsamādhi. Aquí, asmitā se refiere a que la mente se une
con el objeto de meditación. Este es el proceso de samādhi. Primero hay oscilación de la
mente. Luego se reduce la lógica superficial. El proceso se convierte en
interior, profundo y sutil. Cuando la reflexión es muy sutil, se llega a un
punto en que comprendemos que hemos entendido. No hay duda. En este momento, el
efecto es el estado de ānanda (Desikachar,
TKV "Yoga").
—La práctica perseverante y el desapego preparan la
mente para pasar de la dispersión mental a la contemplación sobre un objeto.
Esta contemplación pasa cronológicamente por cuatro estados. La contemplación
no es un estado de vaciedad o nadeidad —más bien todo lo contrario. En
contemplación se percibe la realidad profunda —la
esencia del objeto— que sirve como punto de partida
para la meditación. En este nivel de perfecta orientación, la mente capta
primero al objeto mediante un proceso de reflexión y análisis que utiliza la
memoria, las palabras y las imágenes libres de la distorsionada interferencia
de la personalidad. Este es el primer acercamiento al objeto y permite una
comprensión general (vitarka). Sigue una
captación más intuitiva de naturaleza sorprendente que parece surgir del
espacio más profundo (vicāra). Luego,
este conocimiento y experiencia nos inunda con alegría o beatitud (ānanda),
volviéndonos completamente conscientes de estar vivos (asmitā). Esta
conciencia individual ya no es egocéntrica e individualista —transciende la individualidad (Bouanchaud, Bernard "The
essence of Yoga").
—Moviéndose en libertad (kaivalya) y a la luz de la inteligencia discriminativa (viveka), el hombre mira lo que es, dentro y fuera, y lo
somete a la prueba del razonamiento lógico. Este enfoque crítico niega todo lo
que es impropio de lo que realmente es, y se mueve con lo que es propio de la
existencia en su totalidad. Este movimiento madura en savitarkasamādhi. El
razonamiento lógico tiene sus limitaciones, pero no así la libertad que produce
una aspiración interior que nos hace movernos ahora en asociación con vicāra, que es la
inteligencia investigativa. Es una investigación libre de lo que es, una
exploración interminable de la esencia misma de la vida y del ser. Este
movimiento florece en savicārasamādhi. Este
movimiento mismo, llevado hacia adelante, junto con el movimiento de la
existencia en su totalidad, madura en una sensación de bienaventuranza, que es sānandasamādhi. Asimismo,
este sānandasamādhi madura,
además, en un sentido del puro yo-soy, vacío de toda tensión, que generalmente
se asocia con el ego dominado por la tensión. Todos estos cuatro géneros de samādhi pertenecen
a una visión calificada de la existencia en su totalidad. Es calificada porque
necesita algo, algún apoyo, a fin de marchar al mismo paso con el sutil
movimiento de la realidad existencial. De ahí que estos cuatro géneros de samādhi se agrupen
bajo un título: saṃprajñāta (Desphande,
P.Y. "El auténtico Yoga").
—La exposición en este sūtra se aplica
cuando se ha dominado el vairāgya y se han
disuelto los vṛttis. El proceso
describe la adquisición de conocimiento de un objeto, cómo citta percibe un objeto cuando las construcciones
mentales, los vṛttis no existen,
Ni pratyakṣa, en el
sentido limitado en que se describió anteriormente, ni anumāna,
relacionando la experiencia presente con otra pasada para llegar a inferencias,
ni agama, evaluando
la experiencia presente con lo que otros han descrito, ni viparyaya, la
identificación errónea, ni nidrā, uno está
perfectamente alerta al presente y no tiene impacto de la smṛti, los
recuerdos del pasado en la experiencia actual. El presente es la experiencia
tal como es, aquí y ahora. Patanjali, en este sūtra, describe
cómo se experimenta la experiencia presente, y cuál es el resultado (Lele,
Shriram “Pātañjalayogasūtrani. Translation with
notes”, pag 19)
Vocabulario
vitarka-vicāra-ānanda-asmitā-rūpa-anugamāt
saṃprajñātaḥ
saṃprajñātaḥ (el
conocimiento trascendente) vitarka-vicāra-ānanda-asmitā-rūpa-anugamāt (adopta la
forma de asociaciones verbales y sutiles, felicidad y conciencia de existencia
individual)
vitarka-:
pensamiento discursivo, deliberación, consideración; 1) argumentación sobre
objeto tosco, asociación verbal; 2) percepción sensorial (con o sin
argumentación objetiva).
