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SAMĀDHI PĀDA
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Actualizado: octubre,
2025
Śaṅkara —
Patañjalayogaśāstravivaraṇa I.41
Pātañjalayogaśāstra:
Yogasūtra + Yogabhāṣya
1.41(42): atha
labdha-sthitikasya cetasaḥ
kiṃ-svarūpā kiṃ-viṣayā
vā samāpattir iti? tad ucyate—
Ahora, una vez que la mente se ha estabilizado, se explica
en qué consiste la fusión mental (samāpatti) y cuál es su
relación con el objeto.
क्षीणवृत्तेरभिजातस्येव मणेर्ग्रहीतृग्रहणग्राह्येषु तत्स्थतदञ्जनता समापत्तिः॥४१॥
kṣīṇavṛtter abhijātasyeva maṇer
grahītṛgrahaṇagrāhyeṣu tatsthatadañjanatā
samāpattiḥ ||41||
La fusión mental es el establecimiento de la mente, cuya
actividad ha cesado, en el conocedor, el proceso de conocimiento o el objeto
conocido y, como consecuencia de ello, su coloración como si fuese una joya
transparente
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas Houston |
En
el caso (de una citta) cuyas vṛttis-definiciones han
disminuido, la cual es como una perfecta piedra preciosa, samāpatti-la fusión cognitiva es la
concentración en ese (objeto) y la saturación por él en referencia al
experimentador, la experiencia y lo que es experimentado |
Georg Feuerstein |
[En el caso de una conciencia cuyas]
fluctuaciones han disminuido [y se ha vuelto] como una joya transparente,
[surge] —en relación al “captador”, la “captación” y lo “captado”— [un estado
de] coincidencia (samāpatti)
con aquello en lo que [la conciencia] reside y por lo cual [la conciencia]
esta “teñida” |
Christopher Chapple y Yogi Ananda
Viraj |
(La mente que ha logrado) disminuir
las fluctuaciones, igual que una joya preciosa (o clara) asumiendo el color
de cualquier objeto próximo, tiene unidad entre conocedor, proceso de
conocimiento y objeto conocido |
P. V. Karambelkar |
Igual que una joya sin defectos (cuando
se coloca sobre una superficie, que no solo adopta su lugar sino también sus
cualidades), el proceso de ocupar el mismo espacio e imbuirse de todas las
cualidades, de grāhya (el
sujeto que está siendo comprendido) por grahītā
(el que comprende, citta) durante
la actividad de grahaṇa
(comprensión), en el caso de aquella (citta)
cuyos vṛttis ya han sido
reducidos (de tal forma que citta
es abhijāta–elevadamente pura
y clara), se denomina samāpatti |
James Haughton Woods |
[El conjunto mental] del cual, igual
que en una gema preciosa, han desaparecido las fluctuaciones, alcanza el
estado de equilibrio, el cual, en el caso del conocedor, del proceso de
conocimiento o del objeto por conocer, descansa sobre [uno] de estos [tres] y
resulta coloreado por [uno] de estos [tres] |
Pandit Usharbudh Arya |
Cuando las modificaciones (vṛttis)
han disminuido, la estabilidad (mental) en, y la coalescencia con, el
captador (grahītṛ), el proceso e instrumentación de la
captación (grahaṇa) y los
objetos de la captación (grāhya),
como el cristal puro (que adquiere la reflexión y el color de los objetos
próximos), se denomina samāpatti |
Fernando Tola y Carmen Dragonetti |
El establecimiento (tatsthatā)
(de la mente) con sus procesos mentales destruidos (kṣīṇavṛtti)
en el sujeto (grahītṛ) o en un acto de percepción (grahaṇa) o en un objeto (grāhya) y (como consecuencia de
ese establecimiento) la coloración (tadañjanatā) (de ella) por
ellos –como un cristal transparente- constituye la samāpatti |
Emilio García Buendía |
De (una mente) con (sus)
fluctuaciones disminuidas, como (si) de una gema preciosa (se tratase), el
estado de unión (es) su coloreidad y su estabilidad en las cosas percibidas,
los procesos de conocimiento y los perceptores |
Oscar Pujol |
La absorción se produce en el caso
de una mente serena que, como un diamante puro, asume el color del lugar
donde reposa, ya sea el sujeto perceptor, el acto mismo de la percepción o el
objeto percibido |
Shriram Lele |
La mente, cuando se minimiza el
comportamiento modelado habitual, se comporta como un cristal transparente e
inmaculado que asume el color del objeto que se mantiene junto a ella (y ésta
se vuelve idéntica a él), logra una identificación completa entre el
perceptor, la percepción y lo perceptible, (conduciendo a) la absorción
completa |
Chip Hartranft |
A
medida que los patrones mentales van cesando, la mente se impregna de una
forma transparente de percibir el mundo fenoménico, llamada fusión; clara
como una joya, refleja por igual todo cuanto se encuentra ante ella, ya sea
el sujeto, el objeto o el acto de percibir |
—Cuando la mente está completamente inmóvil, se vuelve translúcida. Entonces puede suceder el estado extático, o samādhi. El proceso subyacente del éxtasis es aquel en que el objeto de concentración ha adquirido tanta importancia que la distinción entre objeto y sujeto se desvanece. Patañjali habla de esto como de la “coincidencia” del sujeto que experimenta, el objeto experimentado y el proceso de la experiencia, a los que se refiere respectivamente como “captador” (grahītṛ), “captado” (grāhya) y “captación” (grahaṇa) (Feuerstein, Georg "The Yoga-Sūtra of Patañjali").