—Vitarka significa
generalmente “pensar sobre algo concreto” o “contemplar”, pero en yoga tiene el significado técnico de “conocer”, en el sentido de identificarse
con un objeto sthūla (grueso)
incluido dentro de los dieciséis viśeṣa (tattva concretizados). En términos prácticos, hace
referencia a la internalización del objeto captado (grāhya) por medio
de una intensa meditación (Burley, Mikel "Hatha-Yoga - Its Context, Theory
and Practice").
—Vitarka es la
operación mental en virtud de la cual el sujeto hace presente ante su
conciencia todas las partes constitutivas y todas las peculiaridades toscas de
un objeto denso, siendo objeto denso, en general, todo aquello que cae bajo
nuestros sentidos (Tola y Dragonetti, "Yogasūtras de
Patañjali").
—Vitarka es la
modificación mental producida por una ilusión verbal (vikalpa) en la cual se confunden el nombre del objeto, el
objeto en sí y su conocimiento. Los objetos que pueden observarse y captarse
por los órganos de los sentidos son los objetos groseros. Realmente son los
objetos que, una vez captados por los sentidos, se presentan ante la mente con
una identidad propia. Así, una vaca sería un conglomerado de rasgos y
características que se presentan como un único objeto. Cuando tal objeto se
adopta para la concentración junto con la palabra que lo nombra, esto se
denomina savitarka, mientras
que si no hay tal vitarka se denomina
nirvitarka. Ambas
concentraciones son saṃprajñāta relativas a
vitarka
(Hariharānanda Āranya, Swami "Yoga philosophy of
Patañjali").
—Vitarka es un acto
de implicación mediante el pensamiento deliberado y el estudio, que conduce al
punto final o causa primera. Es un intento para distinguir la causa del efecto,
un proceso razonable de investigación experimental desde lo grueso a lo sutil.
El análisis intelectual, vitarkasamprajñāta, al
tratarse de una función cerebral, produce un conocimiento relativo y
condicionado. Es grosero, carece de refinamiento. Más adelante se divide entre
deliberación, savitarka, y no
deliberación, nirvitarka (Iyengar,
BKS "Light on the Yoga Sūtras of Patañjali").
vicāra-: reflexión, investigación; 1) argumentación
sobre objeto sutil, asociación sutil; 2) examen de distintas alternativas; 3)
sutil (con o sin reflexión interna).
—Vicāra significa
conocimiento diferenciador. Es un proceso de investigación, reflexión y
consideración a través del cual se detienen las conjeturas intelectuales y el sādhaka desarrolla agudeza, refinamiento y sutilidad
mental. También se divide entre razonamiento, savicāra, y no
razonamiento, nirvicāra (Iyengar,
BKS "Light on the Yoga Sūtras of Patañjali").
—Vitarkavicāra es un modo de razonamiento en el que se introduce
una hipótesis y se consideran dos casos: que la hipótesis sea cierta y que sea
falsa. Concretamente, vitarkavicāra, sería el modo de afirmar A
probando tanto que B conduce a A, como que –B también conduce a A, siendo B la hipótesis dada
(Semenov, Dimitri “Yoga Sūtra of Patañjali“)
ānanda-: gozo,
disfrute, felicidad, placer sensual, bienestar, placidez.
—Aunque en la teología vedānta, ānanda se refiere
a la suprema e indestructible “felicidad” de la conciencia absoluta, apareciendo de esta forma como una de
las tres características de Brahman en su
aspecto de satcitananda, en el
contexto del saṃprajñātasamādhi se refiere
al estado condicional de “rapto”
o “intensa felicidad” como
resultado de la trascendente identificación con los tanmātra (Burley, Mikel "Hatha-Yoga - Its Context,
Theory and Practice").
asmitā-: “soy-dad”, “yo-idad”, “ego-idad”; 1) sensación de estar vivo,
conciencia de ser o existir individualmente (no debe confundirse con el
egoísmo), experimentación de sí mismo como ser individual; 2) personalidad,
individualidad (ahaṃkāra).
—Asmitā significa
literalmente “la soy-dad”. Es una
palabra formada por asmi, que
significa “(yo) soy” y tā, sufijo que
forma sustantivos abstractos y corresponde al sufijo –(i)dad del castellano. Debemos entender por la palabra asmitā: “la conciencia del (yo) soy”, “la conciencia del (yo) existo”. Aunque
el término asmitā se refiere
fundamentalmente a la noción de “ser”, “existir”, con todo involucra en sí la
noción de “yo” expresada
por la desinencia verbal de primera persona del singular –mí. La palabra asmitā no se
refiere al mero ser, a la mera existencia, sino a la conciencia de ser, de
existir, ya que el término asmi, que forma
parte de la palabra, es propio de un sujeto que proclama su existencia y que
con esa palabra expresa su conciencia, su sensación, su sentimiento de que él
existe (Tola y Dragonetti, "Yogasūtras de Patañjali" pag.
96-97).
rūpa-: forma
física, apariencia externa, representación material.
anugama
(anugamāt): (m, abl, sg) debido a la conexión, mediante la
asociación; 1) mediante el acompañamiento; 2) a partir de la conexión.
samprajñāta (samprajñātaḥ): (m, nom, sg) con conciencia, cognoscitivo, distinguido,
discernido, conocido de forma correcta; 1) estado mental acompañado de
conocimiento completo, intuitivo o trascendente acerca del objeto de
contemplación.
Otras variaciones del texto original:
vitarkavicārānandāsmitānugamāt
saṃprajñātaḥ
1.17(21): vitarkaś
cittasyālambane sthūla ābhogaḥ,
(Durante el samādhi) con asociaciones verbales (vitarka), se mantiene la experiencia del objeto material en su forma más grosera.
—¿Cómo debe comprenderse el vitarka-samādhi? Todas las formas de éxtasis
cognitivo o basado en un objeto (saṃprajñātasamādhi) son un peculiar acto noético en
el que la conciencia asume la identidad del objeto contemplado. Así, por
ejemplo, el yogui medita sobre una representación visual de la deidad
(Śiva, Viṣṇu, Kali, etc.). Contempla la imagen y luego la
reproduce mentalmente. En el momento en que la mente deja de producir
pensamientos automáticos y se da una perfecta inhibición sensorial (pratyāhāra) sin entrar en el estado de sueño o ensoñación, y con el objeto
contemplado firmemente establecido en la mente en estado de concentración (dhāraṇa), entonces los remolinos mentales (vṛtti) se encuentran bajo control. En
un momento impredecible, mientras tiene lugar este control, la mente
experimenta una revolución interior. El objeto contemplado (es decir, la deidad
visualizada) invade la conciencia de tal forma que el yogui se vuelve, como si
dijéramos (iva), idéntico al objeto contemplado. Ahora se experimenta internamente
como la deidad (es decir, como Śiva, Viṣṇu, Kali, etc.).
Cuando este extraordinario estado de unificación mental se acompaña de
pensamientos espontáneos y claros como el cristal, se trata del vitarka o savitarkasamādhi. Tales pensamientos espontáneos pueden ser, por ejemplo, ideas como “soy Śiva”, “soy feliz”
o “todo está dentro de mí”.
Es importante darse cuenta de que los “pensamientos” que aparecen durante el samādhi son cualitativamente diferentes
de los experimentados normalmente. De acuerdo con los tres primeros sūtras, está claro que los cinco “remolinos” (vṛtti) deben eliminarse para que acontezca el samādhi. Su eliminación se logra
mediante la meditación (dhyāna), el séptimo miembro del camino
de ocho pasos de Patañjali, tal como se especifica en el sūtra II.11.
A fin de comprender esto, necesitamos saber la distinción entre los términos
relativos de vṛtti y pratyaya. El primero son los cinco tipos
específicos explicados en los sūtras I.5 a I.11. El término pratyaya —“idea que surge” (J.H. Woods) es un concepto más coherente. Incluye los vṛttis, pero no de forma exclusiva. También incluye el tipo de pensamientos
generados en las distintas etapas del éxtasis cognitivo (saṃprajñāta-samādhi). En este tipo de samādhi no hay incoherencias o
pensamientos “simples”. Al contrario, las intuiciones
que surgen de forma espontánea (prajñā) -una especie de pratyaya- tienen
lugar en medio de una situación de felicidad extática y son luminosas,
intermitentes e incapaces de interrumpir el estado de samādhi. Son, como si dijéramos, sensaciones profundas, captaciones gozosas
en relación con el objeto de contemplación. Cuando en nuestro estado normal de
conciencia afirmamos: “soy Śiva” -se trata sencillamente
de un pensamiento (piadoso), el cual es desplazado rápidamente por otros
pensamientos automáticos. Tiene la naturaleza de una convicción intelectual y
poco más. Cuando ese mismo pensamiento sucede durante el samādhi, se acompaña y valida mediante nuestra identificación con Śiva
(en la forma del objeto de meditación). Sin embargo, todavía no nos
identificamos con Śiva como Realidad Última. Nuestra identificación se
halla limitada al objeto ideado (meditado). Desde luego, es concebible que en
el estado de samādhi nuestra contemplación extática estalle en algo aún
más profundo y realicemos a Śiva como una fuerza/esencia sutil o incluso
como la Realidad Última en sí. Pero entonces ya no se aplica la etiqueta de savitarkasamādhi. Tal como se explica en el sūtra I.42, esta forma de
éxtasis (denominado aquí savitarkasamāpatti) se halla “mezclado” (saṃkīrṇā) con la actividad mental (vikalpa) derivada
del pensamiento conceptual (jñāna) basado en el significado (artha) de las