—La
palabra samāpatti puede descomponerse de la siguiente forma: sam,
prefijo que indica totalidad + ā, “hacia” o “en” + pat, “caer” + ti,
sufijo que generalmente indica movimiento o proceso. Por tanto, samāpatti
indicaría literalmente el proceso de inmersión (fusión) en algo (que aquí sería
el objeto o sujeto escogido durante el proceso contemplativo, es decir, grāhya)
completamente, es decir, el proceso de fusionarse completamente con algo. Esta samāpatti es
un proceso de fusión de citta con el sujeto que quiere comprender o
captar. Explícitamente se indica así en el sūtra. Samāpatti, por
tanto, es el proceso en que el grahītā —captador—, que es citta (la
persona), lleva a cabo un proceso o actividad en el que toma el lugar, es
decir, se vuelve uno con el sujeto a conocer, es decir, grāhya,
adoptando al mismo tiempo todas sus cualidades. En otras palabras, citta se
identifica completamente con el objeto de captación, con grāhya.
Esta identificación es tan completa que citta se transforma él mismo en el
sujeto (grāhya) y se impregna de todas sus cualidades. En esta
identificación, cuando es completa, el citta captador y el sujeto de la
captación (grāhya, viṣaya) se vuelven uno. Entonces no queda distinción alguna entre
ambos, el captador y lo captado. El proceso de captación se vuelve entonces
imposible. Esto es lo que quiere decir la expresión grahītṛgrahaṇagrāhyeṣu
tatsthatadañjanatā, es decir, identidad total entre
captador, captación y captado (Karambelkar, Dr. P.V. “Pātañjala Yoga Sūtra”, pag.
125).
—Patañjali
utiliza la imagen de una joya para evocar la transparencia y la reflexión de la
fusión (samāpatti), que es como un espejo. Del mismo modo que la no reacción
(vairāgya) es
el medio para desarrollar la quietud del cuerpo-mente, la fusión es el
mecanismo de integración (samādhi). Una vez que la mente se ha
asentado y aquietado relativamente, su propiedad inherente de reflexión —aunque esté casi siempre oculta— se manifiesta, como en el caso
del agua. Ahora todas las apariencias se reflejan por igual en ella y las
habituales distinciones entre los distintos componentes de la mente, incluyendo
el observador, lo observado y el acto de observar, desaparecen. Una vez el
cuerpo-mente se aquieta, el sujeto, el objeto y la relación perceptiva dejan de
experimentarse como entidades individuales, ya que esta ilusión alimentada por
el incesante movimiento de la mente se desvanece (Hartranft, Chip “Los Yoga Sutra de Patañjali. La
versión definitiva del libro del maestro”, pag
48).
—Chapple
y Kelly dan una traducción de YS I.41 que está en desacuerdo con la
interpretación de Vyāsa, traduciendo YS I.41 de la siguiente manera:
"[La mente que ha consumado] la disminución de las fluctuaciones,
asumiendo el color de cualquier objeto próximo, como una joya preciosa (o
clara), tiene unidad entre captador, proceso de captación y objeto
captado". Afirmando que Vyāsa postula tres tipos de
"unidad" (samāpatti), argumentan sólo por "una forma de unidad en la que
los tres aspectos de la aprehensión, etc., se derrumban, independientemente de
lo que sea captado, burdo o sutil". El YS I.41 puede interpretarse como
postulando una unidad entre captador, proceso de captación y objeto captado,
pero este puede ser el caso solo después de que haya tenido lugar una
purificación suficiente de la mente. Como deja en claro un estudio de vitarka y vicāra, las
primeras etapas de samāpatti (en las formas "sa") no implican la pureza mental
necesaria para permitir que tenga lugar una unidad completa de los tres componentes
de la tríada anterior. Gran parte de lo que sucede en los samāpattis de
nivel inferior es una eliminación de la identificación errónea (ignorancia)
para que pueda surgir la unificación entre el que capta, lo que capta y lo que
es captado. Vyāsa entiende samāpatti como una práctica de varios
niveles que purifica e ilumina progresivamente la conciencia, permitiendo así
que surja la percepción y la "visión" pura. De hecho, las etapas de samāpatti son
consideradas por Patañjali como pertenecientes a la categoría de samādhi con
semilla (sabīja, YS I.46). Cuando se ha producido una
purificación suficiente de la conciencia en relación con el captador, el
proceso de captación y el objeto captado, solo entonces puede haber una
auténtica unificación entre captador, proceso de captación y objeto captado. El
samāpatti no
comienza con esta unificación. Vyāsa está señalando dónde puede surgir la
ignorancia en formas de samādhi cognitivo y cómo se puede
erradicar esa ignorancia. Su énfasis aquí es tanto pedagógico como
epistemológico. El samāpatti involucra un proceso de sattvificación creciente de la
conciencia donde la atención del yogin es dirigida desde los aspectos más
burdos a los más sutiles de lo "visible" (incluyendo el ego y el
intelecto) a través de los cuales surge la intuición (prajñā) y
se produce el discernimiento discriminativo entre sattva y puruṣa. Sin
embargo, puede verse que la perspectiva de Vyāsa incorpora la opinión
anterior sostenida por Chapple y Kelly: cuando se ha producido una purificación
e iluminación suficientes de la conciencia, en cualquier nivel, ya sea el de
captador, proceso de captación u objeto captado, hay una unificación de los
tres que no implica distorsión epistemológica. Pero las etapas de purificación
en samādhi son
importantes y no deben pasarse por alto en Yoga (Whicher, Ian "Nirodha,
yoga praxis and the transformation of the mind", pag
367-368, nota 97).
—Patañjali
utiliza la imagen de una joya para evocar la transparencia y la reflexión de la
fusión (samāpatti), que es como un espejo. Del mismo modo que la no reacción
(vairāgya) es
el medio para desarrollar la quietud del cuerpo-mente, la fusión es el
mecanismo de integración (samādhi). Una vez que la mente se ha
asentado y aquietado relativamente, su propiedad inherente de reflexión —aunque esté casi siempre oculta— se manifiesta, como en el caso
del agua. Ahora todas las apariencias se reflejan por igual en ella y las
habituales distinciones entre los distintos componentes de la mente, incluyendo
el observador, lo observado y el acto de observar, desaparecen. Una vez el
cuerpo-mente se aquieta, el sujeto, el objeto y la relación perceptiva dejan de
experimentarse como entidades individuales, ya que esta ilusión alimentada por
el incesante movimiento de la mente se desvanece (Hartranft, Chip “Los Yoga Sutra de Patañjali. La
versión definitiva del libro del maestro”, pag
48).
—La
diferencia entre un samādhi
y un samāpatti es muy sutil. Groso modo, el
primero indica la práctica de concentración que lleva a cabo el yogui; el
segundo indica el resultado de esa práctica, es decir, la absorción (samāpatti) que consigue la concentración
(samādhi). Por eso son como la cara y
la cruz (Riutort, Javier “Yoga, técnica y realización del ser”, pag.
375).
—Aunque
aparentemente el samāpatti
se asimila al samādhi,
Vijñānabhikṣu (YV I.46) deja bien claro que samādhi y samāpatti no deben considerarse como
sinónimos. Mientras que samāpatti solo tiene lugar en el momento (al menos provisionalmente
durante el proceso de purificación) en el que tiene lugar el saṃprajñātasamādhi, se puede entender como el
efecto o la cualidad de la mente durante el saṃprajñātasamādhi. Como tal, el samādhi es la cesación de la
distracción y la falsa identificación, es una concentración mental, mientras
que el samāpatti se refiere a la unificación o
identidad de la mente con el objeto de contemplación resultante de dicha
concentración. En otras palabras, el samāpatti esta contenido en y surge del samādhi. Los dos representan y se
experimentan como un continuum de conciencia e identidad (Whicher, Ian “Cognitive Samādhi in the
Yoga Sutra-s”,
nota 241, pag. 125).
Vocabulario
kṣīṇa-vṛtteḥ abhijātasya iva maṇeḥ
grahītṛ-grahaṇa-grāhyeṣu
tat-stha-tat-añjanatā-samāpattiḥ
samāpattiḥ (la fusión mental es) tat-stha-(tā) (el establecimiento (de aquella), kṣīṇa-vṛtter (cuya actividad ha cesado), grahītṛ-grahaṇa-grāhyeṣu (en el conocedor, el proceso de conocimiento o el objeto conocido) tad-añjanatā (y la coloración de ella por ellos) abhijātasya-iva maṇer (como una joya transparente)
kṣīṇa-: disminuido,
debilitado, destruido,
oprimido, abatido.
vṛtti
(vṛtteḥ): (f, gen, sg) de la modificación,
giro o fluctuación; 1) del remolino o torbellino; 2) del proceso o actividad.
kṣīṇavṛtteḥ: (f, gen, sg)
sin actividad, con los procesos destruidos; 1) de aquella citta
o persona cuyos vṛttis han sido
destruidos.
abhijāta
(abhijātasya): (m, gen, sg) precioso, noble, hermoso,
transparente.
iva: (indecl) de igual forma que, igual
que, como, aparente.
maṇi (maṇeḥ): (m, gen, sg)
de la joya,
gema o piedra preciosa.
grahītṛ-: captador, veedor (draṣṭṛ), experimentador; 1) el sujeto del conocimiento.
grahaṇa-: captación, acto de
conocimiento; 1) percepción (pratyakṣa) en sus tres aspectos (sensorial -principalmente-,
mental y vivencial).
grāhya (grāhyeṣu): (n, loc, pl)
en lo captado, aprehendido o percibido y…; 1) sobre lo captable
(sobre el objeto de conocimiento) y…; 2) en aquello que es
experimentado o conocido y…
tad-: este, ese,
aquel.
tatsthatā: (f, nom, sg)
establecimiento,
residencia o permanencia en algo; 1) fijación, estabilización de la mente en su objeto
(es sinónimo de ekāgratā, según Boja).
tadañjanatā: (f, nom, sg)
absorción, fusión con algo; 1) teñimiento o coloración de la mente por el objeto, 2) absorción de la
mente en su objeto.
tatsthatadañjanatā: (f, nom, sg)
lo que se
encuentra ahí, lo que surge en eso; 1) teñimiento o coloración de la mente a causa de su
establecimiento en el objeto.
samāpatti (samāpattiḥ): (f, nom, sg)
coincidencia, unidad, fusión, reunión; 1) identificación completa, fusión o coincidencia; 2) término que describe la técnica o proceso
subyacente a la interiorización completa (samādhi) como un "teñimiento" o coloración de la
mente por el objeto de concentración, el conocedor o el proceso mismo de conocimiento,
una vez que los procesos mentales han sido destruidos, es decir, el hecho de que la conciencia se absorbe en
el objeto o, en otros términos, que el objeto se apodera o invade todo el campo
de la conciencia.
1.41(43):
kṣīṇa-vṛtter iti pratyamita-pratyayasyety
arthaḥ |
La
destrucción de los procesos mentales significa la cesación de (identificación con) las
ideas.