palabras (śabda). Este sūtra en cierta forma repite la
definición del “remolino” (vṛtti) vikalpa dada en el sūtra I.9. En este aforismo
se explica que vikalpa depende de un “conocimiento verbal” (śabda-jñāna). En I.42,
se refina la definición hablando de śabda-artha-jñāna. No creo que deba interpretarse
su inclusión como accidental o insignificante. En la composición de un
sūtra, cada palabra tiene su importancia. Entonces, ¿por qué califica Patañjali a jñāna como śabda-artha en I.42? En mi opinión lo hace para resaltar
que incluso en el nivel de éxtasis, las intuiciones o conocimientos que surgen
en la mente extática son aún conceptuales. La intuición extática depende
todavía de conceptos mantenidos en la mente. Tal conocimiento conceptual
descansa en el significado (artha) que tiene la palabra. Por ello,
la intuición extática “soy Śiva” es un entendimiento
conceptual basado en un conocimiento primero del significado gramatical de “soy” y del significado léxico de “Śiva”. No hay ninguna intuición
extraordinaria que supere la mente conceptual. La única diferencia entre estas
intuiciones extáticas y los pensamientos ordinarios de la mente no extática es
que las primeras son distintas del tipo de charla mental que surge del
inconsciente. Las intuiciones extáticas o pensamientos son extraluminosos y se
hallan empapados de la bienaventuranza del éxtasis. Se trata de intuiciones que
conducen automáticamente a una mayor libertad y felicidad y se denominan akliṣṭāḥ, es decir, no generadoras de sufrimiento. (Feuerstein,
Georg “konchog”, http://www.yrec.info/sūtra-t1047.html).
—Ābhoga de acuerdo
con BHSD (99, col.2, s.v), significa "esfuerzo", "empeño".
Oberhammer (1977: 148) lo toma como "sabor (Verkosten)"; Cousins
(1992: 148) supuestamente de acuerdo con los significados "ideación, idea,
pensamiento" que se registran en el TEPT (103, col. 2, sv) lo traduce más
apropiadamente como "dirigir (la mente) hacia". Con cierta
vacilación, decido traducirlo como "investigación", lo que debería
entenderse como "dirigir la mente hacia un objeto para comprenderlo
conceptualmente" (Maas, Philipp A., “El denominado Yoga de la Supresión en el Pātañjala
Yogaśāstra”, nota pie de página nº
32).
—Vitarka requiere un
"ālambana", un
soporte, según Vyāsa en su comentario sobre este sūtra. La atención se centra en el objeto que se
considera como el soporte de vitarka, donde citta retiene una modificación constante o vṛtti con exclusión de otros. El yogui experimenta un vṛtti continuo en relación con el objeto, ya sea como una
imagen o como "los procesos de pensamiento espontáneos que ocurren en
relación con un objeto/forma ‘burdo’
(sthūla)".
Esta actividad mental es especial ya que, según Vijñānabhikṣu, se
consideran todos los detalles de las formas más burdas del objeto, incluidas
las manifestaciones pasadas, presentes y futuras, rasgos cercanos y distantes
de modo que se realiza la naturaleza total del objeto, la perfección o
percepción directa. Whicher comenta más sobre vitarka
samādhi: "[debe] permanecer constante, mantenido
continuamente, comprobado (avadhāraṇa) ...
[cuando] lo percibido o el objeto, la facultad de percepción y el perceptor o
agente se vuelven ‘uno’,
epistemológicamente". En esta etapa final, el conocimiento del objeto
ocurre sin fragmentos y "tal realización total, completa, mantenida sin
interrupción, se denomina ‘samādhi asociado
con vitarka’" (Pattni, Rajmesh “A Psychological Understanding of
Patanjali Yogasutra”, pag. 222-223).
1.17(21):
sūkṣmo vicāraḥ,
(De forma similar), con asociaciones sutiles (vicāra), (se mantiene la asociación de
la mente) con la forma
sutil del objeto.
—Vicāra (modificación) indica las transformaciones de prakṛti en las distintas categorías (tattvas), como los diez indriyas, los cinco viṣayas y el manas; es uno de los procesos mentales
superiores, asociado con un nivel concreto de énstasis (samādhi), en el cual el objeto de atención pertenece a lo sutil (sūkṣma) (Feuerstein, George "Encyclopedic Dictionary of Yoga").
—Vicāra es la operación mental en virtud de la cual el
sujeto hace presente ante su conciencia todas las partes constitutivas y todas
las peculiaridades sutiles de un objeto sutil (prakṛti, mahat o buddhi, ahaṃkāra, manas, indriyas y tanmātras; es decir, la materia
primera y todos sus derivados con excepción de los elementos densos) (Tola y
Dragonetti, "Yogasūtras de Patañjali").