—Vyāsa y Vijñāna Bhikṣu
anotan acertadamente que, cuando se produce la samāpatti, no todos los pratyaya han sido eliminados o
destruidos, ya que subsiste un pratyaya: la misma samāpatti, que
en sí constituye un pratyaya. Evidentemente en la samāpatti se da un acto de percepción
(intenso) en el cual algo llega a la conciencia. Además, durante la samāpatti
tiene que subsistir el proceso mental smṛti-atención, ya que, gracias a
él, el "objeto" sobre el cual la mente se ha concentrado, no
desaparece de la conciencia (Tola y Dragonetti, "Yogasutras de
Patañjali", pag 199).
—Patañjali diferencia entre esta experiencia meditativa y la
conciencia de los vṛttis;
pero la cuestión relevante es cómo puede hacerse. Es fácil entender que la
experiencia meditativa es diferente de nidrā puesto que, después de todo, nidrā no es un estado consciente.
Igualmente la experiencia meditativa es distinta de viparyaya y vikalpa puesto que se trata de una
experiencia objetiva de un objeto concreto en la que no se mezclan una idea con
su concepto. Finalmente, la experiencia meditativa es distinta de smṛti puesto que no se trata de una
irreflexiva e inmediata experiencia de un objeto. Pero resulta difícil
comprender que la experiencia meditativa es diferente de pramāṇa-citta-vṛtti, puesto que se supone que
tanto pramāṇa-citta-vṛtti como samāpatti son estados mentales de
conocimiento objetivo correcto. Especialmente pratyakṣa pramāṇa, entre los tres pramāṇas aceptados por el yoga, se
encuentra muy próximo a la experiencia meditativa. Esta tan próximo que la
experiencia meditativa podría considerarse a veces como una especie de pratyakṣa. Se podría incluso distinguir
la percepción en pramāṇa-citta-vṛtti de la percepción en la experiencia meditativa de la
siguiente forma: creo que la diferencia se debe sobre todo a las actitudes
pragmáticas asociadas con pramāṇa-citta-vṛtti, las cuales carecen de
experiencia meditativa. Pramāṇa-citta-vṛtti es una experiencia o
conocimiento donde el conocedor se centra en un objeto concreto de forma
interesada porque el objeto sirve o cumple para un propósito. El conocedor, al
conocer un objeto en pramāṇa-citta-vṛtti, quiere hacer algo con él —sea disfrutarlo, rechazarlo o
poseerlo para utilizarlo posteriormente. Para ello tiene que interpretarlo o
juzgarlo. Por tanto pramāṇa-citta-vṛtti es normalmente un conocimiento asociado a un juicio o,
incluso si no lo está, tiene tendencia a provocarlo. La experiencia meditativa,
por otro lado, es una experiencia desapegada, en la que no hay interés en ver
si el objeto sirve o no a un determinado propósito. En este caso, aunque
experimentamos el objeto no lo estamos conociendo puesto que no intentamos
comprenderlo, interpretarlo o juzgarlo como algo. Estamos experimentando un
objeto tal cual es —mas bien, tal como se muestra—, y no para hacer algo con él —sea disfrutarlo, rechazarlo o
utilizarlo. Se podría afirmar que en la conciencia meditativa nuestra mente no
se apega a este o aquel objeto y que en cierto modo es pura, o en términos de
la definición de samāpatti
de Patañjali, es clara como el cristal. En pramāṇa-citta-vṛtti, por otro lado, la mente
apegada a este o aquel objeto permanece impura (Gokhale, Pradeep P., "The
Concept of Meditative Experience").
—Tanto Vyāsa como
Vijñāna Bhikṣu explican vṛtti (como se usa en YS I.41) en el
contexto de pratyaya.
Vṛtti
y pratyaya
no se refieren estrictamente a la misma cosa, vṛtti indica un proceso mental
subyacente y pratyaya
significa el producto / contenido (es decir, cognición, idea, intención) o
significado de un vṛtti que, por medio de este proceso mental, llega a la
conciencia. Sin embargo, para el propósito de la explicación que sigue, la
aparente identificación de ambos términos parece aceptable. Vyāsa y
Vijñāna Bhikṣu observan agudamente que cuando el samāpatti
tiene lugar, no todos los pratyayas han sido eliminados ya que subsiste un pratyaya,
el samāpatti
mismo, que constituye en sí mismo un pratyaya. Es evidente que en la experiencia
de samāpatti
ocurre un acto de percepción / cognición en el que algo se hace presente o se
revela a la conciencia (Whicher,
Ian "Nirodha, yoga praxis and the
transformation of the mind", pag 218).
1.41(43):
abhijātasyeva maṇer iti dṛṣṭāntopādānam
|
Se toma como ejemplo “una joya
transparente”.
1.41(43):
yathā sphaṭika upāśraya-bhedāt tat-tad-rūpoparakta upāśraya-rūpākāreṇa
nirbhāsate, tathā grāhyālambanoparaktaṃ
cittaṃ grāhya-samāpannaṃ grāhya-svarūpākāreṇa
nirbhāsate |
Del mismo modo que un cristal transparente adopta el color
y la forma de cada objeto que aparece detrás suyo (upāśraya), así se
colorea la mente con el objeto de meditación y, cuando
se encuentra en estado de equilibrio (samādhi) con el objeto, parece tener la forma de ese objeto.
Coloreado por el objeto material, (el cristal) parece tener la
naturaleza de tal objeto.
—Samāpatti en un objeto: la mente se
estabiliza, se fija en un solo objeto. Esta fijación, conforme se va
acentuando, trae consigo la paulatina eliminación de todos los procesos
mentales, salvo el correspondiente a la percepción del objeto, y se va
produciendo el "teñimiento" o coloración de la mente por ese objeto,
es decir, el hecho de que la conciencia, por decirlo así, se absorbe en el
objeto o, en otros términos, que el objeto se apodera de, invade todo el campo
de la conciencia. El teñimiento de la mente por el objeto se realiza sin
intervención activa de la mente. La mente esta pasivamente frente al objeto y
éste la tiñe. Este teñimiento es total. Este "objeto" es lo único que
existe para la mente, es lo único que en ella se refleja, lo único que llega a
ella, que existe para ella. Por esta razón, la mente y el objeto aunque son dos
realidades separadas y diferentes, aparecen en la experiencia del místico yogui
como amalgamadas, identificadas, unificadas. Sin embargo, la mente no es modificada
al absorberse en el objeto (Tola y Dragonetti, "Yogasutras de
Patañjali").
—Establecer la mente es dirigir
la mente hacia un solo punto. Cuando se practica īśvarapraṇidhāna,
etc., la mente se habitúa a permanecer tranquila en el objeto deseado; esto se
considera como mente establecida. La concentración que se logra en un estado de
mente dirigida con asiduidad hacia un solo punto se denomina absorción o samāpatti. Así
es como se diferencia samāpatti de la simple concentración (Hariharānanda
Āranya, Swami "Yoga philosophy of
Patañjali").
—Como este pasaje ejemplifica, la analogía de la
"joya" solo se contextualiza en la parte bhāṣya del Pātañjalayogaśāstra,
que especifica: "al igual que un cristal, teñido de diferentes colores
debido a la variedad de su entorno, irradia [de manera diferente] dependiendo
del color y la forma de su entorno". El bhāṣya también
proporciona un sinónimo de "joya" (maṇi), cuyo campo léxico es
vasto. Según el Monier-Williams, se puede traducir en una diversidad de formas
como joya, gema, perla, cualquier adorno o amuleto, glóbulo, cristal, un imán,
pero también glande, pene, clítoris, la joroba (de un camello), cartílago
tiroideo, el nombre de diferentes figuras mitológicas, etc. El bhāṣya
especifica el significado que debe entenderse en este contexto empleando
como sinónimo el término masculino sánscrito sphaṭika, tal que no puede
entenderse de otra manera que como "cristal" o "cuarzo" (Verdon,
Noemie, “Al-Biruni Kitab Sank and Kitab Patangal. A Historical and Textual Study").
1.41(43):
tathā bhūta-sūkṣmoparaktaṃ
bhūta-sūkṣma-samāpannaṃ bhūta-sūkṣma-svarūpābhāsaṃ bhavati |
Coloreada por la meditación sobre un objeto sutil y fundida
(samāpatti) con ese
objeto, (la mente) parece tener la naturaleza sutil de tal objeto.
1.41(43):
tathā sthūlālambanoparaktaṃ sthūlarūpasamāpannaṃ
sthūlarūpābhāsaṃ bhavati
De forma similar, coloreada por la meditación sobre un
objeto grosero y fundida (samāpatti) con ese
objeto, (la mente) parece tener la naturaleza grosera de tal objeto.
1.41(43):
tathā viśva-bhedoparaktaṃ
viśva-bheda-samāpannaṃ viśva-rūpābhāsaṃ
bhavati |
Igualmente, coloreada por la meditación sobre un objeto
concreto y fundida (samāpatti) con ese
objeto, (la mente) parece tener la naturaleza concreta de tal objeto.
—La descripción de samāpatti proporcionada por Patañjali
pone de relieve la sutil diferencia entre yoga, samādhi
y samāpatti. Yoga es el
empleo de los medios para lograr el samādhi. Samādhi
es la meditación profunda, la absorción total. Samāpatti es el estado de equilibrio en la mente del observador que,
habiendo alcanzado el samādhi,
irradia su propio estado de pureza. En otras palabras, yoga y samādhi se pueden considerar como
prácticas y, samāpatti,
el estado hacia el que se dirigen (Iyengar, BKS "Light on
the Yoga Sūtras of Patañjali").
—Esta es una descripción del proceso de identificación
subyacente a la técnica del énstasis (samādhi). Con la completa restricción de todas las fluctuaciones,
la conciencia se somete a una profunda transformación en la que el objeto
experimentado y el sujeto que experimenta se vuelven como idénticos. Esto es lo
que técnicamente se conoce como “coincidencia” o, en el lenguaje de los místicos occidentales, coincidentia oppositorum. Este modo de
conocimiento revela la naturaleza esencial (svarūpa) del objeto de concentración, es decir, del objeto tal
como es en sí mismo (Feuerstein, Georg "The Yoga-Sūtra of Patañjali").
—Samāpatti es un término descriptivo del
proceso subyacente del énstasis mientras que samādhi es una categoría formal que
denota técnica. En otras palabras, la relación entre estos dos términos es
análoga a la relación entre ekāgratā y dhāraṇa o entre ekatānatā y dhyāna (Feuerstein, Georg "The
Philosophy of Classical Yoga").
—En samāpatti se da una dinámica que no
aparece en samādhi. En
el samāpatti se encuentra una idea de
proceso, realización, cumplimiento, mientras que samādhi da más bien la idea de resultado, fin. Con el samādhi, yo estoy "dentro"
de alguna cosa; con el samāpatti, yo adquiero la cosa, penetro
en ella. Sin embargo, de hecho se pueden considerar como sinónimos (Desikachar,
TKV "Viniyoga").