—Un nivel más profundo de contemplación que el
representado por vitarka es el de vicārasamāpatti, donde el vṛtti de la “forma grosera” se disuelve en su “aspecto sutil”, el aspecto sutil de los denominados aviśeṣa (tattvas,
indeterminados), que comprenden los cinco tanmātras (principios
o elementos sutiles) y ahaṃkāra. Una forma
de describir lo que pasa en vicārasamāpatti es decir
que, a medida que vairāgya (desapego)
se cultiva en relación con el aspecto grosero de un objeto, aparece poco a poco
la identificación con la esencia abstracta de una sensación concreta. Esta “fuente abstracta” es la “capacidad para producir sonidos” o “audibilidad” de un sonido, la “tangibilidad” de una sensación de
contacto, las cualidades de “coloración” y “carencia de forma” de un objeto visual, etc. (Burley, Mikel "Hatha-Yoga - Its
Context, Theory and Practice").
—Cuando se domina la concentración sobre objetos
groseros, se obtiene una profunda penetración sobre los principios sutiles
mediante un proceso de análisis especial, gracias al conocimiento logrado con
la concentración anterior, que se denomina savicārasamādhi. El
conocimiento analítico no puede desarrollarse sin el concurso de las palabras;
por esto, también se caracteriza savicāra por la
vaguedad producida al mezclar nombres, significados y conocimiento del objeto,
aun siendo un objeto sutil. El análisis meditativo es su principal
característica, siendo los conceptos y las facultades sutiles de recepción los
objetos de meditación. Se denomina savicāra porque en
este tipo de concentración se efectúa la contemplación de los objetos sutiles
mediante su análisis. Esta y su opuesta, nirvicāra, son
meditaciones relativas a vicāra (análisis)
(Hariharānanda Āranya, Swami "Yoga philosophy of
Patañjali").
1.17(21):
ānando hlādaḥ,
La sensación
de felicidad (ānanda) implica gozo,
disfrute.
—Sobre el tema de la tercera forma de éxtasis
presentada en el Yoga-Sutra I.17 llamada "alegría" (ānanda), Vyāsa escribe: "Alegría significa deleite". La
palabra para alegría, ānanda, no denota aquí un estado de
"bienaventuranza" intrínseca, incondicional y trascendente, uno de
los epítetos familiares de brahman, el Ser Supremo como se exalta, por ejemplo,
en las obras upanisádicas y los comentarios vedánticos. En el Yoga-Sutra I.17, ānanda es inicialmente la propiedad condicional y temporal llamada sukha: el placer,
el bienestar o la felicidad inherentes a la sattva-guṇa. En el samādhi acompañado de ānanda, el yogui capta o captura el
deleite de sattva y se identifica/se une con este sentido exaltado de felicidad
(Whicher, Ian "Nirodha, yoga
praxis and the transformation of the mind", pag 238-239).
—La concentración en felicidad no está relacionada
con los objetos sutiles o los objetos groseros. En este caso, la base para la
concentración la proporciona el sentimiento especial de felicidad experimentado
por la mente y los sentidos, debido a un estado concreto de serenidad. Se trata
de una sensación de tranquilidad o calma que afecta a todo el cuerpo. A través
del prāṇāyāma o mediante
la concentración en ciertas zonas vitales, el cuerpo se calma y es invadido por
un sentimiento de bienestar y felicidad. Si la concentración se efectúa en tal
sensación, ésta se acentúa y alcanza los órganos de los sentidos. Tal es la
práctica de sānandasamādhi. Ahora no
se depende de las palabras sino de las sensaciones. No hay necesidad de
pensamiento como en vitarka o vicāra (Hariharānanda Āranya, Swami "Yoga
philosophy of Patañjali").
—Los yoguis que alcanzan este nivel de experiencia
(ānandasamādhi) pueden absorberse temporalmente en gozosos estados
de contemplación o éxtasis místico. Sin embargo, en esta etapa existe el
peligro de que el yogui considere incorrectamente que la mayor sensación de
bienestar en ānanda es el logro supremo del yoga. Habiendo dominado el
principio del ego, todo, desde el cuerpo físico compuesto por los viśeṣas hasta los poderes de ahaṃkāra (siddhis), puede acompañar al yogui.