—El concepto de absorción (samāpatti) es diferente del de contemplación (samādhi), aunque están íntimamente
relacionados. La absorción es la capacidad que tiene la mente concentrada de
asumir el color del lugar donde reposa. El samādhi sería, en cambio, el resultado de la absorción, el estado
mental que se produce durante la contemplación cognitiva. Por lo tanto, la
absorción no se entiende aquí como un estado mental ordinario, sino como un
estado concentrado de la mente (ekāgra) que nos permite alcanzar el
objetivo del yoga. Ciertamente, en los estados mentales ordinarios también se
produce una coloración, pero no con la misma intensidad que en la absorción
contemplativa (Pujol, Oscar "Yogasūtra", pag 126).
—Los
términos samādhi y samāpatti no son exactamente sinónimos. Samāpatti es
el estado en que se encuentra la mente durante el samādhi. El samādhi
objetivo es la técnica que se practica mientras la mente está en samāpatti. No
hay samāpatti en samādhi sin
objeto, ya que la mente, por refinada que sea, nunca puede lograr la identidad
con conciencia (Maehle, Gregor,
“Ashtanga
Yoga. Practice and Philosophy", pag 187).
—Aunque
parece que los samāpattis
se denominan "samādhi",
Vijñāna Bhikṣu (YV I.46) deja claro que samāpatti y samādhi no deben
confundirse como sinónimos. Si bien samāpatti
solo ocurre en el momento en el que tiene lugar saṃprajñātasamādhi
(al menos provisionalmente durante el proceso de purificación), puede
entenderse como el efecto o la cualidad de la mente durante saṃprajñātasamādhi.
Como tal, samādhi
es el cese de la distracción y la identificación errónea, una concentración de
la mente, mientras que samāpatti
se refiere a la unificación o identidad de la mente con el objeto de
contemplación resultante de esta concentración. En otras palabras, samāpatti está
contenido y surge de samādhi.
Los dos representan y se experimentan como un continuo de conciencia e
identidad (Whicher, Ian "Nirodha,
yoga praxis and the transformation of the mind", pag
375, nota 242).
—La
diferencia entre un samādhi
y un samāpatti es muy sutil. Groso modo, el
primero indica la práctica de concentración que lleva a cabo el yogui; el
segundo indica el resultado de esa práctica, es decir, la absorción (samāpatti) que consigue la concentración
(samādhi). Por eso son como la cara y
la cruz (Riutort, Javier “Yoga, técnica y realización del ser”, pag.
375).
1.41(43):
tathā grahaṇeṣv apīndriyeṣv
api draṣṭavyam |
Algo semejante ocurre con los sentidos que son los
instrumentos de conocimiento.
1.41(43):
grahaṇālambanoparaktaṃ grahaṇa-samāpannaṃ
grahaṇa-svarūpākāreṇa nirbhāsate |
Coloreada por la meditación sobre esos instrumentos y
fundida con ellos, (la mente) parece tener la naturaleza de los sentidos.
—Con
respecto a los instrumentos de conocimiento o "captación" (grahaṇa),
Vyāsa dice: "Lo mismo ocurre con los sentidos, que son los
instrumentos de captación. La mente, coloreada por los instrumentos de
captación, identificada (unificada) con ellos, parece tener la naturaleza de
los instrumentos de aprehensión”.
"Captación" se refiere a los propios sentidos del perceptor y esto
puede incluir los sentidos más internos, a saber, ahaṁkāra y buddhi.
En esta etapa de nuestro análisis, parece razonable sugerir que debido a que
los sentidos físicos ya han sido incluidos en los elementos burdos (como grāhya),
solo los sentidos "internos" necesitan entenderse como grahaṇa
(Whicher, Ian "Nirodha, yoga praxis and the transformation of the mind", pag 219).
1.41(4344):
tathā grahītri-puruṣālambanoparaktaṃ
grahītri-puruṣa-samāpannaṃ grahītri-puruṣa-svarūpākāreṇa
nirbhāsate |
Del mismo modo, coloreada por la meditación sobre el conocedor (grahītā), y fundida con él
en samādhi, (la mente)
parece tener la naturaleza de grahītā.
1.41(44):
tathā mukta-puruṣālambanoparaktaṃ
mukta-puruṣa-samāpannaṃ mukta-puruṣa-svarūpākāreṇa
nirbhāsata iti |
Y coloreada por la meditación sobre el puruṣa liberado, y
fundida en samādhi con ese puruṣa liberado,
parece tener también la naturaleza liberada de puruṣa.
—Grahītṛ,
explicado por Vyāsa como el agente prakṛtico de la experiencia, no
puede subdividirse entre burdo y sutil y, hasta donde sabemos, los
comentaristas no han hecho tal intento. Vyāsa, sin embargo, diferencia
entre (a) grahītṛ
puruṣa
que aparece como un agente empírico o prakṛtico, y (b) mukta puruṣa
el Ser liberado. Vyāsa no sólo dice "grahītṛ", el agente
prakṛtico, empírico o conocedor, sino que añade "puruṣa"
al buddhi
no solo para excluirlo como agente único sino para incluir al puruṣa
reflejado en la mente como asmitā, totalmente "identificado" con ella, como mahan
ātma (el " gran yo") o mahat. Vyāsa describe
consistentemente el lugar del conocimiento con referencia a puruṣa
independientemente de cómo se conciba la identidad (o identidad errónea) de puruṣa
(por ejemplo, como una comprensión analógica de la conciencia, como en cittavṛtti
o asmitā).
Surge la pregunta: ¿Existen
realmente dos clases de puruṣas? En Yoga, ciertamente no. No hay diferencia
intrínseca entre el puruṣa que parece morar en una personalidad subyugada y el
puruṣa
que parece estar liberado. Puruṣa es siempre libre por naturaleza (nitya-mukta-svabhāva).
El tema del Yoga-Sutra I.41 (al menos provisionalmente) no es la naturaleza
intrínseca de puruṣa
sino las etapas del samādhi cognitivo. Las etapas finales del samādhi
cognitivo se pueden dividir en tres niveles: (1) la realización, el dominio y
la unificación con buddhi, el principio de inteligencia, también conocido como mahat,
donde aún no se ha realizado puruṣa; (2) la realización del reflejo de puruṣa
en el buddhi
en asmitā
el constituyente principal, el agente o "captador" (grahītṛ);
(3) la comprensión de que el reflejo no es en sí mismo puruṣa. Puruṣa es el principio siempre
libre de la conciencia pura, cuyo reflejo se ve en asmitā-samādhi (YS I.17). Por
lo tanto, Vyāsa diferencia entre el reflejo de puruṣa (en asmitā)
y el puruṣa
inmutable cuya existencia trasciende el reino de los guṇas (Whicher, Ian "Nirodha,
yoga praxis and the transformation of the mind", pag
219-220).
1.41(44):
tad evam abhijāta-maṇi-kalpasya cetaso grahītri-grahaṇa-grāhyeṣu
puruṣendriya-bhūteṣu yā tat-stha-tad-añjanatā
teṣu sthitasya tad-ākārāpattiḥ
sā samāpattir ity ucyate ||41||
De este modo, la mente como una joya pura y transparente,
se establece con firmeza y es coloreada por el conocedor, por el proceso de
conocimiento o por el objeto conocido —grahītā, los sentidos
o las cosas—, y cuando se establece en
cualquiera de ellos, toma su forma. Eso es lo que se denomina fusión mental o samāpatti.
—La contemplación se caracteriza
por la ausencia de fluctuaciones mentales. La mente se concentra en una
dirección, sin distraerse. Refleja la luz con fidelidad, como una joya
transparente; refleja la realidad sin que sus propias características la distorsionen.
En perfecto estado de receptividad, los tres elementos de la percepción se
vuelven transparentes. En la primera etapa, por ejemplo, el objeto que capta la
vista (el instrumento de percepción) es la forma de una flor. Si continúa la
percepción, la visión misma se puede convertir en objeto. Se distingue con
mayor o menor claridad, la vista se cansa y se vuelve más clara o más nublada.
En un nivel más sutil, la mente se convierte en “aquello
que percibe”. Si llevamos más lejos la
experiencia, empezamos a observar sentimientos —“me
agrada o no me agrada observar la flor”.
Entonces, la visión se vuelve objeto. A un nivel incluso más profundo que el de
la mente como instrumento perceptor se encuentra una entidad más elevada —“aquello que percibe”. A la luz de esta entidad
superior, los otros niveles son efímeros, transitorios y fluctuantes. Cuando,
sin que intervenga la voluntad, es posible mantener durante cierto tiempo y en
una sola dirección una relación serena entre esencia, mente, sentidos y objeto,
se logra la integración con todo y se entra en contemplación. Tal experiencia
conduce a diferentes estados dependiendo del objeto y del grado de pureza
mental (Bouanchaud, Bernard "The essence of
Yoga").
—La absorción puede ser de tres tipos, de acuerdo a la
naturaleza de los objetos contemplados —relativos al conocedor, a los instrumentos del conocimiento
o a los objetos conocidos. También existe diferencia según la naturaleza de la
absorción. Los yoguis, sin embargo, toman dos juntos para simplificar y los
dividen como sigue:
Naturaleza de la
absorción |
Naturaleza del
objeto |
Nombre de la
absorción |
Mezclado con
palabras y su significado |
Denso |
Savitarka |
Mezclado con
palabras y su significado |
Sutil |
Savicāra |
En una mente purificada,
libre de palabras y como olvidada de sí misma; solo está presente el objeto
en sí |
Denso |
Nirvitarka |
En una mente
purificada, libre de palabras y como olvidada de sí misma; solo está presente
el objeto en sí |
Sutil |
Nirvicāra |
(Hariharānanda Āranya, Swami "Yoga philosophy of Patañjali").
—Según el tipo de absorción, tendremos una forma de
contemplación diferente. Si la absorción se basa en el objeto percibido (grāhya),
se obtendrán los dos primeros tipos de contemplación cognitiva; vitarka y vicāra;
vitarka si los objetos percibidos son toscos, y vicāra
si la absorción se centra en objetos sutiles. Los objetos toscos, es decir, los
objetos sensoriales comunes, como por ejemplo la imagen de una divinidad, son
los que están hechos de los elementos toscos: agua, tierra, fuego, aire y éter.
Los objetos sutiles van desde la naturaleza primordial indiferenciada (aliṅga)
hasta los elementos sutiles que son la causa de los elementos toscos o
propiamente físicos. En el tercer tipo de contemplación cognitiva, la gozosa o sānanda,
la absorción se centra en la acción de percibir y en los instrumentos de la
percepción, es decir, en la mente y los sentidos. En cambio, en el cuarto tipo,
se centra en el perceptor o aprehensor (grahītṛ), que en este caso significa
el reflejo del puruṣa o conciencia en el seno de la
materia primordial; conciencia reflejada que, como ya hemos dicho, constituye
el mismo intelecto. El intelecto es inconsciente por naturaleza, pero, como una
lámina de materia sutil translúcida, es capaz de reflejar la luz de la
conciencia. Cuando la luz de la conciencia queda atrapada, por así
decirlo, en el diamante limitado del
intelecto, la conciencia de ser un punto luminoso diferenciado del resto
constituye el sentido del yo o egoidad (asmita), que es también el “hacedor del yo” o ahaṃkāra
(Pujol, Oscar "Yogasūtra", pag 125-126).