Permaneciendo identificado en este nivel de samādhi, uno puede ser denominado videha, "sin
cuerpo", o "dios brillante sin cuerpo" (videha deva). La causa raíz del apego y la identificación errónea del videha con las
condiciones de éxtasis de ānanda es, por supuesto, la ignorancia
(avidyā), que lleva a confundir lo no eterno con lo eterno,
el no-yo con el yo, etc., y así mantiene al yogui sumergido en su interior y
esclavizado a formas sutiles de existencia prakṛtika. El estado de videha es una
etapa posible en el camino, pero si no se cultiva un desapego hacia él,
simplemente reflejará una forma más sutil de adicción al placer y una
identificación errónea en saṃyoga. El egoísmo (asmita) mismo aún
no ha sido desarraigado. Desde la perspectiva de iluminación del Yoga, esta
etapa de logro e identidad todavía se encuentra dentro del reino gúnico de la
impermanencia, lo que conduce a una mayor insatisfacción (Whicher, Ian "Nirodha, yoga praxis and the transformation
of the mind", pag 240).
1.17(21):
ekātmikā saṃvid asmitā |
La
conciencia de existencia individual (asmitā) es la
experimentación de uno mismo
como ser único.
—Asmitāsamāpatti es el
estado final de saṃprajñātasamādhi y consiste
en identificarse uno mismo con la fuente de la “soy-dad” —es decir, con la facultad psíquica más elevada y más “sátvica”, o sea con buddhi o mahat (Burley, Mikel "Hatha-Yoga - Its Context,
Theory and Practice").
—La concentración sāsmitā basada en
la pura sensación de si, tiene que ver únicamente con el conocedor; es decir,
se refiere a concepciones como "conozco esta felicidad", liberándose
de la felicidad misma. Esto implica un estado más allá del de felicidad, pero
no quiere decir que ésta se pierda. En esta concentración, el sentimiento de
felicidad no es su objeto sino su base. Puruṣa no es el
objeto de ninguna concentración. El objeto en este caso es asmitāmātra o sensación de individualidad. Esto es lo que se
denomina como grahītā o
conocedor. Por tanto, el objeto sobre el que se efectúa la concentración en sāsmitā no es el puruṣa real sino
su imitación, el cambiante ego o mahat
(Hariharānanda Āranya, Swami "Yoga philosophy of
Patañjali").
—Asmitāmātra (ahaṃkāra) lo experimento como mi ego, la
conciencia individual y personal creada (nirmāṇacitta), cuando me identifico con ella.
Este modificado y egoísta sentido de sí mismo puede disolverse o purificarse a
través del Yoga en su fuente cósmica, mahat, donde la comprensión de la
mismidad se transforma y expande en “soy-dad” cósmica. A esta
experiencia se refiere el YS I.17
con el asmitāsamādhi (Witcher, Ian "The Integrity of
the Yoga Darshana", pag. 71).
—Vācaspati Miśra, afirmando que el deleite
inherente a los sentidos es el objeto del éxtasis acompañado de ānanda, considera
que puruṣa, calificada
por ahaṁkāra, es el
objeto de asmitāsamādhi. Esto
plantea una pregunta acerca de buddhi (mahat), la primera y más sutil evolución en el orden de
manifestación y la última en ser experimentada, incorporada y dominada. Si ahaṁkāra, que surge
de mahat, es el
objeto en asmitāsamādhi, ¿en qué otro éxtasis se dominaría mahat (buddhi)? Además, ¿en qué éxtasis se realizaría asmitā? No hay más
etapas de samādhi dadas por
Patañjali después del tipo asmita con
factores de apoyo (ālambana) u objetos
de contemplación (Whicher,
Ian "Nirodha, yoga praxis and the
transformation of the mind", pag 241).
—Vyāsa afirma: "La soy-dad es la
percepción de la naturaleza esencial y unificada del sí mismo". Dado que
la "cara interna" de citta (buddhi) es el constituyente más sátvico
y más puro de las evoluciones de prakṛti, se aproxima mucho a puruṣa. La conciencia pura se "refleja" en buddhi como en un cristal claro. Es aquí y en ningún otro lugar donde puruṣa y prakṛti se "encuentran" en saṃyoga, asumiendo una sola naturaleza, por así decirlo,
que se define como la aflicción de la "soy-dad" (YS II.6 y YB II.6). ).
Es en la conciencia reflejada en la mente que la ignorancia y la identificación
errónea "comienzan" y terminan, un proceso con el que se dice que puruṣa no tiene una participación directa (Whicher, Ian
"Nirodha, yoga praxis and the
transformation of the mind", pag 244).