—Como
constituyentes de una personalidad empírica, los principios de prakṛti pueden dividirse en un esquema
de aprehensión que puede formularse de la siguiente manera: 1. Viśeṣas, las
dieciséis manifestaciones de lo "Particularizado", los objetos (grāhyas) "captados" por el
" captador" o agente-conocedor. Ego, el sentido del yo (ahaṁkāra, asmitāmātra) o sexto aviśeṣa es el
instrumento a través del cual asmitā se apropia o reclama el conocimiento
de los objetos. Ahaṁkāra es grahaṇa, el instrumento de agarrar o conocer. Aviśeṣas, en la
forma de los cinco elementos sutiles (tanmātras), también son objetos "agarrados" (grāhyas). 3. Liṅgamātra (buddhi o mahat) recibe y refleja la conciencia de puruṣa, creando así asmitā, egoidad o soy-dad, la
sensibilidad compuesta, como si el vidente y lo visible fueran un solo yo (YS
II.6) . Aquí es donde realmente arraiga el potencial de insatisfacción (duḥkha). La división o polarización del
"ver" en "vidente y ver" y la conjunción posterior (saṃyoga) basada en la distorsión
epistemológica que envuelve al sujeto (yo subjetivado) y el mundo objetivado
puede ser desmantelada y desechada. Cuando se asume que la mente, fragmentada
por el poder de la ignorancia, es el lugar del vidente, resulta el sentido del
yo afligido (asmitā), un mero reflejo de puruṣa. El sentido reflejado de soy-idad, y no puruṣa, es el agente (grahītṛ), el que
intenta captar o aprehender. El esquema anterior es importante en la
clasificación de samādhi en Yoga-Sutra I.17: (1) Grāhyas son los factores de apoyo (ālambana) en los éxtasis acompañados de vitarka y vicāra. (2) Grahaṇa es el factor de apoyo en el éxtasis acompañado de ānanda. (3) Grahītṛ es el
factor de apoyo en el éxtasis acompañado de asmitā (Whicher,
Ian "Nirodha, yoga praxis and the
transformation of the mind", pag 220-221).
—Patañjali afirma que este sūtra describe un estado en el que
las fluctuaciones han cesado (kṣīṇa-vṛtti) y surge la unidad (samāpatti)
entre los tres componentes de la percepción. La palabra samāpatti
aparece en singular; si Patañjali hubiera querido indicar tres formas separadas
de samāpatti habría usado el plural para que se correspondiese con la
terminación locativa plural unida al compuesto “entre conocedor, acto de
conocimiento y objeto conocido”. Con el término samāpatti en singular, está claro que
Patañjali está tratando de un solo estado de la unidad. Este estado único surge
cuando los tres aspectos de la percepción aparecen como uno solo
(Chappel, Christopher Key "Interpretando a Patañjali sin
Vyāsa", pag 10).
—Viaje
interior de citta tras
pratyakcetanādhigama, mostrando la relación entre regiones, procesos y
estados en el viaje de interiorización (Karambelkar, Dr. P.V. “Pātañjala Yoga Sūtra”, chart. I, pag.
126-127).
Estado extrovertido ordinario de citta (con vṛttis y vikṣepas)
↓
Estado mental firme (manasthitinibandhana, I.35-38)
↓
Estado de citta pacífico y feliz (cittaprasāda, I.28-29
y 33-39)
↓
Inicio del viaje interior de citta (pratyakcetanādhigama, I.29)
↓
↓ |
−−−−−−− |
−− |
−− |
−−−−−↓−−−− |
−−−−−−−−−−−−−− |
−−−− |
−−−−−−−−−−−−− |
↓ |
Regiones |
de
yoga |
|
|
Procesos |
|
|
|
Estados |
|
Subregiones |
|
|
Samāpatti (I.41) |
Savitarka (I.42) |
|
|
|
S |
│ |
|
|
|
↓ |
|
|
|
A |
↓ |
|
|
“ |
Nirvitarka (I.43) |
|
Dhāraṇā |
(III.1) |
M |
Vitarka |
│ |
|
|
↓ |
|
↑ |
|
P |
│ |
│ |
|
“ |
Savicāra −−−−−−− |
− |
↑ |
|
R |
↓ |
│ |
|
|
↓ |
↕ (I.44) |
↑ |
|
A |
Vicāra |
│ |
(I.17) |
“ |
Nirvicāra – parte
inicial |
∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙ |
∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙ |
|
J |
│ |
│ |
|
“ |
Nirvicāra – parte
media |
∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙ |
∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙∙ |
Dhyāna (III.2) |
Ñ |
↓ |
│ |
|
“ |
Nirvicāra – parte
final |
│ |
|
|
Ā |
Ānanda |
│ |
|
|
|
│ |
|
|
T |
│ |
│ |
|
|
|
│ |
|
|
A |
↓ |
│ |
|
|
|
│ |
|
|
↓ |
Asmitā |
│ |
|
|
|
│ |
Sabījasamādhi |
(I.46) |
A |
|
│ |
|
|
|
│ |
│ |
(III.3) |
N |
|
−− |
−− |
−−−−−−−−−−− |
−−−−−−−−−−−−−−− |
−− |
↓ |
|
Y |
|
|
|
|
|
− |
Nirbījasamādhi |
(I.51) |
A |
|
|
|
|
|
↑ |
│ |
(III.8) |
↑ |
|
|
|
|
|
↓ |
↓ |
|
│ |
(I.18) |
|
|
|
→ |
− |
Dharmameghasamādhi |
(IV.29) |
│ |
|
|
|
|
|
|
↑ |
|
│ |
−−−−−− |
−− |
−− |
−−−− KAIVALYA |
−−−− |
│ |
|
© Yogadarshana – Yoga y
Meditación