—La persona primero pronuncia "Yo soy",
queriendo decir: "Yo soy este ser condicionado, contingente y delimitado,
un compuesto de conciencia e insensibilidad". Al darse cuenta de la
naturaleza de asmitā, el yogui la entiende como la
"ruptura" final entre puruṣa (identidad intrínseca) y cittavṛtti (identidad errónea o extrínseca) por la cual los
dos constituyentes del "yo soy", la "insensibilidad" en su
máxima expresión de la esencia de la mente-sattva y el reflejo del puruṣa en ella disuelven o
"deshacen" su "unión" (saṃyoga) o condición superpuesta de (vṛttis). La etapa de samādhi asociada con asmitā significa la realización de mahat/buddhi/liṅgamātra en la que predomina la guṇa de sattva. En el éxtasis anterior llamado ānanda, domina sattva, aunque, como explica Bhoja
Rāja, en esta etapa de samādhi la experiencia de sattva todavía está algo penetrada por rajas y tamas residuales. En asmitāsamādhi, rajas y tamas han sido completamente sometidos, pero no expulsados, y solo brilla
la pureza y claridad de sattva. En esta experiencia, la cara
interior sátvica de buddhi se "aparta" de su evolución hacia lo externo, ahaṁkāra o ego. Es decir, la identificación con el ego, cuya
naturaleza es, por ejemplo, apropiarse de objetos y experiencias como si fueran
"míos" y no "tuyos", "nuestros" o "de
él"/"de ella", etc. es trascendido, sumergido, o más bien
transformado en la pura "soy-dad" que todavía es en primera persona,
pero no egoísta. Las condiciones y barreras normales e individuales impuestas a
la conciencia se disuelven en la experiencia de sattva puro, pero el ahaṁkāra como grahaṇa ( el instrumento a través del cual la inteligencia
se afirma a sí misma, experimenta y conoce) no se destruye ni se niega. Más
bien, el yogui ahora experimenta una forma intensificada de percepción y
comprensión que se libera de la identificación errónea con la mera identidad
egóica. Ontológicamente, mahat, de la cual el ego surge y es
absorbido, es pura "soy-dad" pero no "es-dad", que es en
tercera persona y puede no tener el significado de ser consciente de sí mismo
(Whicher, Ian "Nirodha, yoga
praxis and the transformation of the mind", pag 244-245).
1.17(21):
tatra prathamaś catuṣṭayānugataḥ samādhiḥ
sa-vitarkaḥ |
En el primero de estos, en el samādhi con
asociaciones verbales, se hallan presentes las cuatro formas del objeto.
1.17(21):
dvitīyo vitarka-vikalaḥ sa-vicāraḥ |
En el segundo, en el samādhi (con
asociaciones sutiles), se carece de las asociaciones verbales (del primero).
1.17(21):
tṛtīyo vicāra-vikalaḥ sānandaḥ |
En el tercero, en el samādhi (con sensación de felicidad) se carece (también) de las asociaciones sutiles del anterior.
1.17(21):
caturthas tad-vikalo’smitā-mātra
iti |
En el cuarto, en el samādhi que es el puro "yo
soy" (asmitāmātra), se carece
incluso de asociación con el gozo.
—H. Āranya opina que la
sensación de felicidad en ānandasamādhi surge de la sensación de relajación en los cinco órganos de acción,
los cinco órganos de los sentidos y los tres constituyentes de los sentidos
internos: manas, ahaṁkāra y buddhi. . Esto bien puede representar
la naturaleza afectiva de la experiencia, pero la visión de Āranya
confunde el sutil esquema de comprensión relacionado con estos éxtasis y, por
lo tanto, permanece incompleto con respecto al éxtasis asociado con la alegría.
Estoy de acuerdo, sin embargo, con la sugerencia de Āranya de que el
objeto de contemplación en el éxtasis acompañado de asmitā es la intención de buddhi en puruṣa. Él escribe: "El objeto en el que se concentra el asmitāsamādhi no es el puruṣa real sino
su imitación, el pseudo-vidente... Es buddhi moldeado según el puruṣa... una
especie de sentimiento de identidad entre la conciencia pura y la conciencia
individual. o buddhi” (Whicher,
Ian "Nirodha, yoga praxis and the
transformation of the mind", pag 242).
—El yogin se concentra en el "conocedor"
(el que “capta") reflejado en prakṛti; el conocedor real (YS
IV.18) puruṣa no puede convertirse en un objeto de conocimiento, un contenido
mental (pratyaya) o una modificación (vṛtti). Lo que el yogin realmente
logra realizar es asmitā, el sustituto mental de puruṣa. Koelman lo expresa de esta manera: "Al concentrarnos en el
conocedor alcanzamos la consciencia luminosa proyectada por el Ser. En
realidad, no captamos la esencia misma del Ser, solo ganamos acceso a su
resultado liminal, es decir, a su participación iluminadora en el sattva de [buddhi] (Whicher, Ian "Nirodha, yoga praxis and the transformation
of the mind", pag 250)
1.17(21):
sarva ete sālambanāḥ samādhayaḥ ||17||
Por tanto, todos estos estados de yoga (utilizan
una forma del objeto de concentración como) soporte mental.
—Vitarka (deliberación o análisis lógico) es necesario porque existen dudas (saṃśaya) en relación con los objetos groseros de meditación, las cuales deben
eliminarse mediante el análisis lógico, de ahí vi-tarka. Vicāra (reflexión)
es necesaria porque hay dudas (vicikitsa) en
relación con los objetos sutiles de meditación (sūkṣmālambana). Cuando desaparecen las dudas, este tipo de saṃprajñātasamādhi pasa a denominarse nirvicārasamāpatti y conduce hacia la Nube de Dharma. Ānanda es la forma ontológica de todos los procesos noéticos (grahaṇa), es la esencia de las energías indriyas. Asmitā es la forma (ilusoria) del Captador, de ahí la necesidad de nirasmitāsamāpatti con objeto de revelar la auténtica forma (svarūpa) del que disfruta. Para resumir, vitarka y vicāra son formas de meditación sobre el objeto (grāhya, lo captado); ānanda es la forma
de meditación sobre grahaṇa, el proceso
de captación, y asmitā es la forma
de meditación sobre Grahītṛ, el Captador. (Plamen Gradinarov “plamen”, http://www.yrec.info/sūtra-t1047.html).
—La partícula sa- de los samāpattis indica que todavía hay vikalpas por superar
o eliminar; por eso las meditaciones savitarka, savicāra, sānanda y sāsmitā están siempre mezcladas con nociones erróneas o construcciones
mentales (vikalpa). Por eso
se denominan correctamente savikalpasamādhi. Por el contrario, todos los nirsamāpattis se hallan vacíos de vikalpas, es decir,
todos son formas de nirvikalpasamādhi (Plamen Gradinarov “plamen”, http://www.yrec.info/posts1047-0.html).
—Según Vyāsa, saṃprajñāta: vitarka (meditación
discursiva) = vitarka + vicāra + ānanda + asmitā; vicāra (reflexión)
= vicāra + ānanda + asmitā; ānanda (felicidad)
= ānanda + asmitā; asmitā (soy-dad) =
asmitā. Según
Vācaspati Miśra, el punto central de los dos primeros tipos son los
objetos densos (sthūla) y sutiles
(sūkṣma) de la
existencia, mientras que en el tercer tipo son las sensaciones y en el cuarto
el principio del ego. Incluso, argumenta que cada uno tiene una forma superior
en la cual todos los contenidos de la conciencia se detienen (nirvitarka, vicāra, ānanda, asmitāsamāpatti). No
obstante, esta tipología de ocho clases de énstasis es negada por Vijñāna
Bhikṣu, que admite solo seis clases. Según éste, el objeto de ānandasamāpatti es la
bienaventuranza en sí, y el de asmitāsamāpatti es la
intuición (saṃvid) del sí
mismo absoluto (kevalapuruṣa) y, por
tanto, no hay nirānanda ni nirasmitā. Estos seis
u ocho tipos corresponden al savikalpasamādhi en vedānta. En todos
estos samādhis persiste un
objeto (de meditación) (Feuerstein, George "Encyclopedic Dictionary of
Yoga").
—El samādhi cognitivo se divide en "cuatro partes" (caturtha): 1. Savitarkasamāpatti se corresponde con savitarkasamādhi 2. Nirvitarkasamāpatti se corresponde con nirvitarkasamādhi 3. Savicārasamāpatti se corresponde con savicārasamādhi 4. Nirvicārasamāpatti se corresponde con nirvicārasamādhi, ānandasamādhi y asmitāsamādhi. Lo que es común en éstas fases del éxtasis es que lo que se está
conociendo está dentro del ámbito de la experiencia empírica y prakṛtika
y, por lo tanto, es exclusivo de puruṣa. Puruṣa, sin embargo, en ningún momento puede convertirse en un objeto o
entidad que el yogui se encarga de realizar externamente o dentro de la mente.
En consecuencia, todas estas formas de samādhi se denominan saṃprajñāta, el samādhi del conocimiento exacto de los objetos, incluidas las
"distinciones" objetivas y subjetivas que pertenecen al reino de prakṛti, es decir, la identidad empírica. Para conocer realmente mi Ser
auténtico, claramente se requiere una forma de "unidad" o identidad
que es asaṃprajñāta. No podría ser un conocimiento al que yo pudiera dar forma mental (vṛtti), porque eso significaría que sería de algún objeto, lo cual puruṣa no puede ser. Las intuiciones (prajñā) que surgen en el samādhi cognitivo comprenden todos los fenómenos, incluida mi personalidad
empírica, y consagran en sus etapas superiores afirmaciones empíricas que no
pueden probarse de ninguna manera "racional" mediante argumentos,
sino que solo pueden captarse y comprenderse por completo a través de la
experiencia directa, la percepción yóguica (yogipratyakṣa) (Whicher, Ian "Nirodha,
yoga praxis and the transformation of the mind", pag 256).
© Yogadarshana – Yoga y Meditación